miércoles, 13 de enero de 2010

El timo de la TDT





Tengo en este momento el sainete montado para instalar la TDT en casa. Dos habitaciones y dos televisiones, salón y salita de estar (o de parecer, porque eso ni es ser, ni es estar). La antena ya lleva más de un año actualizada y optimizada para tal menester; Dispongo ya de decodificadores y por supuesto televisores. No son los más modernos (y caros) del mercado, pero sirven y dejan ver ese ocio e información que se nos ofrece y que dentro de poco entraré en más detalles. El reto es conjugar estos equipos con los reproductores dvd's y si, mis amigos de la nostalgia, un video vhs, despejando la incógnita de cuántos euroconectores harán falta y sobreponiéndonos a una instalación de antena en el hogar, viejuna y pasada de parches.

Independientemente del éxito (o no) de la empresa, valoremos si tanto esfuerzo resultará útil, o si por el contrario, una semana después de montando y des-montado (varias veces) y hechas las probaturas necesarias nos estemos arrepintiendo por la mierda supina que se nos sirve en la nueva plataforma. En este instante intermedio de la obra en el que me he parado con la excusa de un café y describir rápidamente el estado actual del proyecto, todavía no sé si podre instalar el video. Qué sea capaz de grabar en VHS los contenidos (si es que alguno me interesa, más allá de un partido de basket, concierto de música o serie de TV que se me resiste por mi imposibilidad para la ubicuidad). Desconozco si tanto el video como los dvds, se podrán visualizar todos sin tener que cambiar un cable de su posición original. Todo dilemas.

Lo único que me parece seguro es que la decepción tendrá cabida en mi, al igual, que supongo, imagino y espero, al resto de ciudadanos (y paganinis) que han tenido que aflojar la gallina para poder seguir disfrutando de grandes hermanos, películas de Martínez-Soria, o especiales sobre el famoso o famosillo defenestrado o fallecido de turno. Y es que más allá de la mejora en la calidad de imagen y sonido (para maximizarla, también, como no, habría que soltar la panoja), la otra gran ventaja de "tan revolucionario" sistema era el aumento del número de canales y la variedad de contenidos que se nos iban a ofrecer. Sin entrar en la calidad misma dos o tres recorridos por el zapping nos hacen ver, que evidentemente y una vez más, nos han estafado.

Dentro de la parrilla de canales y sus respectivas programaciones, salvables, lo que se dicen útiles e interesantes, sólo resultan los canales de noticias (CNN+ y 24horas). Los de temática infantil (clan y Disney Chanel) parecen también óptimos, aunque este segundo me da la impresión que propaga unos valores y alimenta un espíritu capitalista que yo no permitire ver a mis vástagos. Teledeporte, también parecía útil y ofrece posibilidades, pero gran parte de su programación se alimenta de refritos y reportajes y en ocasiones los directos, tienen una pésima realización.

Y hasta aquí lo único salvable. Porque el resto y hablamos de 12 o 13 canales, son basura. Varios de propaganda y tele-venta que evidentemente ya he borrado. Otros pertenecientes a los grupos editoriales y fácticos de poder, tipo Intereconomía o mierdas de esas, que también han sido carne de ser anulados. El resto, licencias concedidas a los canales privados (A3 y T5) son también una tomadura de pelo, puesto que en ellos se ocupan de poner y re-poner a distintas horas, los vergonzosos programas y desagradables eventos que emiten en la cabeza de cartera. Incluso lo de más calidad que han dejado para la TDT, series como Jericho, Aquí no hay quien viva, la que se avecina o Camera Café, aparecen tan desubicadas, solitarias y a deshoras, que hace casi imposible su visionado.

