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sábado, 23 de abril de 2011

Tres caídos y uno en discordía


Comparto esta columna de el diario Público del pasado miércoles 20 abril y firmada por el ex-ministro de economía Josep Borrell sobre la situación actual de la UE y ese negocio redondo que son los rescates a los países (pequeños y casi todos mediterráneos) únicos representantes del "socialismo" (no lo que práctica Zapatero) en la Unión Europea de los 25, auténtico adalid del liberalismo económico.

Con Portugal ya son tres los países del euro bajo respiración financiera asistida, excluidos del mercado de capitales y bajo la ayuda/vigilancia de la UE y el FMI. Pero sólo suman el 6 % del PIB de la eurozona. Si se detiene el contagio, la cosa no es tan grave y Europa tiene los medios para hacerle frente. Con el permiso de Finlandia, donde un partido populista que se ha convertido en la tercera fuerza del Parlamento tras las elecciones del domingo se opone a la concesión de ayudas como la que Portugal no ha tenido mas remedio que solicitar.

Portugal no había falsificado sus cuentas públicas, como Grecia. Ni había tenido una burbuja inmobiliaria como España. Ni una crisis bancaria como Irlanda. Su problema ha sido un débil crecimiento económico durante años, pérdida de competitividad, desindustrialización y precariedad. Entre 2002 y 2008, Portugal había crecido al 0,8%, la mitad de la media europea. Y durante diez años ha tenido un déficit exterior del 10% del PIB, reflejo de su pérdida de competitividad agravada por la desaparición de industrias tradicionales como la textil frente a la competencia china. En este escenario de bajo crecimiento, las medidas de austeridad han reducido drásticamente la demanda interna y precipitado la recesión. Más austeridad ya sólo servirá para depauperar más a la población y para hacer más difícil el crecimiento, sin el cual no es posible reducir el déficit.

Esto es lo que le ha ocurrido a Portugal, como antes a Irlanda, que fue la primera en aplicar planes de austeridad que no han servido de nada porque han matado el crecimiento. Todos los ojos están puestos ahora en España. A todos les interesa que aumente la confianza en nuestro país porque España es too big to fail (demasiado grande para caer). Por eso todos se expresan de forma positiva sobre la situación económica y política de España, a la que hay que aislar a toda costa de la dinámica que empezó en Atenas y ha llegado hasta Lisboa.

Nuestra situación es bien diferente, sobre todo si se mide por la cifra clave que es el coste de la financiación, todavía por debajo del 6%. Pero de España preocupan las expectativas de crecimiento, que siguen siendo muy débiles, y el verdadero coste de la reestructuración bancaria, que sigue siendo desconocido y que los mercados estiman muy superior al que reconoce el Gobierno. Nuestro caso es diferente, pero en Lisboa se repitió muchas veces que Portugal no era Grecia y que no necesitaba la ayuda europea. Irlanda decía lo mismo antes de tener que claudicar
Portugal se ha resistido hasta el final. No quería hacer caso a las presiones discretas de los que pensaban que las medidas que tenía que tomar para reducir el déficit creaban más tensiones que las que resolvían. La situación se volvió insostenible cuando la oposición de centro derecha se negó a aceptar un nuevo plan drástico de reducción del déficit, las agencias de calificación siguieron rebajando la nota de la deuda portuguesa y de sus bancos, y los tipos de interés que los mercados reclamaban llegaron al 10%. Es decir, la asfixia financiera. Pero la puntilla se la dieron los propios bancos portugueses cuando se negaron a seguir comprando deuda pública porque su baja calificación arrastraba la suya. Dicen que el BCE les indicó que no les seguiría suministrando liquidez si la seguían utilizando para financiar el déficit publico. Naturalmente, el BCE niega haber ejercido esas presiones.

