Y ahora son mis palabras las que demostrarán que saben llorar para ti somnolientas, saliendo de una hibernación que cruzó días y semanas son mis palabras, hasta que sean tuyas, pudiendo acariciar tus ojos mientras mi ilusión se ducha disuelta sobre la espera, rodada y quieta, expectante...
Solo he de imaginar una luz pobre que me manifieste tus contornos milímetros de ti que se vuelvan sugerencias, que a la vez sean retos estar contigo bajo esa miscelánea de claridad y sombras jugando a las sensaciones,
Enseñando al corazón hasta donde pueden llegar los latidos y desprenderse del pasado como si se tratara de un abrigo, para colocarse el manto cálido de un presente que siempre será regalo sobornar a un reloj para que se pare cuando un abrazo tenga la oportunidad de existir...
Nada es cruel con el tiempo, porque solo el tiempo concede la intensidad y ese todo latente, que tanto ha respetado las distancias...
¿Qué hará cuando desaparezcan? se me figura en la mente un jarrón de agua que se derrama cinco sentidos hambrientos, condenados a la moderación pero nada impedirá que la magia se respire, que todo se vuelva poesía improvisada para ver las horas rodando montaña abajo, mientras mi forma de querer se hace pedacitos ¿y que te pediría?,
Quizá que me dejes notar lo que notas, hasta lograr la reciprocidad con la facilidad con que se crea un dibujo, aplicando colores intensos, puede que ponga yo el azul, puede que tú añadas el esmeralda que se te antoje el rojo pasión, y que un lienzo grande se vuelva diminuto y es ahora cuando tomaría una de tus manos entre las mías, la tranquilidad se movería despacio, las sensaciones se harían juguetonas.
Porque solo quiero estar cerca de ti, rozarte la respiración, y mirar tus ojos esas tres cosas forman el tesoro que deseo volver a encontrar... y será la verdadera materia prima para dotar de realidad al amor... los días andan, las ilusiones caminan, los deseos corren.
Era el canto bello de su voz, que se expandía, dentro de mi piel, y sentía que moriría antes de volverla a ver.
Cada noche sentada en el parque, ella esperaba a su gran amor, recordaba, sueños del pasado, que se han quedado para siempre atrás.
No ha olvidado los años dorados, en el que el tiempo la recompenso, pero así mismo el destino actúa, y lo alejo de ella, para no verlo más.
Desde mi ventana la veo llorar, sin consuelo se aferra a la vida, es su alma que quiere morir, pero aun así siente su compañía.
Aun espera a su gran amor, para abrazarlo por toda la eternidad, sin hacer nada yo solo la veía, comprendí que nada puedo hacer.
Con el tiempo, pasaron los años, y aunque hace mucho no la he vuelto a ver, en noches frías escucho su canto, salgo a buscarla pero ella no esta.
Tomar tu mano para guiarte en esa obscuridad y regresarte de nuevo a la luz de donde deberias estar, donde se encuentra tu verdadero lugar
Ser tu guia Ser tu Novio Ser tu sosten Ser tu esperanza
Donde encontrare a tal mujer si solo me limito a ver?
Cuando sera el dia que deje de soñar y despierte a ti, en ti, y contigo a mi lado
Cuantos dias cuantas semanas, meses decadas años Cuantas vidas me tomara encontrarte?
Cuanto mas...
Se que buscar pero... donde?
Quiero me llene el sonido de tu voz Quiero sentir el calor de tu frio Quiero saber de tu piel Quiero saborear de tus besos Quiero sentir el tacto de tus manos de tus dedos Quiero abrazarte Quiero abrazarme en tus cabellos Quiero llorar ya en tus senos Quiero derramar mi sangre, Sangre nueva en tu abdomen
Quiero ser parte de ti...
Silencios de una noche negra Gritos ahogados en el alma, Desconsoladas palabras Quieren escaparse con ella, buscan alguna estrella solitaria que quiera compartir su dolorosa eternidad Se han enamorado del “no” ser Y aun así ser mas…
Los sentimientos Han seguido el camino del dolor y buscan refugiarse ahora en alguna pena para mitigar sus heridas... (y no dar lugar a lo que sienta el corazón--)
Las palabras se han prometido no callar mas sus tormentos, juegan incasablemente con la vida los sueños, la lujuria y la muerte, y vagamente intentan ahuyentar al amor.
