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martes, 6 de mayo de 2025

Perfumerías Avenida: Fin de temporada

 

Iyana Martín, lamentándose el domingo en la pista de Valencia Basket

Termino ya el año para Perfumerías Avenida de Salamanca. Ayer perdía en el computo de las semifinales frente a Valencia Basket, y por primera vez, en 18 años (exceptuando el año de la pandemía), Avenida no jugará la final de la Liga Femenina de Baloncesto.

Se confirmaba así el tercer año sin títulos, y se reafirmaba lo que escribía hace un mes: un equipo muy deslavazado, con la confianza muy tocada, con los roles muy difusos y sin la integración coral, ni en lo anímico y muchos menos en el juego, de todas las jugadoras en la causa.

Avenida, como eso si está en su esencia, competía muy bien la eliminatoria y quizás juntaba algunos de los mejores minutos del equipo en la temporada, en especial el otro día en Würzburg. Pero aún así, del todo insuficiente ante un Valencia Basket con una pléyade de jugadoras de máximo nivel europeo, fruto, primero de una inversión económica muy fuerte y también atinada; y segundo, de una dirección técnica muy acertada e interesada, con sus errores y omisiones, en integrar a todas.

Pero lo cierto e incuestionable es que Perfumerías Avenida va a vivir como espectador una final de Liga por primera vez desde hace casi 20 años. Con este resultado se impide el acceso a la Euroliga del año que viene, lo cual hace necesario tildar la temporada de fracaso.

Fracaso por este resultado deportivo pero también por el juego mostrado. Ha sido un dolor y un desastre ver jugar a este equipo con profundos y constantes atascos ofensivos. Incapaz de generar ventajas para sus jugadoras ya sean exteriores o interiores y donde las lagunas propias, el trabajo defensivo ajeno y las carencias de partida se han ido agudizando en vez de resolverse. Tampoco es que en defensa Perfumerías Avenida haya brillado y ciertas situaciones se han ido repitiendo durante toda la temporada para sacarle puntos a las charras.

En liga regular Avenida ha sumado 8 derrotas en 30 partidos. Hacía 19 años que no se sumaban tantas. En Euroliga el balance en 12 partidos es de 5-7 con varias derrotas por más de 20 puntos. Todo ello resultado de un juego de anotación limitada basado únicamente en el talento individual de una jugadora cuando el tiempo de posesión se agota.

Es evidente el cambio de ciclo en la Liga Femenina de Baloncesto. Estoy seguro de que en la federación española estarán muy contentas de tener a dos equipos, dos marcas ACB, compitiendo por el título de liga. Han llegado con mucho músculo, mucho dinero y el interés de dos ciudades (y sus autonomías) detrás, sobrepasando por la derecha a Avenida y Girona. Todavía no sé si el que lleguen estas estructuras al baloncesto femenino es positivo. Tengo mis dudas. De entrada y en primer término vamos a ver qué audiencia consiguen estos equipos. Sin Salamanca ahí.

Lo cierto e ineludible para nuestro club y equipo es la auto crítica. También para la masa aficionada, y la propuesta por rendir mejor. No sé si Anna Montañana cumplirá el contrato que le queda como entrenadora. Desde luego el balance es malo, no sólo en resultados, sino en satisfacción con el juego. Tampoco ha destacado por unas lecturas de partido acertadas y sobretodo, adecuadas y rápidas. Los cambios de jugadoras han funcionado como esquema cerrado retirando confianza a muchas de las jugadoras (pensemos en las 3 que abandonaron el barco en diciembre), y sobre-explotando a las de más talento que han llegado al mes de abril ya faltas de oxígeno en piernas y en cabeza. Si el año que viene no se empieza bien, tanto en resultados como en juego, la paciencia va a desaparecer y vamos a añadir muchos más problemas. Necesitamos que Montañana acierte en el banquillo y en los entrenamientos y también en la preparación, y no creo que sea positivo tener una entrenadora que también va a pasar tiempo del verano con una selección. Es mi opinión.

En cuanto a la plantilla me niego a entrar en el juego futbolero del paji-plantilleo. Son evidentes algunos nombres que suenan para llegar. Y también que las salidas van a ser numerosas. Personalmente a parte de Iyana Martín, que es la mejor noticia de largo de estos tres años para Avenida, yo me quedaba con las nacionales, ya veteranas que han demostrado que les importa este club, este equipo, esta afición y esta ciudad.

Silvia Domínguez, Andrea Vilaró y Laura Gil tienen mucho baloncesto que ofrecer, y bien dirigidas y aportando con unos roles adecuados a sus condiciones, no tengo ninguna duda de que sumarían en el equipo. Espero que se queden un año más, y se pueda construir un equipo lo suficientemente cohesionado para que puedan añadir un título más o varios, a su carrera.

¿Del resto con quién me quedaría?. Personalmente con Arica Carter. Dándole otra fuente de anotación exterior solvente se le quitaría mucha presión del peso ofensivo del equipo, y podría regular sus esfuerzos. En cuanto al juego interior a mi no me vale ninguna. Gracias pero no podemos permitirnos una temporada tan gris e intermitente de Fassoula (una debilidad personal mía, tanto en la pista como fuera de ella por lo que crea en el vestuario, pero muy condicionada por su grave lesión del año pasado,) y de Kone, sobrada para hacer estadística, pero con una IQ, una inteligencia en pista, muy limitada que minimiza hasta lo anecdótico su aportación numérica. Al resto, gracias pero no podemos permitirnos jugadoras que desaparecen, se esconden, que no le echan arrestos, que delegan en las veteranas o en Iyana.

A partir de ahí, que vengan las que tengan que venir. Tengo mis nombres por supuesto, pero considero básico una base más que permita mayor descanso a Martín, Silvia y Carter. Una tres con capacidad de anotación exterior. Y una cuatro que pueda abrir el campo y en defensa cambiar con las compañeras sin penalizaciones. Estas jugadoras son las que de verdad cuestan dinero. Luego habrá que completar la plantilla con jugadoras que sumen y participen, para lo que es básico el compromiso de la entrenadora en hacer partícipes a todas y en un reparto de roles adecuado y propio del baloncesto actual.

En cuanto al club. Lo primero de todo desear que continué la apuesta por el baloncesto femenino profesional en Salamanca y en hacer comunión dentro del paupérrimo tejido social de la ciudad. Importante fijar la Eurocup del año que viene como un objetivo, al igual que la Liga Regular, para sumar el último título que queda por conseguir en las vitrinas y para estar en la lucha por la clasificación para la Euroliga del año siguiente. Se hace fundamental el que lleguen más patrocinadores porque una “pequeña” empresa de Salamanca, a la que le agradecemos inmensamente su implicación no puede competir con la marca nº1 entre los supermercados españoles (¡hay que joderse!), y con una de las principales empresas cárnicas del país. Y estemos atentos a la llegada de otras “marcas” ACB.