No tengo duda que tanta premura en las concesiones e implantación tenga algo que ver con la TDT de pago y esa costumbre tan española de que "ya que tengo que ponerlo, pues pongo todo" y el cambio de analógico a digital no sea un favor más del gobierno a sus amiguetes, con el fútbol (y otra vez) como reclamo. Lo seguro es que todos los españoles, y da igual, de ciudad o de pueblo, hemos tenido que gastarnos los dineros, y como yo no soy tonto, pero tampoco gilipollas, me hago preguntas y en ocasiones hasta me doy respuestas.

De echar en falta, se echan los canales autonómicos. No es que me apasionen verlos, y menos con ejemplos como las tele-dirigidas Telemadrid, la televisión de la Gürtel, digo de la Comunidad Valenciana o la "amateur" Televisión en Castilla y León; pero creo que sería muy útil tener en la parrilla los canales que pagan los ciudadanos. Sin excepciones.

Pero sin duda lo que más me encabrona, es la ausencia de los canales temáticos, auténtico futuro y señas de calidad contrastada que ha quedado para usofructo y explotación de las plataformas de TV de pago. VH1 o Mezzo para la música, o National Geographic, Discovery Channel, Canal de Historia, Viajar, etc. en los documentales, Eurosport o Sportmania en deportes, Nickelodeon en infantiles, o TCM y calle 13 para canales temáticos de cine. Auténticas señas de calidad y variedad de contenidos que parece ser bajo ningún parámetro posible estarán en antena, de manera "gratuita" y si quedarán para hacer negocio en favor de los emporios empresariales y mediáticos tradicionales.

Es decir, la cultura, la divulgación, el deporte o el ocio más enriquecedor, variado y de calidad sólo estará disponible para televidentes con alto poder adquisitivo. Canales cuya oferta es mucho más atrayente y que tienen demanda sólo en el paquete con el fútbol de pago. La población que nos tengamos que conformar, o que simplemente no deseemos gastarnos un dineral por las 5 o 6 horas semanales que veo la Televisión, como debemos ser unos analfabetos que nos distinguimos el vómito de un triunfinto de una sinfonía no nos merecemos un canal de divulgación científica y cultural (o varios) dentro del paquete de TDT gratuita.

Y todo esto siendo el consumidor-ciudadano-pringao el que tiene que pagar estos desmanes. Porque en época de crisis, han sido las comunidades y ciudadanos (esos pocos valientes expuestos a ser desbalijados en su casa unifamiliar) los que han tenido que pagarse la adaptación de la antena. Las subvenciones para tal menester no han sido lo que se esperaba. Y TODOS nos hemos rascado el bolsillo buscando esos euros para el decodificador o cuando menos para rellenar la cartilla que nos facilitó aquel o ese otro periódico. Y si acabó hablando de pasta porque tal y como está el tema es inevitable y porque me jode y me seguirá jodiendo que tengamos que ser los ciudadanos -y pueblerinos- los que financiamos los cambios en esta vida cotidiana que se nos ponen por orden ministerial, gubernamental, judicial o genital.


martes, 12 de enero de 2010

Nieve






Pasado el viento de la desidia.
Ni caballos ni carros estropean
el revuelo de árboles yermos.

Azorados por la envidia,
se miran y en gestos afean,
robustos y llorones álamos.

El viento se alejó.
Dejo de soplar en el corazón,
y con su ausencia el cielo
se precipito sin razón.
Aves callaron en silencio,
mientras nevó durante días.
El suelo vivo de colores muertos,
yació muerto ante el blanco más vigoroso.

Los ojos se estremecieron.
Vertiginoso vuelo emprendido por párpados,
inútiles para frenar la caída de la lágrima,
que me refresca tu ausencia.



El domingo, dentro de la cíclica de olas de frío (lo que tradicionalmente se ha llamado invierno), porfin nevo hasta cuajar (era la tercera vez en lo que va de estación). Y rápido anime a David, para vestirnos y abrigarnos, enfundarnos en los abrigos, braga polar al cuello, gorro en ristre, manos en guantes para jugar y fotografiar, para vivir el momento.