Que les ha llevado a conocerse el destino? el dolor? Vivirán una fuerza insostenible silencios que no callaran, caminos ocultos…
¿Se arriesgan a transitarlo Amantes de las penas…? Pero los podría llevar al dolor... A la muerte lenta… Del corazón…
Habia estado toda una vida perdido y vacio. En la extrema soledad el viento de la noche ya se había quedado sin ramas que agitar. Todo era desierto, yermo y olvidado de placeres exiguos y victorias pírricas, en las grandes hazañas, y de derrotas amargas que habían perdido ya su sabor por acostumbrado el paladar.
Era ya mejor morir que seguir sufriendo, era mejor guardar las armas y dejar de luchar, no había estrella que orientase el futuro. Nada hacía y sentía marcar el camino. Por eso habiéndolo encontrado mi misión es cuidarlo, hacerlo eterno, dichoso y feliz. Sólamente como haces que me sienta.
No quiero sentir otra piel ajena, no quiero llorar más esta ausencia. Soy adicto a esa sensación que tengo contigo, al deslizar mi mano por tu piel, al besarnos. Me enamoro cada segundo de ese silencio entre el paréntesis de nuestros cuerpos. Quiero sentir tu alma tranquila en mi pecho; mientras mi espíritu se agita cuando te entorno sobre tus hombros, cuando mi pecho siente tu respiración, tu mariposa parpadeo aletear sobre mi corazón...
Entiendo los roces el dolor de sentirse solo, de sentirnos alejados. Bálsamo muchas veces vacío, con ganas de hacer juntos en la tierra los castillos que habitan en el aire. Me doy cuenta de que no quiero una vida al teléfono, de escasos días en la monotonía de no disfrutarnos, de no amarnos. Cada día y cada noche se me hace más díficil hacerme a la idea de que no estamos juntos. Eres lo mejor que me ha pasado, la única persona que me hace o ha hecho sentir el amor, como algo grande, único y especial.
La peripecia de perdir perdón desde la distancia. Sin en el consuelo de tu sonrisa, sin el reparador de un beso... Más fácil que antaño seguro que es, más emocionado que nunca estoy.
Amar en la noche con esencia, tranquila y petrea en esta ausencia; el dolor infrigido sin causa previa. No quiero ser listado en un sarcofago. No quiero morir entre llantos, Sólo me espera la labor de reconfortarte Sólo puedo pedir una noche más para amarte.
Me queda el camino de cumplir mi deseo; que es ver tu felicidad, tu sonrisa, cada día... reconfortarte en cada noche de este frio que esta ya en mis huesos...
Sé que el futuro es nuestro. Que la felicidad se conjuga en nosotros. Espero tu alma encaminada al deseo, la flor deshojada yerma y amarilla, que me antoja un beso; no el último, nunca el póstumo, sólo el siguiente.
Son palabras de amor, de cielo y de suelo, de terreno conocido y soñado. Alejado en el viento, más allá de las lluvias y las soleadas tardes de ausencia y nostalgia, de deseo y ánimo, en mi memoria encuentro tu rostro, acarecido entre mis manos soñado en lágrimas que humedecen sábanas nuevas en el roce del amor. Esperado en ese recuerdo pierdo cualquier miedo y sólo encuentro el amor, el deseo a tu cuerpo, a tu vida, a nuestro futuro. Te amo mi anabe!
Es imposible un amor alimentar, Si hay dos corazones indecisos Con almas incapaces de amar, Ardiendo en las llamas de los celos.
Entre las penumbras, te busco, Encuentro lo que parece ser mi muerte, Mira que entre los besos hay un truco y en mi mirada tu suerte.
Mira entre mi alma y mi corazón, Te fijas que late muy lento, Y solo tu sabes la razón, Aun que, lo que vivo parece de cuento.
Quiero pasar una parte de mi vida Contigo; compartir besos sanguinarios Con caricias infernales, sin salida Y sentimientos variados.
Apoderate de mi mente, Dame un beso como si fuera el último Pero sin estar triste, Y apaga de mi corazón el humo.
Ten consideración hacia mi ser, Deja que nuestro amor corra por mis venas Y déjame en tus labios renacer, Hazme sentir sensaciones nuevas.