Hay que trabajar en atraer más colaboradores. Empezando y de manera fundamental con el Ay-untamiento y la Junta. Se me hace evidente que llevamos varios años pagando una mala relación entre Jorge Recio y sus ex-compañeros en la alcaldía de Salamanca del PP. Recio no pudo en su tiempo de concejal de deportes devolver a Salamanca, aunque hubiera sido el hogar de Perfumerías Avenida, el pabellón Multiusos Sánchez Paraíso, secuestrado en una concesión dantesca. Pero está claro que acabaron pasando cosas que han evitado que haya una mayor implicación de las instituciones políticas en el proyecto de baloncesto femenino y deporte en Salamanca. El club más importante de Castilla y León y que está absolutamente ignorado por la Junta y sus medios afines. Muchos ya sabemos como funciona la ruin, vengativa y vende-patrias derecha de esta ciudad, provincia, región y país.

El club, y con él la afición, los medios y la ciudad, deberíamos de ir al gran objetivo: Un mejor pabellón. Si no es el Multiusos, y tampoco la Alamedilla en un espacio corto de tiempo, habrá que reformar Würzburg, que iría más allá de colocar otros asientos. Hay problemas en esta instalación con la electricidad, y con el calor que hace especialmente en abril y mayo, cuando las horas de luz achicharran la cubierta de aluminio. También son necesarias unas instalaciones más adecuadas y profesionales para el club.

En cuanto a la dirección técnica es imprescindible recuperar a Carlos Méndez, dentro de un organigrama más fluido y con separación de poderes y responsabilidades. Obviar su conocimiento del mercado es un error que no podemos permitirnos repetir tras estos años tan desilusionantes y con tantos problemas. Recuperar esta estructura, y mejorarla y ampliarla, daría también aire y tiempo a Jorge Recio y su satisfacción con todo esto, para continuar apostando por el baloncesto femenino y que entre todos, y evidentemente él y su empresa, Perfumerías Avenida, poniendo el nombre y el dinero (muy importante), podamos seguir viviendo este sueño.

Y en cuanto a la afición. Pues ahora es el momento de estar. De seguir acompañando y apoyando. De cuidar y de cuidarnos. De renovar una ilusión. Pero también de descansar, de desconectar, de no seguir intoxicando cualquier foro, o dejándose envenenar. Eso no quiere decir que no se sea exigente, porque si algo ha demostrado esta afición es saber baloncestístico, y estoy seguro que en cuanto vayan apareciendo las salidas y llegadas se percibirán dónde y por qué estarán las fortalezas y debilidades.

Es tiempo de dejar trabajar a las profesionales (seguro que buena parte ya se ha hecho). De que extraigan sus conclusiones y realicen las apuestas necesarias para que el club vuelva a construir un equipo, cohesionado entre sí y con la afición, y que todos vayamos a una.

Si me he visto en la necesidad, y el gusto, de escribir estas líneas para ordenar mis ideas, es por las ganas y la pasión por este equipo. Pero hasta esta línea. Desde aquí, hasta la temporada que viene.



lunes, 25 de julio de 2016

El estado del Baloncesto en España


Llevo desde hace varios meses, e incluso años, queriendo escribir sobre la actual crisis (no hay ninguna voz autorizada de la materia que no esté de acuerdo con esta afirmación) del baloncesto español. Y es hoy cuando me pongo a escribirlo, justo el día después de la décima medalla consecutiva de la selección U20 masculina, Campeona de Europa ayer en Helsinki.
Puede parecer contradictorio pero es así. Las selecciones españolas, tanto masculina como femenina, no paran desde hace 15 años de sumar éxitos, tanto en categorías de formación, como en la absoluta. Al refrendo que supuso el Mundial de Japón de la maravillosa generación que ya salió Campeona del Mundial en el Junior de Lisboa 1998, le han seguido dos platas olímpicas en los dos últimos juegos y tuteando a la todopoderosa USA. Tres campeonatos de Europa (el del año pasado, imborrable éxito en Francia con un Pau Gasol colosal) y más medallas europeas, así como también es natural algunos fiascos, siendo el más sonoro el del Mundial 2014 en España.
La absoluta masculina estará en los Juegos de Rio de apenas 15 días, como también la estará la femenina, que con Lucas Mondelo ha subido un par de peldaños en su rendimiento, aunando a varias generaciones de campeonas bajo un paradigma de juego intenso, vibrante, rápido y aguerrido. Así lograron sumar un Campeonato de Europa, eternamente buscado, como también un plata mundialista en 2014 brillante donde sólo cayeron en la final ante el USA de la WNBA, verdadero Dream Team, hoy por hoy, inasumible en el basket internacional femenino.
Y qué decir de todos los éxitos en categorías inferiores. Más de 40 medallas en campeonatos de Europa entre las distintas categorías, destacando sobre manera el nivel que nuestras chicas, están dando año a año y que ya podemos paladear en la máxima categoría del basket femenino nacional.
Con los clubes profesionales dando un gran nivel por Europa, con un Madrid, en situación de dominador continental (junto a CSKA y Olimpiakos en los últimos años), un Barça asiduo a la Final Four, un muy buen Valencia en la segunda competición o un Baskonia integrante de la Final Four esta última temporada. Y en femenino, más y mejor, con dos títulos consecutivos para clubes nacionales en la máxima categoría (Perfumerías Avenida 2011, Ros Casares 2012) y con Rivas siendo finalista en dos ocasiones.
Todo ello con miles de niños y niñas, chicas y chicos, cada fin de semana practicando baloncesto, con canchas callejeras con notable afluencia, con ligas amateurs y de aficionados desarrollándose por todo el territorio, y con buenas afluencias en los pabellones ante los partidos “profesionales”.
Ante lo descrito, cualquiera algo alejado del tema, me podría llamar tremendista, conspiranóico o utópico. Pero que los árboles, no os impidan ver el bosque. La realidad, es que el baloncesto español está ante una encrucijada que va a cambiar el modelo que tenemos actualmente. Se avecinan cambios y el paso al Rubicón que debe inexorablemente llevar cambios estructurales sobretodo en un punto del engranaje: el encaje entre el baloncesto de formación y el baloncesto profesional, y el estatus, con seguridad tanto administrativa, financiera, de impacto mediático y posibilidades, que tenga.