Yo no sé que tiene la nieve que nos hace volver a sentirnos niños. Imagino que es un material y situación propensa a la diversión y el juego. Incluso aunque más o menos estemos acostumbrado, y una o dos veces, nos despertemos con el paisaje blanco, la sonrisa y la esperanza llegan a nuestra alma. Año de nieves, año de bienes reza el refranero popular. Esperemos que así sea y que todas las sombras queden muertas y sepultadas por el agua, fría y cristalina, limpia y revitalizante que ayude a borrar todos los nubarrones y lodos y que nos ponga a cada uno en el camino adecuado.

El prado de al lado de casa se pinto de blanco y la mirada hacia adelante o hacia el cielo, era el ejercicio de abrir los ojos a la nevada. Los parques dejaron unos minutos de lado la risa y juegos de niños para embaucarse en el silencio del nuevo disfraz, y luego posterior alardear de él ante sus habituales compañeros y los nuevos con cuerpo de adulto y sentimiento de joven.

La pena que mi niña gaditana no lo pudo ver, y eso que te lo avise. Ahí que penita! Porque me hubiera encantado y fascinado jugar, divertirnos y dibujar lo que sentimos sobre la nieve.

sábado, 9 de enero de 2010

Hasta luego, nena




Y ahora qué escribir. Cómo expresar esta rabia, el sentimiento de desasosiego, la soledad extrema. El alejarnos una vez más, una vez menos ya a descontar. Todos los caminos llevan al mismo sitio. Estos senderos que son las fechas en las que tú y yo, nos podemos juntar, son alegrías, esperanzas y certezas. La alegría de seguir edificando una vida plena, de haber encontrado a la persona idónea, de que seamos felices. La esperanza de que muy pronto estaremos juntos, otra vez, pero no como ahora, no con una fecha marcada de límite; si con un objetivo, con el principio, con el deseo de abrazarte al acostarnos y de despertarme junto a ti todos los días de mi vida.

No hace ni una hora que has marchado a continuar con tu rutina, como yo sigo con la mía aquí, en la frialdad y la soledad, y ya te echo de menos. Te echo de menos porque mis lágrimas no tienen el bálsamo de tus labios. Te echo de menos porque se harán difíciles las risas surgidas de la nada. Te echo de menos, porque hasta vernos, me tendré que conformar con un recuerdo, una foto, y llamadas a 700 kilómetros. Y te echo de menos porqué estas palabras asaltan la pantalla con dolor extremo, gritando por un paréntesis, soñando por volver a estar como todas estas noches.

Me alimenta el espíritu, mi fortaleza y mi certeza de que eres y serás mi vida. Te espero ya, y ya te anhelo. Sólo sueño con volver a vivirnos juntos, enamorados y felices. Esta es mi única ilusión.

Deja caer las rosas y los días
una vez más, segura de mi huerto.
Aún hay rosas en él, y ellas, por cierto,
mejor perfuman cuando son tardías.

Al deshojarse en tus melancolías,
cuando parezca más desnudo y yero,
ha de guardarse bajo su oro muerto
las violetas más nobles y sombrías.

No temas al otoño, si ha venido.
Aunque caiga la flor, queda la rama.
La rama queda para hacer el nido.

Y como ahora al florecer se inflama,
leño seco, a tus plantas encendido,
ardiente rosas te echarán en su llama.

Alma venturosa
Al promediar la tarde de aquel día,
cuando iba mi habitual adiós a darte,
fue una vaga congoja de dejarte
lo que me hizo saber que te quería.

Tu alma, sin comprenderlo, ya sabía...
Con tu rubor me iluminó al hablarte,
y al separarnos te pusiste aparte
del grupo, amedrentada todavía.