Ahora, la UE y el FMI le prestarán unos 80.000 millones de euros en unas condiciones difíciles que tendrán que negociarse con un Gobierno en funciones. Ironía de la historia, el plan que fue rechazado en el Parlamento servirá de base para las contrapartidas que la UE/FMI pedirán a Portugal para concederle su ayuda. La píldora será mas amarga que la que rechazó la oposición. Políticamente, la derecha ha hecho un negocio redondo. Primero la presión de los mercados obliga a un Gobierno de izquierdas a tomar medidas de ajuste impopulares y regresivas que aumentan la desigualdad social. Después, le retira el apoyo parlamentario y obliga a celebrar elecciones anticipadas, que seguramente ganará, para seguir aplicando las mismas políticas, o más duras aún, y dejando a la izquierda sin un discurso alternativo porque les será fácil decirle: “¿Y ustedes qué hacían?”.

Ante los tres caídos aparece un tercero en discordia. El mismo día que Portugal tiraba la toalla, el BCE subía el tipo de interés del 1 al 1,25%, antes de que lo hiciese la Reserva Federal estadounidense o el Banco de Inglaterra, y no digamos el del Japón. Claro que el BCE es el único banco central que sólo tiene como objetivo la lucha contra la inflación, sin tener que tomar en cuenta los efectos que sus medidas tienen sobre el crecimiento.

Es posible que este sea un nuevo paso en falso del BCE. El anterior fue en junio del 2008, cuando el barril estaba a 127 euros, como ahora, y decidió subir los tipos de interés porque veía venir tensiones inflacionistas. Que Dios les conserve la vista a los de Frankfurt, porque poco después el precio del petróleo se desplomaba y la crisis económica, que había empezado medio año antes en EEUU, le obligaba a bajar a toda velocidad los tipos del 4,25 al 1%.

Subir el rendimiento del capital favorece a quien lo tiene. Pero se reduce la renta disponible de los que tienen deudas a tipos de interés variable y, con ello, el consumo. Es una medida tomada para el conjunto de la eurozona que les viene bien a las economías centrales, especialmente la alemana, pero que tendrá efectos negativos en las economías periféricas débiles, a las que resultará más difícil salir de la recesión .

martes, 20 de abril de 2010

O el dinero negro sale, o sale

Esto es una ciberacción para reclamar, al igual que están reclamando algunos partidos, que se cambie el color de los billetes de 500 euros para que salgan de debajo de las camas.

En el año 2007, el número de billetes de 500 € que había en España significaba el 26,6% del número de billetes de 500 € de toda la eurozona. El número de billetes de 500 euros era de 108 millones y representaban el 65 % del dinero en circulación de España.

A fecha de 2009, el número de billetes (aunque ha variado en esos 2 años) es el mismo, 108 millones, y representan el 67.2% del dinero en circulación, y podemos suponer que el porcentaje de billetes de 500 respecto al total de la eurozona sigue siendo muy similar.

El problema esta en que España concentra el 26.6% de los billetes de 500 euros de la eurozona, pero nuestro PIB es solo el 13% de la eurozona, por tanto, nos pasamos “un rato” del porcentaje que sería normal.

Por estas razones, y también con motivo de la presidencia española de la UE, os pido que enviemos el siguiente email a José Luis Rodríguez Zapatero, a la ministra de Economía, Elena Salgado, y al comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, el finlandés Olli Rehn.

D. José Luis Rodríguez Zapatero
Presidente del Gobierno
Palacio de la Moncloa
Madrid

Estimado Sr. Presidente | Sra. Vicepresidenta

Como usted ya sabe, Izquierda Unida y ERC, han reclamado públicamente que se cambie el color a los billetes de 500 euros (o, en el caso de ERC, que se eliminen totalmente) para hacer aflorar los, aproximadamente, 54 000 millones de euros de valor en este tipo de billetes.

Representando esta cifra, a fecha de febrero de 2009, el 67.2% del dinero en circulación de nuestro país.

Algunos ciudadanos queremos hacerle llegar este llamamiento a usted en concreto, ya que España es, de lejos, el país con mayor porcentaje del total de billetes de 500 euros de toda la eurozona.