El principal estandarte del baloncesto en España, la selección absoluta masculina, está a meses de dar un giro total a su formación. Los integrantes de la Generación de los Juniors de Oro, darán un paso atrás (o deberían darlo) tras los JJOO y abrirán un período en el que nombres ya recurrentes sumarán mayor protagonismo, y donde deberán ir entrando nuevos valores que garanticen un futuro, un nivel competitivo, que permita al basket patrio sobrevivir.
Si ante la mejor generación del deporte español, el baloncesto, con su liga nacional, la ACB, su seguimiento es cada vez más reducido y su situación más insostenible, cada suponer que el con la retirada de los Gasol, Navarro, Calderon o Felipe el futuro del baloncesto en España, será mucho peor.
Y es que en el rompecabezas que es el tablero del basket nacional, donde juegan la federación, los clubes, jugadores, árbitros, aficionados, periodistas, ligas, televisiones, otras competiciones europeas, la Euroliga, la NBA, las selecciones,... presenta una amalgama de intereses que en principio se podrían unificar en el avance de la importancia y seguridad del baloncesto, pero que por malas gestiones, oscuros egoísmos, corruptelas varias y disputas de poder nos deja en una situación lamentable, donde por el contrario, es la inseguridad en el modelo y la disminución paulatina del interés generado por el baloncesto profesional, como espectáculo de ocio y esparcimiento, y también como daño colateral, para posicionar la práctica deportiva como un habito de bienestar y salud, para todos, la realidad que estamos viviendo.

Se hace difícil empezar por algún sitio pero apuesto por hacerlo por la ACB.
Lo hago así, porque lo que nació con un espíritu de renovación y puesta en valor para el baloncesto profesional allá por los años 80 (al calor de los primeros éxitos internacionales de una selección absoluta masculina) se ha convertido hoy, con el paso de los años, en un nido de víboras cuyas luchas palaciegas por el poder han vapuleado la institución, tanto en su organigrama, para acometer las necesarias reformas y actualizaciones, como en la opacidad de su gestión.
En los últimos 10 años se ha derrumbado una estructura competitiva que presumía de ser la mejor liga del mundo tras la NBA, fruto de una catarata de decisiones nefastas que han minimizado el poder competitivo de la competición y de la mano el atractivo, tanto para los espectadores, como para muchos profesionales, jugadores y entrenadores, que huyen hacia otras competiciones europeas o en Asia, lo que ahonda un círculo pernicioso, en el que el nivel deportivo baja, ahuyentando al público generalista, que ya ni ayuda a llenar las canchas, y que hace ya bastante abandono las audiencias televisivas.
Con la cuestión televisiva se puede hacer una crónica circular en el tiempo para ayudar a explicar el desplome de la ACB como competición de interés general.
  • A finales de los 90, la gestión de la ACB vendía los derechos televisivos a Canal+ para que estos emitieran la competición para sus abonados. Lo que en principio trajo una buena cantidad de dinero a repartir (de aquella manera tan alejada de unos ratios de igualdad), lego al ostracismo a la competición, porque Canal+ no consiguió hacer más abonados con el ofrecimiento de este producto, y pese a la innegable calidad de las retransmisiones y el buen cuidado del producto, no se produjo el anhelado incremento de seguidores para la ACB, y si que metió miedo en el cuerpo a todos los directivos que vieron en la tv pública, la única forma de vender el producto.
  • Así, sin renovar el contrato con Canal+ en 2004, la ACB volvía al interés general de las tv públicas, donde ha sufrido por un lado el maltrato inmisericorde de RTVE (qué también tiene lo suyo) y las condiciones poco menos que ochetenteras con las que las televisiones autonómicas han llevado el baloncesto, con sus “equipos región” como emblema.
  • El culmen de este proceso grotesco de negociación con las televisiones, fue hace dos años. Mientras se conseguía vender paquetes de producción para el visionado en el extranjero, se llegaba a la finalización del contrato con RTVE y la estupidez y cerrazón de una directiva lamentable, obviaba una vez más una oferta de un operador privado (la Sexta que en 3 ocasiones ha recibido la negativa de la ACB) para dejar el producto, gratis, a RTVE nuevamente, con un compromiso vago e imperfecto por parte de esta y que obviamente no han cumplido, de no maltratar el producto.
  • Así pasados estos dos años, con unos niveles de audiencia paupérrimos, sin haber cuidado un mínimo el producto y su promoción, y con unas calidades técnicas, lejos de los estándares europeos, la ACB ha vuelto a legar sus derechos de TV a un operador privado, Movistar plus, heredera de aquel Canal+.
A poco que cuide el producto con un mínimo de promoción, programación, programa propio y realización cuidada, ganara abonados para cumplimentar a su paquete de NBA y Euroliga. Lamentablemente, ya sólo serán los incondicionales de este deporte.
Desde luego en las facultades de marketing y dirección de empresas se estudiará como gestión a evitar, la llevada estos años por la ACB, por parte de una suerte de directivos instalados en la mediocridad y aupados y alimentados por la endogamía propia de una organización que funciona de forma mafiosa, donde el consenso es la imposición de ciertos personajes con demasiado poder (equipos futboleros, pero sobretodo Querejeta y Roig), y sin la más mínima autocrítica, ni asunción de responsabilidades como han demostrado con casos concretos como el de Obradoiro, o el colapso de los pasaportes.
La gestión de la liga, no es que sea francamente mejorable, es que la actual es, y probablemente así será, constitutiva de delito, funcionando como una competición cerrada cuando en principio debería estar abierto el sistema de ascensos y descensos desde la competición profesional propuesta por la FEB.