Fue silencio y temblor nuestra sorpresa;
mas ya la plenitud de la promesa
nos infundía un júbilo tan blando,

que nuentros labios susiraron quedos...
y tu alma estemecía en tus dedos
como si se estuviera deshojando.




viernes, 8 de enero de 2010

Perder la calle, ganar el discurso


Impuestos sobre las primas a los banqueros, erradicación de los paraísos fiscales, tasas a las transacciones financieras. Estas bofetadas a la ortodoxia del sistema no son propuestas de un grupúsculo de radicales, sino de algunos de los dirigentes de los países más ricos del planeta. La crisis económica ha puesto en boca de todos debates que colocó sobre la mesa el movimiento antiglobalización hace años. No es que Gordon Brown, Angela Merkel o Nicolas Sarkozy se hayan afiliado a ATTAC. Los Gobiernos no arden en deseos de dar un vuelco al sistema, sólo pretenden estabilizarlo. Calmar a la opinión pública y mitigar las consecuencias más negativas de la crisis. Pero, ¿dónde están los llamados antiglobalización, o cómo prefieren ser denominados ahora los altermundistas? El movimiento parecía haberse retirado a las trincheras, al menos hasta que volvió a hacerse visible en la cumbre del clima de Copenhague, donde miles de activistas participaron en las protestas callejeras. La bandera verde se ha convertido en la nueva enseña de este conglomerado que en la década anterior enarbolaba la de la lucha contra la pobreza.

Sin embargo, hace ya 10 años, este marasmo de activistas radicales de izquierda, ecologistas, feministas, anticapitalistas, y un largo etcétera, sorprendió al mundo con una revuelta masiva en Seattle que hizo fracasar la Ronda del Milenio de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Una convocatoria masiva por Internet reunió a unos 50.000 manifestantes. Al éxito repentino se fueron sumando organizaciones de todo el mundo. Siguió la creación de un Foro Social Mundial, en Porto Alegre, como contrapeso a los encuentros del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial o las cumbres de los países más ricos del mundo (G-8).

La capacidad de convocatoria era cada vez mayor. La Ronda de Seattle fue un fracaso. La presión popular consiguió incluso que el Banco Mundial anulase su reunión en Barcelona, en 2001, por miedo al boicoteo de los activistas. Mantuvo el encuentro, pero por teleconferencia. Aun así, entre victoriosos, desconcertados e impotentes, más de 300.000 manifestantes inundaron las calles de la capital catalana esos días. Entre ellos, desde la izquierda parlamentaria hasta Batasuna.

Y luego llego Génova. La cumbre del G-8 marcó el punto de inflexión del movimiento. 150.000 activistas se dieron de bruces con una represión policial sin parangón en anteriores convocatorias. El italiano Carlo Giuliani se convirtió en la primera víctima mortal de la rebelión, un mártir que murió tiroteado por un carabiniere.

Susan George, vicepresidenta de ATTAC Francia, cabeza visible del movimiento y autora del Informe Lugano (la biblia de los antiglobalización) sostiene que la estrategia de ir de cumbre en cumbre era un "modelo insostenible", sobre todo después de la muerte de Giuliani y la violencia de la policía en Gotemburgo (Suecia) en una reunión de líderes europeos en 2001. "No parecía que esta fuera la forma de avanzar en el futuro", explica. "Nos pasábamos meses negociando con la policía y luego incumplían las promesas. Decidimos que no queríamos darles la oportunidad de presentar las manifestaciones como demostraciones de violencia".

Los críticos, sin embargo, argumentan que el movimiento estaba falto de coherencia desde el principio y que en su interior convivían facciones que, en algún caso, llegaban a defender posturas opuestas. "Una floja confederación de muchas visiones e ideologías políticas, muchas, demasiado alejadas como para permitir una postura común". Así caracteriza al movimiento Fredrik Erixon, director del Centro Europeo de Política Económica Internacional, con sede en Bruselas. "Sus líderes eran, en esencia, no sólo antiglobalización, sino anti-capitalistas, con una agenda muy radical. No se entendían con los grupos ecologistas o los centrados en la pobreza", explica Erixon, quien cree que el desengaño inicial con ciertas posturas ejemplifica los problemas posteriores del movimiento. "Un hombre como José Bové, primera cabeza visible, animó al principio a los grupos antipobreza a unirse al vagón antiglobalización. Pero éstos se dieron cuenta pronto de que lo que decía Bové, en realidad, contradecía los intereses de los países pobres". Bové, un sindicalista agrícola francés que destacó por sus posiciones antiliberales, ganó notoriedad por atacar un McDonald's y hoy ocupa una silla en el Parlamento Europeo.