La forma en que muerdes mi boca, Me hace sentir tu amor de demonio, Tal como tu mirada me vuelve loca Pues ya soy de tu dominio.
Acércate a mí; en una noche de romance Con una lluvia de sangre tuya y mía, Y amor obscuro que nace, Que no llegar a quererte es lo que me temía.
Sentir cada beso tuyo y ver tus ojos Y en tus abrazos sentir tu calor, Encontraras algo que ni en mil espejos ¿Sabes que es?... mi amor
Nuestro amor una bella canción, Una mirada vale más que las palabras Y un beso que una mirada que conquista mi corazón “por favor hazme volar dame tus alas
Hechos de luz , reflejo de nuestro sueño más profundo y real. Somos la existencia amada y soñada, la felicidad extrema expuesta a nuestras manos y caricias. Sentir pleno el deseo de encontrar la alegría y el sentido a la vida, poner apellidos al futuro, alojar en un baúl recuerdos y poder hacerlo juntos... Sentir que el camino no existe hasta que no damos un paso, con la certeza ahora de que sólo a trompicones hemos avanzado. Que siendo desconocidos nos hemos ayudado por ser principio y fin de nuestro deseo; y ahora encontrados y enamorados construir con nuestros pasos el recorrido a nuestras vidas a la plena felicidad, a evitar el centímetro entre nuestros labios, el segundo antes de besarte, el Sol intempestivo que se atreve a despertarme de este sueño, a despertarte de dormir en mi pecho...
Con este himmno Fito y tu recuerdo me robastéis las primeras lágrimas... Él ya me resarció; Sólo espero que tú también y me confirmes esta vida genial que nos espera. Te quiero, anabel
Sangre que hierve en las venas... espíritu elevado al altar de la esperanza. El dolor seguirá infringiendo en la memoria... castigo en noches sin tu amor como labranza.
He pasado siglos sin más ánimo que mis vestigios. Heridas infringidas, sangrantes torrentes, sin más sutura que el tiempo y el olvido. Naufragado en el dolor continuo, en la desdicha, extranjero de sentimientos en un mundo sin ellos.
Descubrir el significado del amor en la distancia. En meses no querer más que borrarla, Acercarme a tus labios, rodearte en mis brazos... Aprender a querer viendote dormir. Decirle a tus sueños que quiero pasar mi vida junto a ti. Declaración jurada de amor eterno, pues te quiero sin freno, te anhelo en la lejania, y busco sobrevivir en tu recuerdo, para pronto recobrar nuestra común e indisoluble vida.
Siento frio en tu ausencia. Hielo con el rechazo. Ultrajado, decepcionado... apagado. Mi fatídico desatino se conjuga en gerundio. Pero imperativo mis ganas por amarte, por sentirte dormida una vez más en mi pecho. No olvido las cosas tribales, los ritos banales. Momentos de cotidianiedad que enamorados son especiales. Orígenes perdidos, recobrados en tu corazón, lugar maravilloso donde habito y te prohibo que me olvides. Soy espejo y esclavo de la pequeña que crece en mi interior reclamando mis lágrimas y risas, mis sueños y rutinas, porque todos son suyos. Son tuyos.
La lucha esta planteada. Tenemos un tablero lleno de obstaculos. Pero poseemos el arma con que derribarlos, con que vencer y ser felices y eternos... Tenemos el amor suficiente para desear vivirnos y conseguirlo. No voy a renunciar por la distancia a ti; por muchos agobios, por muchos errores, el mayor desasosiego y quebradero será rendirme sin luchar por ti.
Las lágrimas han inundado mi vida, y en tu ausencia las nubes se han sucedido, descargando. llantos de lamento, lamentos en suicidio... sin ideas, sin sueños navego a la deriva. pero tengo el bote de que tu amor por mi existe y también es fuerte. Será remando contra corriente, como juntos encontraremos nuestra felicidad destino en una isla paradisiaca, sin mas necesidades que desnudarte al anochecer, arroparte en los amaneceres.
No quiero más noches solitarias, alejado de ti. Odio las mañanas en las que despierto sin tu rostro a mi lado. Necesito vivir y creer, hacerte feliz ya. Eres la princesa de mi cuento, y yo tu principe, armado con lápiz y valor para escribir el final feliz. El feliz final de un amor eterno...