Desde el año 2005, sobre 22 posibles ascensos y 22 posibles descensos, sólo se han ejecutado 7 ascensos, y 10 descensos, de los cuales 6 han sido desapariciones de club (Girona, Granada, Menorca, Alicante, León, Valladolid). Las condiciones leoninas y ancladas en el pasado cuando el dinero público, vía directa mediante subvención o indirecta mediante inversiones de las Cajas de Ahorros, tan proclives siempre a dilapidar dinero público para satisfacciones de los oligarcas y caciques locales y regionales, no han permitido la tan sana y necesaria renovación de clubes, ciudades, aficiones, medios, entrenadores, jugadores e ideas.
Solicitar un canon de ingreso de 3'5MILL € más un aval de 2MILL ha impedido que Burgos (hasta en 3 ocasiones), Orense, Palencia, Melilla o Lugo llegarán a la ACB. También es fruto de otra época, o de un serio problema para discernir la realidad de los sueños, exigir aportar a estos clubes pabellones deportivos con más de 5.000 espectadores de capacidad, lo que ha hecho que todos involucrarán de algún modo a sus ayuntamientos, que con más o menos gracia, dependiendo de la sintonía con el cacique local, lapidaran otro buen montante de dinero de todas y todos en obras fastuosas de dudoso rendimiento.
Y suele pasar como algo menor, pero tiene una importancia capital: El requerimiento para convertir el club deportivo que ha ascendido en la cancha a la ACB, en Sociedad Anónima Deportiva, es decir, en una empresa, con un accionariado en el que de entrada abrirá las puertas de la gestión a las caciques locales y a los intereses que pululan alrededor de la liga.
No me cabe ninguna duda, y soy aficionado del Estudiantes, que “se ha ganado” en la cancha un par de descensos, que la estructura de ascensos y descensos es positiva para la competición. Eso sí, siempre que se garantice la supervivencia de los clubes más allá de fondos de garantía o devoluciones de cánones. Hoy en día la aventura para un club de LEB Oro es insostenible en el tiempo en la ACB, aunque no se baje, porque existe una burbuja de gasto entre contratos y gastos que muy pocos patrocinadores, y menos cuando hablamos de ciudades de provincias, pueden arrastrar en el tiempo, lo que lleva a los impagos y las disoluciones, mientras la ACB se recuesta en su sillón mirando para otro lado.
Y es que si en el papel de los requisitos aparece la rendición de cuentas y las auditorías fiables y sostenibles, los balances de cuentas de más de la mitad de los equipos que hoy forman la ACB, presentan serias carencias que en un mundo normal, llevarían a la no admisión de estos clubes en la liga. Estudiantes, Sevilla, Zaragoza, Bilbao, Penya, Fuenlabrada, Manresa... todos ellos con muchos años en la competición presentan agujeros presupuestarios y deudas con Hacienda incompatibles con la superviviencia de una empresa, fruto todo ello de estructuras débiles y novecentistas que están lejos de entender como funciona el mundo del deporte profesional y el marketing empresarial en la segunda década del Siglo XXI.
No es que sean rara avis. Es que la propia liga se fundamenta de igual modo y así tenemos como no sólo es incapaz de saber vender su producto a los operadores televisivos y los medios, sino que además es absolutamente inútil para explotar los recursos que Internet y la web 2.0 y 3.0 pueden dar.
Por otro lado, hay quien ha sugerido aprovechar estos años sin ascensos, para reducir el número de equipos de la ACB, de 18 a 16 o incluso a 14. Alegan que así se conseguirían mejorar el nivel de las plantillas, tanto en ACB como en LEB Oro, así como asegurar proyectos estables en el tiempo. A mi juicio, y el tiempo, da y quita razones, en este mundo capitalista y competitivo, cuando algo tiende a igualarse es resultado de una bajada general de los estándares medios. Hay experiencias como en el baloncesto femenino, o el balonmano que indican esto y dado el nulo saneamiento de la mayoría de los clubes profesionales españoles es probable que lleváramos el mismo camino.
Si la estructura de la competición no es fuerte para poder cambiar y actualizarse. Y si los clubes operan de la misma forma no se atisba un cambio en el corto y medio plazo que pueda hacer que esto cambie, se regenere y vuelva a competir con unos mínimos de calidad y transparencia para ofrecer un producto atractivo, dinámico y sugerente al gran público.


Con los pies de barro, durante años el baloncesto en España vistió su profesionalismo gracias a las ingentes cantidades de dinero público que recibió, como ya habíamos dicho. Tanto ayuntamientos, comunidades autonómicas y muy especialmente la fuente de los caciquismos, como son las Diputaciones, han entregado en sus presupuestos cantidades que han permitido la supervivencia de los clubes y la firma de contratos de jugadores muy por encima del valor de mercado, que debía dar la propia liga ACB con su rendimiento en materia de audiencia, marketing y seguimiento. Las Cajas de Ahorro, en algunos casos con patrocinios directos, y en otros con créditos millonarios y condiciones más que asumibles, alimentaron una burbuja que cuando ha estallado sólo ha dejado deudas, el rastro de jugadores marchando a ligas mejor estructuradas y con crecimientos más saneados (Alemania, Francia) o al calor de dinero a las puertas (Rusia, Turquía, China) y el recuerdo de lo que fue.
Estalló la crisis y todo ese dinero desapareció quedando, como digo, las deudas, tanto con trabajadores, accionistas, jugadores, entrenadores y por supuesto, también con Hacienda. Se vaciaron los pabellones y algunos se pudren tras inversiones millonarias de consistorios que no supieron decir no (Burgos como ejemplo paradigmático). Ahora salvo unos pocos clubes con la aportación de la sección de fútbol (Madrid, Barça), el dinero de la Euroliga y venta de jugadores (Baskonia y en menor nivel Unicaja), el dinero de un único empresario (Roig el de Mercadona en Valencia) estos clubes sobrevuelan la dirección de la liga, mediatizando todas las decisiones de la misma.
Si ya era difícil en época de bonanza económica encontrar patrocinadores que apostarán fuerte y continuado en el tiempo por el baloncesto, ahora se hace prácticamente imposible. De las últimas experiencias en buscar patrocinador, está el Bilbao, que año a año tiene que reinventarse porque las cantidades aportadas desaparecen para pagar pufos antiguos. Otros realizaron un círculo para acabar quedándose como estaban, como el Cai Zaragoza o el Tenerife Baloncesto Canarias. El extraño suceso es un Estudiantes, que encontró a Movistar, no se sabe muy bien de qué forma y para qué (lo del Estu, merece un post amplio propio).
Frente a una sola gestión sólida en el tiempo, la de Gran Canaria (no exenta de aportaciones de dinero público a través del Cabildo, al igual que con el Basket Canarias de Tenerife), el enchufe de unos años para acá de la Universidad (privada) Católica, al basket Murcia, y el curioso caso de un Obradoiro que llegó a la ACB, sin tener que desembolsar una ingente cantidad de dinero en forma de avales y canon, el resto de equipos sobreviven como pueden. Luego está Andorra, que juega con una fiscalidad propia y con el apoyo del Principado que está metiendo dinero del turismo como reclamo. Y San Sebastián que certifica su descenso deportivo por su calamitosa situación económica. Pero en definitiva, en la mayoría de los casos dejando nóminas sin pagar, vendiendo o no renovando a sus mejores jugadores y teniendo que reconstruirse continuamente en un ejercicio de equilibrismo sobre el abismo.
Tenemos una liga bipolar, en la que salvo la incursión este año de Gran Canaria en la Final de Copa, Madrid y Barça, los dos equipos con ingentes cantidades procedentes del fútbol, dominan y copan las finales, convirtiendo, lo que podía ser una entretenida y sorprendente competición de 8 meses en un aburrido paseo que sabes como va a acabar: Con los de siempre jugándoselo todo.
Y es que no tienen ningún problema en debilitar las plantillas de sus rivales más próximos (por ejemplo el Barcelona con Baskonia y Valencia Basket), llevándose a sus jugadores jóvenes y proyectos de gran talento y produciendo de facto la bajada del nivel de la liga, convirtiéndola en una liga previsible, aburrida y abocada a un clon de si misma.