En el seno del movimiento, explica Iolanda Fresnillo, del Observatorio de la Deuda en la Globalización, se extendió la sensación de que "otros marcaban la agenda" y de que las organizaciones debían tratar de imponer la suya propia y no sólo reaccionar a citas fijadas por el Banco Mundial, el FMI o la UE. Pero el principal motivo del debilitamiento de la protesta callejera se cuajaba desde Seattle. "Pese a lograr que se cancelara alguna que otra cita, no se veían decisiones a largo plazo. La gente se dio cuenta de su poca capacidad de influencia. La voluntad disminuyó", dice Eric Toussaint, miembro del comité internacional del Foro Social Mundial.

Los acontecimientos en los albores de la guerra de Irak fueron el paradigma de esta decepción, según Toussaint. "Nunca habíamos conseguido sacar tanta gente a la calle", recuerda. Millones de personas se rebelaron contra la administración de Bush y sus aliados el 15 de febrero de 2003 en decenas de capitales europeas. "Y EE UU invadió Irak tan sólo un mes después". A partir de entonces, el silencio. A pesar de las grandes movilizaciones, no se vieron respuestas. "La gente acudía con la expectativa de cambiar el curso de la reunión. En Seattle lo conseguimos porque ellos no lograron tomar decisiones, por las contradicciones y la presión de los antiglobalización. Pero luego, la gente se dio cuenta de que no lograba incidir sobre estas cumbres", concluye.

Josep Maria Antentas, activista y coautor del libro Resistencias Globales junto a Esther Vivas, opina que el movimiento vive ahora "una etapa de fragmentación". Aumentan las luchas locales y la rebelión se especializa. La misma Vivas decidió presentarse a las elecciones europeas a la cabeza de Izquierda Anticapitalista. Ella lo justifica así: "La resistencia en el terreno social no basta; es fundamental, pero no podemos quedarnos sólo ahí. Hay que luchar en todos los terrenos y no dejar el terreno político y electoral en manos de los partidos que hoy monopolizan este ámbito".

El Foro Social Mundial, que nació en 2001 con apenas 12.000 participantes, cuenta hoy con 140.000 delegados. Salvatore Cannavo, miembro del Foro Social de Génova, es crítico con el proceso de Porto Alegre. "Está muy vinculado a grandes organizaciones. El Foro no ha sido capaz de absorber las protestas masivas de los estudiantes europeos por los planes de la reforma educativa de Bolonia en España, Italia, Francia o Alemania". Diez años después la pregunta es evidente: ¿Cuáles han sido los logros reales del movimiento antiglobalización? Aunque los más optimistas consideran que sus presiones han conseguido frenar la ferocidad del sistema capitalista, Cannavo es tajante: "Poco o nada, la verdad". "Es cierto que muchos países recogen ahora algunas de nuestras reivindicaciones, pero son anuncios, intenciones, y pocos hechos", explica Toussaint.

"No han tenido ninguna influencia en la agenda política", abunda Erixon. "La crisis ha sido tan profunda y peligrosa que no ha dejado espacio para baratos puntos de vista ideológicos. Si quieres que te escuchen tienes que tener algo serio que decir", argumenta. Cree que ni siquiera el debate sobre la tasa Tobin o los bonus de los banqueros es mérito de los antiglobalización, sino la consecuencia de una crisis que a punto estuvo de llevarse por delante el sistema financiero. "El tema de los sistemas de primas está relacionado con el riesgo que suponen para la estabilidad financiera, y no con la mera explotación de personas inocentes, que era el argumento de los grupos antiglobalización hace 10 años".