Usted, como presidente de turno de la Unión Europea, y por la razón antes expuesta, debería abrir el debate en el seno de las instituciones europeas para que se estudie esta medida que podría reportar decenas de miles de millones de euros a todas las arcas públicas de los paises de la eurozona.

Esta medida, además de ser técnicamente viable, proporcionaría más equidad al sistema tributario, ya que los defraudadores se verían forzados a pagar los impuestos que les corresponden, y se podrían evitar subidas de impuestos que algunos países como España acabarán volviendo a realizar tarde o temprano.

Otras posibles ventajas de esto serían el aumento del dinero depositado en las entidades financieras reforzando sus balances y evitando posibles rescates a estas instituciones a cargo de los contribuyentes españoles, y, si esta medida se hace cíclica, se dificultaria el trabajo de las mafias (de todo tipo) en toda Europa.

Por todo esto, con esta misiva le reitero que por favor plantee este problema en las instituciones europeas para que los déficits presupuestarios los paguen los defraudadores y no los ciudadanos que cumplen puntualmente con sus obligaciones con Hacienda.

Reciba un cordial saludo

Fdo : Ángel Luis Domínguez
DNI : Indicar DNI


Título :

Zapatero, luche contra el fraude reclamando cambiar el color de los billetes de 500 euros

Destinatarios* :

gabinete@presidencia.gob.es; secretaria.prensa@meh.es

Copia de carbón (campo CC del email) :

CAB-REHN-WEB-INFO@ec.europa.eu

Firma :

Sustituye el nombre, e incluye tu DNI si lo deseas. Tus datos no los va a obtener nadie fuera de esas instituciones y el DNI aporta un grado mayor de fiabilidad por parte del remitente

Envía este email si piensas que ya se acabó el pagar justos por pecadores, y que arrimen el hombro primero los tramposos, y luego lo arrimaremos el resto.



martes, 13 de abril de 2010

Y seguimos tragando...


Empecemos...

Y subir el Salario Mínimo Interprofesional a los 6.000 €, aunque esto se podría revisar.
Y subir las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social al 100%.
Y cláusulas obligatorias en los contratos según las cuales esté prohibido despedir a ningún trabajador mientras la empresa no entre en quiebra técnica.
Y la devolución a favor del Tesoro Público del 10% de los dividendos repartidos entre los accionistas por cada trabajador despedido por la empresa de la que tengan acciones.
Y…
¿Que se me ha ido la olla? Bueno, a éstos también, y están negociando con el Gobierno.

Y continuemos...

Resulta que el 1 de enero de 1999 entraba en Euro en España. Por aquel entonces en verano curraba de camareta explotao y sangrao y entre bruto, bestia y horas cobraba 150.000 pesetas. A día de hoy soy informático, programador web y cobro 900 euros de base. Cualquier inocente diría que si no ha subido el IPC pues no habría problema, que se cuidó del redondeo al alza, etc., etc., etc. Pero la realidad es mucho más dura. 10 años después de su entrada las monedas de 1 céntimo y 2 céntimos no sirven para nada. Los precios no es que hayan sufrido un redondeo hacia arriba sino que se han equiparado a su valor en pesetas. Es decir, una barra de pan que podía costar 60 pesetas, resulta que ahora cuesta 0'60 céntimos, es decir 100 pesetas de las de antes. Y así con todos los productos.

Si a esto de lo que nadie habla o todo el mundo calla, le añadimos la burbuja inmobiliaria, la dictaura del capital bancario, las mentiras y amenazas de inversores y especuladores, la manida crisis internacional y otra serie de factores de tipo más local (como pueda ser el nefasto estado de la educación pública o la corrupción) llegamos a esta situación.


Y seguiremos relatando como vemos, sobrevivimos y encontramos pequeñas y cotidianas soluciones hasta que bien de manera individual o más como un Estado o como un planeta, lleguemos todos a la conclusión y el éxito: desmontar el capitalismo...

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...