Así llegamos a la situación de los jugadores.
No cabe ninguna duda el hecho de que el nivel deportivo de la competición año a año ha bajado siendo otra causa más para el poco entusiasmo y seguimiento del que profesa hoy en día la ACB. Hay varios factores que podían explicar esto último.
Desde luego, uno de los más importantes es la normativa en cuanto a la composición de las plantillas. El baloncesto español ha dejado de ser una opción firme para los jugadores élite extranjeros, ya sean europeos o americanos, salvo Madrid y Barcelona. Deudas y liquidaciones están a la orden del día. La legislación tampoco ayuda, y fenómenos como los derechos de tanteo, han dejado siempre en condiciones de inferioridad a los jugadores frente a clubes que podrían tener deudas con ellos en una situación dantesca, que provoca de hecho, que nuestra liga comience los fichajes más de un mes que el resto de equipos. Y es que con la falta apremiante de dinero, se hace imposible una mínima preparación y trabajado adelantado.
Más difícil que nunca lo tiene el jugador nacional, sobretodo si es joven y busca llegar a la máxima competición. La legislación europea hace que comunitarios, asimilados, cotonous y dos plazas de extranjeros ocupen las primeras posiciones en la rotación de los equipos. Jugadores de quita y pon, que no favorecen, salvo en honrosas ocasiones, la identificación con el equipo.
Las medidas proteccionistas como los cupos tampoco han ayudado, ya que no fueron lo suficientemente agresivas para facilitar la entrada con importancia de jugadores jóvenes con éxito en las categorías de formación en el profesionalismo. La inexistencia de un límite de incorporaciones, que debería fijarse, en torno a la celebración del único evento que suscita un mínimo interés, la Copa del Rey, tampoco ha ayudado y desde el primer momento se suceden las altas y las bajas. Los cortes y las llegadas de medianías que normalmente tienen como finalidad más contentar a éste o aquel agente por una futura o pasada operación, que por el rendimiento deportivo que se vaya a ofrecer.
Además de un tiempo a esta parte la normativa de la FIBA que permite a jugadores, sobretodo americanos, conseguir pasaportes de terceros paísespara la promoción del baloncesto en el país” hace que nos encontramos con más jugadores que compiten e impiden el acceso a la profesionalidad a los jugadores nacionales. Hemos tenido americanos, de mayor o menor talento o rendimiento, jugando con pasaportes del Congo, Georgía, Azerbayan, Guinea, Costa de Marfil, Cabo Verde... y mientras las canchas se vaciaban de un público cansado de tanto mediocre y de no conocer a sus propios jugadores.
Las canteras no han sido ajenas a este fenómeno, y de un tiempo a esta parte a partir de edad infantil, se llenan de jugadores foráneos que vienen a cumplir su formación y ganar una plaza de cupo en el basket español (si están desde los 14 a los 18 años un mínimo de 3 años), eso si, a costa de haber sido arrancados de sus entornos educativos y familiares. Desde luego jugadores como Doncic, Hezonja, Faverani o Porzings son un regalo para los aficionados pero cuántos habrá que no consiguieron el acceso al profesionalismo y en qué estado se encuentran hoy.
Desde hace unos años, la ACB no es la primera opción para los jugadores americanos y europeos que destacan y no son captados por la NBA. Ahora Rusia, Turquía o China se llevan la palma, evitando que buenos jugadores pasen por nuestras canchas. También otras ligas como la alemana (muy interesante su caso), la francesa, la VTB (liga de países bálticos y Rusia) o la liga Adriática están consiguiendo retener, cuando no reclamar, talento que antes se acercaba a nuestra liga.
Para rematar el éxodo de talento, la NBA con su recién aprobado marco salarial (a ver si con este ejemplo alguien tiene cojones de decir que las huelgas no sirven), ha incrementado las ofertas a jugadores que destacan en Europa llevándose a algunos de los jugadores más seguidos y decisivos del basket continental, sin ser la ACB, una excepción. Así a un continuo peregrinar este año jugadores como Sergio Rodríguez, Willy Hernángomez, Abrines, Kuzminskas... cruzan el charco. Y éste mismo nuevo marco salarial, va a hacer que para los equipos de la liga de desarrollo (NBDL) se puedan ofrecer contratos en torno al millón de $, lo que hará que los americanos que vengan a Europa también bajen el nivel.
Para desenmarañar todo este enjambre no ha ayudado el conflicto abierto entre la Euroliga, como asociación de clubes europeos y la FIBA como representante de las federaciones quienes llevan en una guerra latente por el control de las sustanciosas cantidades económicas que una liga europea de clubes (con beneplácito o intervención directa de la NBA) puede generar.
Con amenazas veladas de una u otra parte, complots, chantajes (amenaza de FIBA de expulsar a la selección española de los JJOO) y enrocamientos, ambas partes se encuentran en un punto de no retorno, y éste año se celebrará la primera Euroliga con un formato de liga (primera y segunda vuelta, más playoffs y Final Four) mientras se juegan las ligas nacionales, y con la FIBA también volviendo a crear una competición de clubes. Una situación de difícil encaje, y que habrá que ver como evoluciona, ya que de como torné cuerpo esta nueva Euroliga se prevé que se adelanten los acontecimientos, constituyéndose un nuevo espacio en el que la Euroliga operaría como competición cerrada y las federaciones sin ver un € y quizás ni un jugador...
Con toda esta situación lo que se ha conseguido es la huida del espectador medio, que ya no se identifica con su club, ni tampoco con jugadores jóvenes, que crezcan y progresen dentro del club, y construyendo un continium entre el basket de clubes y el de selecciones. Con plantillas de mercenarios y peseteros, desapareció la identificación con una camiseta, un club. Se acabaron los valores de comunidad que aporta la gente de la casa y aparecen el desinterés y finalmente las gradas se van vaciando.