Aun así, con el reciente protagonismo del G-20, muchos piensan que sus nuevos integrantes, países en vías de desarrollo como India, China o Brasil, que habían hecho suyas algunas de las reivindicaciones -como la necesidad de abrir los órganos de decisión de los organismos internacionales a nuevos países-, tienen ahora poder para poner en práctica recetas más sociales e igualitarias. "Eso es cierto en el caso de Brasil, pero no se da con China o India. El Gobierno brasileño integró parte de las demandas, pero a su presidente le interesa todavía más buscar el reconocimiento de Washington", opina Toussaint.

Josep Maria Antentas ve a América Latina como el gran vivero del altermundismo. Una influencia evidente, aunque controvertida, es la llamada revolución bolivariana, con Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia o Rafael Correa en Ecuador. La nacionalización de recursos naturales, el discurso antiimperialista, el desprecio al libre comercio o el rechazo de la presencia militar de EE UU en el continente reflejan algunos principios del primer gran hito de esta revuelta: el levantamiento zapatista en México contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, en siglas en inglés), que entró en vigor en enero de 1994.

A principios del siglo XXI, el clima se perfila como el punto de encuentro de todas las organizaciones que apuestan por un modelo económico alternativo. "Es el eje que va a aglutinar las redes en el futuro", analiza Paul Nicholson, dirigente de Vía Campesina. En el cambio climático confluyen muchas cuestiones. Una de ellas, el desequilibrio en la relación entre los países pobres y ricos, está en el centro del movimiento antiglobalización desde sus inicios. Si primero pedían la abolición de la deuda de los países más pobres, ahora exigen que no sean éstos los más perjudicados por el cambio climático, ya que son los que menos han contribuido al mismo. Según Nicholson, el clima ayudará a articular nuevas redes sociales en el futuro próximo.

La crisis económica, al contrario de lo que se podía esperar, no ha azuzado la rebeldía social. Hasta ahora, los Gobiernos han hecho esfuerzos para mitigar las consecuencias de la crisis con sus paquetes económicos para estimular la economía y aliviar la situación de los desprotegidos, como en España, donde se han ampliado las ayudas al desempleo.

Pero esto tiene un fin. La imperante necesidad de recortar déficit llevará a los Gobiernos a cebarse con las clases populares. "La ofensiva contra estos sectores va a reforzarse", explica Toussaint. ¿Será entonces cuando las masas salgan a la calle en contra de los banqueros, organismos internacionales o Gobiernos liberales con la misma fuerza que irrumpió en Seattle o Génova? Habrá que esperar para verlo. De todas formas, según Susan George, aún es pronto para juzgar. "La historia del movimiento apenas tiene una década. Y 10 años, en términos históricos, no son nada".

martes, 5 de enero de 2010

Y qué es Sagrado



Irlanda ha comenzado el año 2010 volviendo a la Edad Media, y por eso desde el 1 de enero en esta república europea blasfemar es un delito, como en Irán. La ocurrente reforma ha dado argumentos a varios países islamistas, liderados por Pakistán, para pedir a la ONU una legislación universal que persiga a los que maldicen a dios. La norma irlandesa define blasfemia como una expresión “tremendamente abusiva o insultante en relación a una materia tenida como sagrada por cualquier religión”, y por suerte se conforman con una multa de 25.000 euros, en lugar de los típicos latigazos. La ley no sólo es arcaica, también es injusta, pues deja a la subjetividad del ofendido la gravedad de la ofensa. ¿Qué es insultante? ¿Qué es sagrado?