Sé que soy como siempre has querido tener a un hombre. Eres la mujer que echaba de menos incluso antes de conocerte. Es la primera vez que puedo afirmar sobre una persona que es la mujer de mi vida y esa eres tú. Y por ti voy a luchar, para cumplir esto que siento, que sé que tu también guardas en tu interior.
Y ahora qué escribir. Cómo expresar esta rabia, el sentimiento de desasosiego, la soledad extrema. El alejarnos una vez más, una vez menos ya a descontar. Todos los caminos llevan al mismo sitio. Estos senderos que son las fechas en las que tú y yo, nos podemos juntar, son alegrías, esperanzas y certezas. La alegría de seguir edificando una vida plena, de haber encontrado a la persona idónea, de que seamos felices. La esperanza de que muy pronto estaremos juntos, otra vez, pero no como ahora, no con una fecha marcada de límite; si con un objetivo, con el principio, con el deseo de abrazarte al acostarnos y de despertarme junto a ti todos los días de mi vida.
No hace ni una hora que has marchado a continuar con tu rutina, como yo sigo con la mía aquí, en la frialdad y la soledad, y ya te echo de menos. Te echo de menos porque mis lágrimas no tienen el bálsamo de tus labios. Te echo de menos porque se harán difíciles las risas surgidas de la nada. Te echo de menos, porque hasta vernos, me tendré que conformar con un recuerdo, una foto, y llamadas a 700 kilómetros. Y te echo de menos porqué estas palabras asaltan la pantalla con dolor extremo, gritando por un paréntesis, soñando por volver a estar como todas estas noches.
Me alimenta el espíritu, mi fortaleza y mi certeza de que eres y serás mi vida. Te espero ya, y ya te anhelo. Sólo sueño con volver a vivirnos juntos, enamorados y felices. Esta es mi única ilusión.
Deja caer las rosas y los días una vez más, segura de mi huerto. Aún hay rosas en él, y ellas, por cierto, mejor perfuman cuando son tardías.
Al deshojarse en tus melancolías, cuando parezca más desnudo y yero, ha de guardarse bajo su oro muerto las violetas más nobles y sombrías.
No temas al otoño, si ha venido. Aunque caiga la flor, queda la rama. La rama queda para hacer el nido.
Y como ahora al florecer se inflama, leño seco, a tus plantas encendido, ardiente rosas te echarán en su llama.
Alma venturosa Al promediar la tarde de aquel día, cuando iba mi habitual adiós a darte, fue una vaga congoja de dejarte lo que me hizo saber que te quería.
Tu alma, sin comprenderlo, ya sabía... Con tu rubor me iluminó al hablarte, y al separarnos te pusiste aparte del grupo, amedrentada todavía.
Fue silencio y temblor nuestra sorpresa; mas ya la plenitud de la promesa nos infundía un júbilo tan blando,
que nuentros labios susiraron quedos... y tu alma estemecía en tus dedos como si se estuviera deshojando.
Qué díficil se me ponen los viernes. Las ganas de viajar e ir a verte, estés donde estés, me han consumido pero no podía ponernos tanto en peligro. Y eso que la meta es la más bella, la más deseada, pero no podría resistir una vuelta de soledad y lejanía...
Eso me paso el otro día. El viaje más cómodo, el camino más corto para estar contigo, pero pensar en el sufrimiento de venirme sólo me iba a ahogar, me mataría, pese a la alegría y la felicidad de haber estado contigo. Ahora estas lejos, en la distancia como nunca, y como nunca te voy a dejar marcharte tanto; pero en el espíritu y en el alma estas conmigo, me acompañas a cada paso, me susurras al oído. Siento tu aliento, tu sonrisa junto a mi. Estoy tan feliz, con la certeza de que lo estare mucho más cuando empecemos a construir esto.
Claro que no podemos decir que somos novios. En el término estricto no lo somos, porque sentimos mucho más, estamos casi prometidos, joe qué fuerte!!!, pero es así. Y es que además son horas lo que hemos estado juntos. Nos conocemos, nos amamos, el fúturo es nuestra arma, y las barreras se van a derribar, porque no tienen capacidad para frenarnos.