Y es que si donde se supone que está la pasta, que es en el basket profesional la situación es tan lamentable, qué esperar de las federaciones donde tradicionalmente escasean los recursos.
Por un lado las ligas que dependen de la federación se encuentran seriamente tocadas, por falta de seguimiento y transmisión. En el masculino a los mismos problemas de falta de dinero, el cierre efectivo de la ACB sin ascensos y descensos provoca una catarsis en las ligas LEB. Hemos pasado de una LEB con 18 equipos, que producía talentos y daba minutos de calidad a los más jóvenes a una de 14 equipos que apenas dura 4 meses. Así, los proyectos acaban languideciendo, y lo que parecía un buen modelo de desarrollo del baloncesto profesional en ciudades pequeñas y en regiones sin tanta cultura baloncestística (y no me olvido, de sus canteras) ahora deja un buen puñado de ilusiones rotas y gestiones que sobreviven sin más trascendencia que la que marca su ciudad y región.
Y como todo en #Españistan la situación de la mujer es peor. Una liga femenina depauperada, abandonada por las televisiones y en la que paradójicamente, la unión continúa de varias de las mejores generaciones del baloncesto femenino español, no se traduce en una mejora del nivel medio de la competición, puesto que muchas de estas chicas, salen de nuestras fronteras, incluso aprovechando la oportunidad de la formación universitaria americana. La competitividad se iguala por abajo y poco a poco baja el interés, entrando casi todos los clubes en situaciones de descalabro económico.
Si la lista de clubes y ciudades fuera del baloncesto profesional masculino es amplia, en femenino resulta abrumadora: En los últimos 10 años han dejado de tener club de baloncesto femenino profesional: Vigo, Lugo, Barcelona con dos clubes distintos, lo mismo que Burgos, León, Ibiza, Sóller en Mallorca, Navarra, Valencia con Ros Casares, todo un Campeón de Europa; Zaragoza y Guipúzcoa tuvieron que refundarse. Rivas también pero desde Liga Femenina 2... El último está misma semana el Conquero de Huelva, actual Campeón de la Copa de la Reina que ha sido incapaz de salvar las deudas que han llevado a su disolución.
Y por detrás una Federación que a priori parece encontrarse ante un nuevo tiempo. Digo a priori, porque el nuevo presidente, Jorge Garbajosa, pertenece al círculo de trabajo del anterior, Pepe Saéz, que ha hecho y desecho a su antojo durante los últimos 15 años, y usando al primer emblema del basket patrio, la selección absoluta masculina, como imagen de marca de la que obtener pingues beneficios vía patrocinadores y visitas a ciudades, como ha resultado ser la Gira ÑBA, de la que hablé en su momento.
El “Señorito Andaluz” ha manejado el cortijo a su antojo y sin ni una voz discordante, ni dentro ni fuera, donde los medios tradicionales (afortunadamente existen honrosas excepciones en internet), han mantenido un mensaje de “éxito” en la gestión del basket patrio, donde las victorias deportivas de las distintas selecciones ha sido el aval que ha utilizado Saéz para posicionarse en el mundo político y empresarial.
Pero eso es una cosa y otra bien distintas, no dejar las cosas atadas. Para ello tras un proceso de elecciones realmente rocambolesco Garbajosa alcanzaba la presidencia de la federación, en un mandato que se prevé notoriamente continuista, pero que tendrá que conjugar el final de una etapa, la de la mejor camada de talento del emblema del basket patrio, la selección masculina. Y todo ello con la situación que he venido relatando desde arriba.
Desde luego no parece fácil, pero la FEB tiene que ser capital a la hora de plantear soluciones, y no problemas, ante el escenario que el baloncesto tiene por delante. Un deporte maravilloso, enriquecedor y espectacular que a día de hoy tiene un futuro muy oscuro en su vertiente profesional, y sin la que será muy difícil canalizar la práctica deportiva.

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sábado, 27 de abril de 2013

Apoteosis en un momento


Durante una fracción de segundo el tiempo se detiene. El aire se condensa; las respiraciones de más de 3500 personas allí presentes se parán; los corazones se tensan. Lecoe recoge sobre su mano derecha el balón con el apoyo de la izquierda; mira al aro por última vez antes de lanzar, y ejecuta rapida, segura e impasible el último tiro libre de la Liga Femenina 2013. El balon se abre paso entre el denso aire hasta llegar a ser abrazado por el aro y allí culmina en un beso con las redes la Tercera Liga en la historia del Perfumerías Avenida de Salamanca.

El relato anterior es en pocas líneas condensadas el increíble y apasionante instante en que el club salmantino consiguió una liga más. Un momento épico, simbólico, un final de película. Hasta llegar a él, y llegar a comprenderlo, primero yo mismo, después cualquiera que lo lea, van las siguientes líneas.

Hace casi dos meses, antes de la Copa de la Reina que se iba a disputar en Zamora, y en la que salió victorioso, clara y merecidamente Rivas Ecópolis, escribía sobre la situación actual, de esta temporada, del Perfumerías Avenida, con la ristra de problemas y errores que todos, desde directiva, hasta afición, sin disculpar a cuerpo técnico y plantilla, se habían cometido y podían acabar con este sueño que durá ya 8 años (y esperemos dure muchos más) que ha alimentado e ilusionando a Salamanca y buena parte de sus gentes, con un proyecto deportivo estimulante, volcado e intenso. En aquel momento es lo que pensaba, y ahora, incluso después de vivido lo vivido, mantengo: El éxito actual no puede bajo ninguna circunstancia eclipsar el análisis serio y riguroso de la última temporada, con la mejor de las actitudes para mejorar, acertar más y volver a traer el espectáculo y el sentido de unión y comunión con afición y ciudad que se ha puesto en peligro esta temporada.

Pero el deporte es lo que es y una de sus mayores ventajas, y sin duda más duro inconveniente, es que continuamente, de manera constante, te da la posibilidad de redención. Y de eso es de lo que me voy a ocupar a continuación.

40 minutos para un instante

El pasado miércoles, Perfumerías Avenida, asaltaba el Cerro del Telégrafo con una Monique Currie, espectacular y arrancaba el factor cancha perdido en la liga regular a un Rivas Ecópolis excesivamente agarrotado por el peso de la responsabilidad de saberse favorito en ese primer partido y en su propia casa. Eso daba la oportunidad a Perfumerías Avenida, ayer, de ganar por primera vez, desde hace 8 años, una liga al calor de su público en Wurzburg. Al calor de la Marea Azul.

Oportunidad histórica que se repetía por primera vez tras 8 años consecutivos en los que Avenida ocupaba plaza en la final. Una oportunidad que se iba a jugar con un guión memorable.

La tensión era máxima y quizás trasladada de un bando a otro puesto que Rivas muy intenso y mentalizado exegía al máximo a un Avenida en cuyos primeros minutos, primeros ataques y primeras defensas, le pesaba en exceso la responsabilidad de encontrarse ante su oportunidad. Un peso que se unía a las trabas y problemas ofensivas de todo el año y que tenían además la réplica ripense con una lectura y acierto mucho mejor y mayor. El partido se inauguro con un 0-8 que Lapeña tuvo que parar con un tiempo muerto, y durante toda la primera mitad, lo que en un lado eran ataques organizados y bien ejecutados, lanzamientos sin oposición, acierto, en el otro eran desesperación, precipitación, errores en pase, en tiros... Avenida anotaba con sangre, sudor y lágrimas y expoleó las ventajas de Rivas. 15-30 y luego 17-34 mediado el segundo hasta una máxima de +18 para Rivas tras 17 minutos de juego.

En el descanso en las gradas del pabellón de Wurzburg se respiraba la ansiedad y se palpaba el pesimismo ante un planteamiento de partido que no era ajeno por conocido este año lo que aumentaba más si cabe aún la sensación derrota. Pero en el vestuario, quiero imaginar, que Avenida, con Lapeña vehemente en sus explicaciones y exhortaciones reaccionó y se conjuró para volver a los orígenes: defensa, intensidad, permanencia frente al desaliento, lectura en ataque. Garra y convicción, frente a un Rivas que en el vestuario se felicitaba del buen trabajo hecho, no daba nada por ganado y lamentaba, a la postre bastante importante, lesión de Anna Cruz, al filo del descanso.

La vuelta a la pista para la segunda parte plasmó esta imaginación y Avenida salió encorajinado, con una mayor implicación en ambos lados, llegando ya a puntear tiros de Rivas, cerrar el rebote defensivo y a jugar con mayor claridad en ataque, aunque todavía el acierto era una quimera. Pero fruto de esa mayor implicación traspasaron parte de los nervios, la precipitación y los errores a un Rivas, que vió como se oscurecía su juego ofensivo. De ahí al final ambos equipos anotarían más por calidad individual y bemoles, que por juego de equipo.