Una vez más el sentimiento progresista, de evolución del ser humano y la sociedad se frenan o paran por no “agredir” a los ultras, los conservadores y extremistas. Vence una vez más el miedo. Las amenazas de la intransigencia y el arcaísmo musulmán que planea un mundo medieval, con sus fronteras, su involución y sus dogmas sangrantes, recalcitrantes y vejatorios. Dónde no residía la igualdad, la libertad, la ilustración, la razón, ni tampoco la imaginación. Cuándo cuatro marajás dictaban palabras del profeta para denigrar a toda su población, y ellos vivir en palacios, palacetes u sobre manjares y harenes (bueno en esto tampoco ha cambiado tanto el cuento).

Y justo ahora, cuando también la jerarquía heterodoxa, fascista y purgatoria de la iglesia católica española nos ha brindado su tradicional misa de navidad-mitín político en favor de la subversión más excesiva, aprovechando cada evento para seguir instaurando el terror, el miedo y la desigualdad, como germén en el que aferrarse al poder no ya del púlpito, sino al económico, político e ideológico. Del apoyo a las clases más pudientes, al control totalitario de todas nuestras actividades, de dictarnos qué hacer, qué decir, qué pensar... Aprovechan cada acto para imponernos sus consignas, sus prelados. Tan vociferados y exaltados que no encuentran sentido a palabras vacías. Vacías en la sociedad igualitaria, democrática y de la información. Nulas porque son respaldadas por la hipocresía de clase, de un clero retrógrado y franquista, que vive muy por encima de sus posibilidades y sin ningún tipo de rubor frente a sus vendidos dogmas.

Cada día me considero más ateo y más alejado de las lecturas de escrituras seculares que nos invitan a vivir como se sufría y moría hace 2 milenios. No quiero saber nada de la derecha, ni tampoco, ni mucho menos, de la iglesia, de ninguna confesión. Deseo, y no soy el único, un estado laico, una sociedad totalmente laica y una unión de las civilizaciones también sin rastros ni imposiciones de un credo u de otro. Ninguna iglesia me va a imponer sus chantajes y pretensiones, y sólo aspiro a ser feliz, a que mi gente lo sea y a que todo el planeta lo consiga. Porque la Religión tiene la mayor cuenta de muertes a sus espaldas y porque a día de hoy, da igual Occidente que Oriente, católicos, judíos o musulmanes, pero ninguna de sus doctrinas o palabras supuestamente sagradas no me van a decir a mi como tengo que vivir. Y no deberían de imponer sus trasnochadas beatificaciones y escrituras por el simple hecho de considerarse interlocutores de dios en la tierra. Se creen con derecho de decirme como vivir mi sexualidad, en qué ocupar mi tiempo libre, qué ideología tener, a quién votar... Me dictan lo sagrado, lo que tengo respetar.

Pues yo pienso que sagrada es la ciencia, sagrada es la razón. Sagrada es la libertad de expresión, el humor, la risa, que está por encima de cualquier profeta. Sagrada es la educación pública, y sus aulas son el templo del conocimiento de todos, un lugar donde no caben los símbolos de la superstición de algunos. Sagrado es el horario lectivo, tan valioso y tan escaso que no hay tiempo para el adoctrinamiento religioso. Sagrada es la infancia; sagrada es la sexualidad de un niño, y si una organización encubre de forma sistemática a los pederastas, que comparta pena con ellos. Sagrado es el dinero público; sagrados son los impuestos, y que la financiación de la fe de algunos no corra del bolsillo de todos. Sagrado es el respeto a la mujer, la igualdad de sexos. Sagrado es el derecho a una sexualidad libre. Sagrada es la familia, todas las familias y no sólo las que bendice Roma.

Sagrado eres tú, querido ser humano, que, aunque la Tierra nunca haya sido el centro del Universo, siempre importarás más que cualquier imaginario dios.

lunes, 4 de enero de 2010

¿REFORMA LABORAL CON DÍAZ FERRÁN? NO EN MI NOMBRE, PÁSALO.