Las ganas de sentir, de crecer bajo esto tan bello me superan. Ganas de construir toda una vida, con sus cosas buenas, las mejores y también las peores, pero todas ellas únicas e insustituibles. Todos esos sueños que siempre he tenido, han crecido ahora y han cogido número para poder hacerse realidad, desde que te conozco, y más desde que estuvimos juntos. El que se pueda llegar a disfrutarlo depende en gran medida de nosotros dos, de las ganas que nos tengamos y por eso estoy tan convencido, tan feliz. Hay un pequeño obstáculo que es la distancia, vidas casi hechas en la media construcción, pero que fácilmente se pueden modificar si se hacen bajo las sabanas y los párpados de tu mirada. También existe la posibilidad de cambio, de ruptura que se abraza al devenir de cada día, y que también porque no decirlo, provoca pavor y temor, por sufrir una vez más. Pero ahora la confianza me puede.
Tan alto y tan cierto, - Nadie me puede ver Dando vueltas, dándolas La Puerta del Cielo está por cerrarse Ante la noche, muchos aceptan con agrado Volver al hogar para una vigilia nocturna, Nuevamente junto a sus amores.
Oh, dónde el padre y la madre se sientan, Hay un mar de hojas muertas ante la puerta, Como el repiqueteo de unos pequeños pies Que ya no volverán.
Sus pensamientos vagan por la noche y el frío, Sus lágrimas son más densas que las rocas, ¿Pero quién es éste sobre el umbral, Tan joven y alegre?
Han venido de la Tierra de la Juventud, Han olvidado cómo llorar, Palabras de consuelo sobre las lenguas, Y un beso que atesorar.
Se sientan y se quedan por un tiempo, Besos y comodidad no faltarán; En la mañana se robarán una sonrisa Y una larga mirada hacia atrás.
Viviendo en un silencioso orgasmo y desapareciendo en una anécdota
Alguien muy extraño - Allí, allí muy arriba estoy Arriba, en la cúpula
- No lo sé, y nadie más lo sabe… Y me temo que no podré decir esto por mucho… Mucho tiempo.
Kilómetros son barreras en las que lastrar la felicidad. Excusas baratas para no encontrar el sueño; para no completar el círculo. Queremos dibujarla circunferencia de nuestra vida, hacerlo completo, íntegro y propio y acobardados dejamos la tarea sin llegar a romperse la punta del lápiz. Encontrar en la letanía de los tiempos muertos por el horror una mirada cómplice, una palabra de amor es un sueño y a la vez una daga clavada en el espíritu. Sin conocernos el timbre de la voz, o la calidez de nuestras palabras, nuestras manos, el juego de caricias... nos amamos por perfección.
En la escala de la felicidad la suposición de agarrar tu belleza, ponerla a la altura de mis ojos y susurrarte que te quiero y me respondes, marcaría un 10. El dolor más extremo es insoportable ante la incerteza. Viajar por caminos que no conducen a tus besos, son torturas movidas por la avaricia y la lujuria que calman mis deseos carnales, pero enviolentan mi corazón. Corazón ajado por palabras indoloras que resquebrajaban mi alma, cerraban mis ojos para abrirlos vidriosos y mostraban negatividad, incluso rodeado de belleza... Las sinuosas pieles, vestidas solo por velos, enbaucaron armadas de sonrisas, caricias y armas, pero desbordados mis sentidos, viciada por sus caricias mi conciencia, era su crueldad la que borraba cualquier atisbo de alegría en el horizonte, para sumergir en lúgubre oscuridad mi existencia tan sólo abrazado mi cuerpo desnudo, por el atroz viento y su aullido de terror.
Pero ahora sé que existe la perfección asociado al nombre de una mujer. Soñar, imaginar, con un amor imperecedero en tiempos de desecho. Y volver a reir, a llorar. Que nuestras manos juegen; los dedos se deslicen, las caricias y los besos recorran cada centímetro de nuestra piel; que las lenguas batallen en mayor deseo. No voy a escribir en papel, o sobre un teclado los detalles con los que seremos eternos, aunque ya lo somos en nuestra imaginación sin habernos visto... Vivimos en nuestros sueños, en una imaginación valiente dentro de espíritus cobardes... Camino convencido de tenerte a mi lado sería el reflejo de mi vida perfecta, de nuestra felicidad exponenciada, de la relevancia del momento; Darías color a mi vida con unos lapiceros que jamás se gastarían. El destino cruel y necesario barajo las cartas y nos sitúo lejos, pero vivimos cerca...