Poco a poco Avenida fue limando las diferencias pero al inicio del último cuarto se llegaba +10 para  Rivas (40-50). Sin jugar un baloncesto excelso y combinativo Avenida pudo correr y anotar rapido, e incluso libero varios tiros para desde la larga distancia animar su anotación. Rivas entraba en ese último cuarto con un triple de Bermejo, pero pasó varios minutos sin anotar y viendo como Avenida encontraba algo más el aro, hasta que a 5 minutos del final un triple de Marta Fernández, dejaba el partido en 4 puntos. Lo sucedido a partir de ahí, de guión hollywoodinese:

Estira la diferencia Rivas con un triple de Honti, al que le responde uno de Currie. Rivas por momentos no consigue anotar con claridad, pero sus dos jugadoras más expertas Kurasova y Vadja encuentras resquicios para sumar y acercar la victoria a las madrileñas. En ese momento Xargay reconoce que con haber recuperado la manija del juego no valía y que el equipo necesitaba de sus puntos, y lanza. Y anota. Le sigue LeCoe con un fantástico 2+1, al que responde Vadja. A dos minutos del final tras malos ataques de ambos equipos un 2+1 de Kurasova deja el partido cuesta arriba para las salmantinas, que tienen un oportuno tiempo muerto de Victor Lapeña, para pensar y reaccionar. Lo hacen con otro triple, esté sobre la bocina de Marta Fernández (no es una tiradora, no está en un buen momento y cometió muchos errores, pero hay que reconocerle unos ovarios como las dos catedrales). Rivas parece acusar el golpe hasta que encuentra de nuevo a Kurasova que anota un triplazo que hiela Würzburg. Por un momento el partido Rivas lo ve ganado y comete el error de defender mal la siguiente jugada, y en menos de 10 segundos Sulciute anota un triple que vuelve a dejar el partido en 1 punto.

Lo siguiente, al igual que lo anterior, pero resplandeciente por lo importante del momento, es parte de la historia de este maravilloso deporte y fantástico equipo. Ataca Rivas y quedan 30 segundos. No piden tiempo muerto para poner la bola en juego (mis calculos dicen que les quedaba uno) y Vadja comete pasos, no señalados, a los que les sigue una falta de Sulciute (2ª de equipo en ese cuarto para Avenida). Rivas ataca con +1 en el marcador y 24 segundos de juego ante la defensa en zona de un Avenida, que no puede hacer faltas para llevar al tiro libre al rival, y aquí viene el error que le costó el partido al equipo ripense: Honti decide penetrar (quedan 10 segundos) ante una defensa salmantina muy cerrada y sin posible carga del rebote, por parte de sus compañeras. Y falla, la suspensión. La carga del rebote de Rivas es tardía, y Currie rebotea y saca el contragolpe hacia Marta Fernández, acompañada de Lecoe. Dos contra una puesto que Casas guarda la viña ripense. El tuya-mia entre la escolta catalana y la ala-pivot estadounidense se salda con el error de Marta Fernández en la suspensión a tablero y bajo canasta, el siguiente palmeo de Sulciute que llegaba de trailer que se sale por poco, rebote de Lecoe y falta, clara y dentro de tiempo, de Nicholls.

Más allá de otras jugadas y situaciones de partido en las que Rivas, quizás legitimamente pueda verse perjudicada (Avenida defendió en zona, pero fuerte, el último cuarto, y sólo hizo le pitaron dos faltas en ese periodo), la jugada que decidió la liga, estuvo muy bien arbitrada y consensuada con la mesa. Las repeticiones constataron la realidad.

Lo siguiente; Increíble. La tensión era abrumadora e iba creciendo, durante los dos largos minutos desde el final del partido hasta que Lecoe se dispuso en la línea de tiros libres a entrar en la historia del deporte salmantino y del Perfumerias Avenida. Dos minutos de nervios, agobio, de aplastamiento bajo la presión y el calor, producido por la masa humana allí presente, la lluvia de la tormenta abrumadora de la tarde. Todo el pabellón era un invernadero a punto de explotar. Y la espoleta era Lecoe Willlingham.

Llegada a mitad de temporada la ala-pivot de Georgia, ha demostrado un compromiso y un carácter ejemplarizantes. Todo profesionalismo y disposición, unas veces más acertada que otras, ayer fue la luchadora que fue apuntalando la remontada hasta ponerse por delante ya con el tiempo cumplido.

Y demostró unos nervios de acero, enchufando el primer tiro, sin titubeos, para llevar el partido, como mínimo a la prórroga. Y el segundo. El segundo hizo estallar un pabellón entero, casi una ciudad. Una alegría inmensa inflada por la ilusión que Perfumerías Avenida significa para muchas personas, muchas familias en esta ciudad, y también dopada por el exceso de la remontada, la lucha sin cuartel, el camino a través de una cuerda, cada segundo más estrecha, en un sentido de marcha sobre el vacío sin red de seguridad.

Lecoe, deseaba el balón más aún que en el tiro anterior, hace apenas 15 segundos. Así son los y las ganadores. Cuando lo tuvo en sus manos, lo boto una vez; lo recogió sobre su mano derecha y lo sostuvo con la izquierda; mira al aro por última vez antes de lanzar, y ejecuta rapida, segura e impasible el último tiro libre de la Liga Femenina 2013.

Y ahí brotó toda la tensión en una explosión de alegría y pasión incontenible. Las risas, la alegría, los abrazos y por qué no decirlo en un tio de un metro setenta y ocho y 80 kilos de peso, de 30 años, también las lágrimas.

domingo, 19 de octubre de 2008

¡¡Qué no todo se compra con dinero!!


Con el equipazo que ha montado el Ros Casares no le hacen falta los desmanes con los que se presento en la tarde de ayer en Wurzburg y que habían calentado el "derby" del basket femenino de manera innecesaria y provocadora. Carme LLuveras, General Manager, del equipo levantino decidió que como no había ya suficiente ventaja deportiva (motivada por el impulso económico) entre la plantilla del candidato a todo, y el candidato a ser segundo, negó en rotundo la posibilidad de posponer un día la fecha del partido, para hoy domingo, dando así al Avenida una jornada de descanso menos tras su complicado viaje a Pecs para debutar en la Euroliga 2008/09. El Ros venció en casa con total autoridad el miércoles, mientras que el Avenida caía en la cancha húngara con estrépito, para emprender un tortuoso viaje carretera-avión-carretera que trajera de vuelta al equipo a Salamanca. De Pecs a Budapest en carretera (200 km), de la capital húngara a Madrid (2770 km de vuelo) y de Barajas a Salamanca (250 km). Y así llegaron de mermadas las charras a Salamanca el viernes por la mañana sin poder entrenarse y sólo dejando una leve sesión de tiro en la mañana del partido. No hizo bien el Ros que debe temer el haber saltado un pacto "no escrito" que existía entre los clubes de la liga femenina en pos de mantener la igualdad y también la deportividad. Son las valencianas las que más partidos, presumiblemente, van a jugar en el Este de Europa los jueves y las que con este precedente han justificado el colocarles de manera habitual partido euroliga, viaje desde el Caúcaso y partido el sábado.