En España se han producido cinco reformas laborales en los últimos veinticinco años. Todas y cada una de ellas han caminado siempre en la misma dirección: más facilidad para despedir y menos derechos laborales. A pesar de que ninguna de estas reformas ha demostrado ser efectiva, lo que pone en evidencia al sacrosanto dogma neoliberal, nadie parece estar dispuesto a buscar otros caminos. No podía ser de otra manera, dado el rampante egoísmo de los interlocutores de la patronal, así como la escasa capacidad de los sindicatos mayoritarios para representar los intereses de la clase obrera.

A los que nos oponemos a la que sería la sexta reforma nos acusan de irresponsables por no querer actuar ante una crisis que no hemos provocado nosotros. También dicen que preferimos mirar para otro lado y así no ser conscientes de las supuestas rigideces del mercado laboral. Esto sucede en un país donde la concesión del crédito sigue estrangulada. Los bancos, esos que han sido salvados con nuestro dinero, no nos quieren ayudar. Y no habrá una reforma del sistema financiero para obligarles. También sucede en un país en el que la vivienda sigue sin bajar todo lo que debiera a pesar de que el mercado inmobiliario ha colapsado. Tampoco habrá una reforma en profundidad en este sector que permita poner fin a esta vergüenza.

Aquí los únicos que somos excesivamente rígidos somos los trabajadores y trabajadoras, a pesar de que la inmensa mayoría de nosotros y nosotras somos mileuristas y no podemos llegar a fin de mes con el fruto de nuestro trabajo. La norma en España es que el salario que obtienes por tu labor no te permita tu propia manutención, o lo haga a costa de un endeudamiento insostenible. Y no protestes, porque con tu contrato temporal, puedes ir a la calle mañana. En estas condiciones, la única reforma posible y lógica debe ser aquella que apueste por el empleo estable y bien remunerado. Cualquier otra medida no tiene justificación, salvo la del egoísmo de esa minoría que cada vez tiene más a costa de la gran mayoría que cada vez tiene menos.

Como trabajador y delegado de uno de los sindicatos que van a negociar la próxima reforma laboral con la patronal, quiero dirigirme al resto de la clase trabajadora de este país para pedirle que presione fuertemente sobre CCOO y UGT a fin de conseguir de estos sindicatos un compromiso para que sólo vayan a estas negociaciones para defender una reforma a favor del trabajo, no a favor de los beneficios. Una reforma que no debe ser negociada en ningún caso con interlocutores como Gerardo Díaz Ferrán, el actual presidente de la CEOE y dueño de la aerolínea Air Comet, cuya quiebra seguro que no le ha estropeado las Navidades, como sí se las ha estropeado a esos trabajadores que llevan más de medio año sin cobrar, así como a los que no van a poder ver a sus seres queridos en estas fiestas.

No tiene sentido acordar el futuro del marco laboral con empresarios para los que los trabajadores no son personas, sino otros elementos contables más del balance, que deben cuadrar con los beneficios, o simplemente desaparecer. Díaz Ferrán representa a ese mismo empresario que hoy hace un ERE y mañana reparte dividendos; o al que cierra una factoría que daba beneficios para llevársela a otro país con una protección laboral menor. Dar a esta gente voz en la negociación colectiva es como poner a los zorros a cuidar de las gallinas. O la CEOE cambia de dirigentes, o no hay nada que hablar.

Todos los derechos que perdamos ahora, no los volveremos a recuperar después. Así ha sido siempre, así sucedió con las otras cinco reformas. Tenemos que hacer todo lo posible por impedirlo. Esta es nuestra responsabilidad, que no podemos dejar en manos de unas pocas personas en una mesa de negociación en la que no vamos a participar. Es necesario que presionemos, que marquemos a los sindicatos un camino del que no se puedan salir. Si todos nos levantamos, tendrán que obedecernos, o desaparecer. Que quede muy claro el mensaje. NO EN MI NOMBRE, PÁSALO.


Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...