Como en aquella película de los 50 (si esa en la que Burt Lancaster besa a Deborah Kerr mientras rompen las olas) así pasamos ya, esta pandilla, este grupo de amigos y amigas que nos hemos juntado, aquí y hace ya un tiempo, y que ahora ya, os abrigo en mi memoria y mi mente, para no perderos y olvidaros a nadie, donde éste y cuando sea.
Las excusas para vernos son lo de menos, y aunque nunca se debe felicitar a una mujer por cumplir años (y menos a dos) felicidades. Y también gracias; gracias por compartir parte de vuestra vida con nosotros de manera gentil, haciéndonos sentir vuestra alegría y diversión como algo propio. Espero que esto nunca muera, y que nadie ni nada turbe las muchas cosas que nos quedan por vivir. No tendremos nuestro Pearl Harbor, y siempre la sonrisa y la felicidad viajará con vosotras.
Allá en los años pasados y los caminos de polvo, con mi hidalguez y gallardía acompañados por secuaces sin bandolera, soñábamos con sortear los errores y la maldad sin desfundar pistola y sin desvainar espada. Mi enfermiza y embriagada mente ya no recuerda cómo fueron aquellos y aquellas primeras veces que nos veíamos, cómo nos presentamos e incluso que pensaba, iluso de mi, en aquel entonces. Un tintero que se desangraba posaba letras sobre el lienzo, que ahora tampoco puedo obviar por que fueron mis dedos y mis pensamientos los que le dieron forma. Entonces hérido, con sed y sin más abrigo que mi desafiante pecho ante el viento, errado andaba, y no digo herrado porque no tenía caballo. Pero eso por fortuna en la ruleta, cambió, y a fuego tengo grabado el momento en el que yo pasé a ser alguien para vosotras, al menos a la mitad de lo que fuísteis en ese entonces para mí. Como un tonto conquistador, más vencido hoy que ayer, deámbulo sin sentidos y sin ya poderme fiar de ningún cuerpo de mujer, cosas de la experiencia, pero por vosotras sigo creyendo en la palabra y el corazón.
Dos noches de fiesta que ya se escriben en nuestra memoria, plagada de buenos momentos y ahora ya moderadamente regados en alcohol. Espero que de la noche del viernes no os molestase el que nos fuéramos, pero... ¡qué puedo decir!, necesitabamos aire fresco... Nadie lo va a creer. Pero fue genial, estar con vosotras, volveros a saludar y felicitar por vuestros éxitos, además de alentar los próximos. Y el sábado no menos genial. Las cenas en el chino ya son un clásico en el que lo menos es comer, y si disfrutar. Volver a las catacumbas de mi adolescencia fue lo siguiente que hicimos, pero lo hicimos juntos y sin fisuras. ¡Cómo debe ser! Me apasionaba la luz de vuestras sonrisas, y me cegaba la de los flashes. Jugar, bailar, beber y reir tan sencillo que resulta imposible a solas, factible y esperanzador con vosotras. El detalle de entrar en un garito con música DE VERDAD -y aquí sé que me gano enemistades-, desconozco si tuve algo que ver, fue el simple destino o el cauce que lleva el rio, pero necesitaba oír heavy. Y aunque luego nos separamos, no desmereció la noche, y cuando nos juntamos en el ágora, un momento sentí pena por que os marcharáis, pero rápidamente mi mente se fue a abrir el cajón de los recuerdos. Allí ya tenía yo la memoria lista y cargada, para rememorar buenos momentos con una sonrisa. Bueno con una no, con todas.
Para Ana, Rocio, Sofia, Silvia, Carmen, Montaña, las navarricas amigas de Ana; a la chica de Cáceres y al chico de Mostoles; a Nobi, a ese gran Sito, a Dani y Cifu (por el viernes, majete) y a fio, por estar ahí o no... Gracias a tod@s
A la ciudad de la sabiduría viniste Para quedarte con parte de ella Conociste la alegría de la villa Y asegurada de no arrepentirte De tu decisión Ahora que estas licenciada Nada te produce desvelos Y marchas para cumplir tu sueño Con una maleta cargada De amistad y amor