Pero la lamentable actitud de Lluveras, y por ende de la directiva valenciana que le permite estos agravios fue su solicitud de protección especial, cuál partido de fútbol, para la expedición. Que si 2 policías por persona, que si salir por la puerta de atrás... una auténtica falta de respeto al club charro que siempre ha sido muy galante y buen anfitrión con todos los que nos visitan a orillas del Tormes, y una daga en el corazón de la "Mejor afición de España y una de las mejores en Europa" como nos han calificado todos los que han aparecido por estos lares los últimos años. Somos un público entendido, versado y muy respetuoso con el rival, cariñosos con nuestras chicas y entrenadores, siempre animando y que sólo saltamos ante los desmanes arbitrales (sobretodo como en el día de ayer que fueron clamorosos) y con las actitudes de algunas jugadoras (curiosamente siempre de tu equipo, Lluveras, muy prepotentes en las victorias). Nuestra respuesta el silencio y la espalda ante la presentación del equipo de los 8 millones de euros en sueldos.

Y así de caliente estaba el choque, con dos ingredientes más: el afán valenciano de permanecer imbatido en España todo el año y la necesidad apremiante de un Avenida que llegaba con 3 derrotas seguidas, fuera de casa, con muchas pérdidas ofensivas. Y así salió un partido pleno de intensidad con dos equipos muy metidos a la hora de hacer un buen baloncesto y conseguir la victoria. El primer cuarto comenzó con un 7-2 del Avenida al contra-ataque y aprovechando la antideportiva más rápida en la historia. Al minuto y 30 segundos Vesela (¡¡Una alero de 1.91!!) agarraba a Basko y el resultado era la máxima sanción. Pero el Ros quisó poner rapido las cosas en su sitio y empezo a aprovechar el poderío interior de Erika De Souza (24 puntos y 16 rebotes) para ir paliando las ventajas y abrir huecos a la batería de tiradoras. La excelencia ofensiva del Ros iba cuajando con canastas de Palau, Valdemoro y Tornikidou, pero una postrera reacción en los dos últimos minutos permitío paliar la ventaja (+8 y máxima en todo el choque) que tuvieron las valencianas.

El segundo acto se presento similar al primero con errores por ambas partes, pero pronto la labor de Michelle Snow y LeCoe Willingham (vaya par de americanas que tiene el Avenida) comenzo a paliar la producción interior de De Souza. Así con un par de acciones de Anke De Mont y el desacierto valenciano el Avenida forzó su primer match ball, poniendo un 42-30 a 6 minutos. Aquí el primer calentón por la labor arbitral, porque en el ataque del Ros, Snow le coloca un soberano tapón a Milton que se sanciona con falta. Aquí estalla la Marea Azul, ya bastante mosqueada por el arbitraje hasta el momento, muy permisivo con los contactos del Ros y los golpes de "viejas conocidas" como Milton, De Souza o Tornikidou que no eran cobrados. Durante estos minutos el Avenida se va, no consigue anotar y pierde la ventaja llegando incluso Ros a ponerse en el marcador, pero en la última jugada un triple de Ciocan colocaba el 44-42 al descanso.

En el tercero la intensidad era máxima y fruto de ello fue la más intensa la que tuvo protagonismo. Michelle Snow, que se le ve implicada y es una atleta magnífica protagonizo los 4 primeros ataques del Avenida. Y estuvo a punto de entrar en la historia de la Liga, porque por centímetros se le escapó el que hubiera sido el "primer mate en la historia de la liga española" que hubiera llegado en un momento álgido, en el partido más importante y ante el rival más temible. Su desafortunado esfuerzo pero gran valor, fue correspondido con una calurosa ovación, que esperemos le sea de motivación para intentarlo y conseguirlo más veces. Así estos minutos fueron a la postre fundamentales ya que el Avenida con un gran partido de Silvia Domínguez (11 puntos y no menos de 8 asistencias) y aprovechando las claras deficiencias de Palau y Aguilar (el Ros hechó en falta a Vecerova) impuso un ritmo adecuado que fue aprovechado por Willingham y Stampalija para martillear continuamente la zona rival, sortear rivales, fintar lanzamientos y anotar continuamente. El dúo junto a Snow firmo 46 puntos y 23 rebotes, y un gran trabajo de equipo para paliar el fondo de armario interior que tiene el equipo levantino. Esté sin capacidad de reacción en el banquillo por parte de Isma Cantó (mala impresión me ha dado, sólo limitado a ir haciendo cambios) vio como las salmantinas entraban en el último cuarto con una ventaja de 12 puntos.

No iba a ser tan sencillo y el público lo sabía. El Ros esta concebido para ganar y hay que reconocer que jamás se rindió. Valdemoro fue la que tomo las riendas del asunto para a base de triples ir minando la ventaja, pero el duo Willingham/Stampalija mantenía el tipo. Y así que tras tres triples en 4 minutos Valdemoro perdió la cabeza y se reboto contra la pivot croata tras birlarle esta un rebote en una lucha. Amaya se picó, se fue tras la croata, le propinio un par de golpes, formo la tangana, recibió una técnica y se sento en el banquillo para no volver más. Crónica de una muerte anunciada. El Avenida tenía las riendas y alentando por su público vió el camino a la victoria, pese a los postreros intentos valencianos, liderados por Palau y De Souza que por lo menos minimizaron la ventaja a 4 puntos. Aquí la templaza de nervios evitó mayor sufrimiento al público y por fin el Avenida pudo sumar su segunda victoria en liga.

Y aquí tenemos un 91-86 como resultado final en un partido trepidante, emocionante, muy intenso y con notas de calidad suprema. El trabajo de las 7 jugadoras fue clave, unas anotando y otras aportando desde atrás, porque tuvieron un líder, una cabeza pensante y un corazón motivador en el técnico José Ignacio Hernández, que sabe lo que quiere y como conseguirlo. La merecida ovación que se llevo 5 minutos después de acabado el partido es el reflejo de la admiración que tenemos por él.

Así toda la Marea Azul, llegamos al éxtasis más félices que nunca pese al horrendo arbitraje, y el despotismo de algunas y algunos. Mi hermano y yo nos lo pasamos genial en la grada, disfrutando del juego y del buen rollo reinante entre todos los "vecinos", siendo nosotros los únicos "jóvenes" y haciendo partícipes de nuestro humor, katxondeo y saber baloncestístico (si y también de mi vehemencia y afilada y viperina lengua) a todos los que formamos el frente.

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...