jueves, 17 de septiembre de 2009

Ferias y fiestas


Las Ferias y Fiestas de Salamanca, nunca habían sido de mi devoción más allá de algún escarceo musical, o fiestero similar al de cualquier momento del año. Y en este la programación tampoco es que fuera como para imaginar cosas nuevas, pero con ese invento de las casetas las fiestas patronales se han animado muchisimo más, aunque lo que empezo siendo una idea ingeniosa, divertida y una forma de sacar al salmantino medio, tercio, cuarto y a los orgullosos de serlo, no serlo o sufrientes por el estado de la ciudad y provincia a la calle.

Pero ya va siendo hora de mejorar; y no lo dice un tio que ha salido uno o dos días. He cenado de casetas todos los días, menos uno, y en ese comí de casetas. He visitado todas las zonas. Rúa, Dominicos, Santa Eulalia, Agustinas, Úrsulas, calle Toro, Plaza Colón y sólo me ha quedao las de la Alamedilla, donde parece ser, se encontraba el mejor pincho de feria. Así que habló con conocimiento de causa, y antes de enfrascarme y reirme de los buenos momentos vividos, capítulos a mejorar: Servicios públicos, urinarios o lo que sea, portátiles o fijos, da igual, pero es lamentable que se invite a la gente a beber en la calle y el ayuntamiento no ponga unos urinarios portátiles para que la gente micione donde no estropeé ni la vista, ni el olfato y mucho menos el patrimonio. Entrando ya en la calidad del pincho/consumición, lo primero que llama la atención es que instalen casetas baretos que no se dedican a ese menester de manera habitual. El precio ha subido, y la calidad ha bajado. Se tira de lomo en muchos de los sitios, cada vez más fino, cada vez con menos salsa. O es que no hay creatividad, que no, o no hay interes, que tampoco, o solo hay mucho morro, que seguro que si. Promover que se yo, un concurso premiando la originalidad. Así llegar a pinchos como los del Doze en la Rúa con su solomillo y morcillas con mermelada sobre cebolla caramelizada, o ese pinchazo de garbanzos con marisco es un lujo, por lo tanto para mi ganadores (no obviar a las 3 camareras más guapas de toda la feria). También muy agradable, las casetas regionales, Asturias, Extremadura y Andalucía, a mi con Salamanca me sobra todo el resto, jejeej. Esas sidras, vinos de pitarras, rebujitos, cervecitas, pinchos tardicionales, tablas de quesos... Y nuestra sidreria particular, con David de garante y amigo, corrió la sidra, literalmente calle abajo (aprenderé a escanciar, koño)... pero en otras muchas era de risa las cantidades. Chupitos de cerveza parecían, coño, no te digo que nos pongan un pilon, pero joder... así se hacen de ricos los de siempre, con la complicidad del ay-untamiento.

Y aquí volvemos a la organización. Conciertos, nefastos. Ni uno salvable o mejor dicho apetecible, porque tanto gitaneo, tanta radio-fórmula y popitos de mierda. Hay más músicas señores, y aprendan de otras ciudades, donde en 7 días de fiestas, traen actuaciones para todos los gustos!!! Más allá de que si que hubó teatro, y buenas actuaciones en las plazas y calles, tampoco estaría demás hacerlas si continúas durante el año, como asi solicitó alguno de los protagonistas, artistas en toda regla, que merecieron mi aplauso y merecen admiración y apoyo. Con el programa taurino desplazado para una semana después de las fiestas, sólo han sido las manidas casetas las que sacan a la calle a la gente, eso sí, que no falte inauguración del Corte Inglés, o de la explotación, el trabajo precario y el servilismo,...

Pero quedándonos con lo mejor, como siempre, amigos y amigas, para compartir noches y cervezas, cenas al aire libre o fiestas inolvidables. Ennumerarnos a todos requiere esfuerzo, pero no ha de ser baldío. Esos Franes, Ruth, la prima onubense de Dani, Carmen, y sus secuaces, Raúl y la Vicky, y los habituales, con más alternancias que otra cosa. También Agus, mi compañero de curro, con sus extranjeritas... o mi hermano, Nerea y su hermana; O como se hace tan necesario de vez en cuando una charla intensa y transcendente sobre la vida, lo cotidiano, lo político, el orden mundial, la paz, Cuba o la hipocresía. Er Dani confirmado como number one, y los otros creciditos en la miseria humana.

Porque hay que tener respeto y saber pasarselo bien, sin necesitar a nadie y sin ofender. Por eso no más líneas...

Cualquier momento era bueno para salir y devorar la ciudad, vivir el ambiente festivo, compartiendo alegría, risas y buenos momentos. Arrimarse a codazos a las barras para acariciar una cervecita o fresca sidra a la boca, y rebuscar algún manjar, primero para probarlo, luego degustarlo y ya por último a conciencia y sabiendo de que se trata. Porque no se puede uno engañar, hay sitios donde la actitud de estos días, te invitan a no volver, pero otros que te ganan, por lo menos para pasar una vez por su perenne local.

Y después de cenar que mejor que continuar la fiesta, gastándonos los cuartos, si, por lo que habrá que tirar pa' atras como se dice comúnmente, pero no parando de bailar, disfrutar, reir,... en definitiva, de hacer unos días especiales e inolvidables, como inolvidable es mo cushtle, lejos pero cerca, al lado de mi corazón, con quién he soñado y sueño vivir todos estos momentos y los que vayan pasando.

lunes, 14 de septiembre de 2009

¿Pasará la crisis como si nada?


Han pasado ya dos años desde que en agosto de 2007 se desatara la crisis financiera en Estados Unidos. Una crisis que de forma inmediata sacó a relucir los graves problemas por los que atravesaba no sólo la economía estadounidense sino también el resto de economías desarrolladas que en muy poco tiempo se vieron igualmente afectadas. Desde entonces, todas las economías industrializadas se han visto sumidas en recesiones más o menos profundas que han provocado importantes incrementos en los niveles de paro y en los déficits públicos, una fuerte caída en las recaudaciones de ingresos y, en algunos casos como el español, el desmoronamiento absoluto de todo un modelo de crecimiento económico.

Desde el primer día en el que emergiera esta crisis, los gobernantes y altos mandatarios de la economía mundial han dedicado sus esfuerzos a combatir las consecuencias y no las causas de la misma. Las muy mediatizadas reuniones de urgencia a las que asistieron una y otra vez, siempre con el objetivo declarado de reformar el sistema o de realizar los cambios oportunos para que otra crisis igual no volviese a tener lugar, no sirvieron sino para confirmar y consolidar las políticas que ya habían llevado a cabo desde el primer momento. Políticas que han tenido como objetivo mantener el sistema funcionando bajo las mismas reglas, y con independencia del coste social y económico asumido.

Así, en la lucha contra las consecuencias de la crisis ya en agosto de 2007 comenzaron las millonarias inyecciones de dólares y euros al sistema financiero. Se trataba de salvar de la quiebra a innumerables entidades financieras, a las que además se dio otro tipo de facilidades económicas para que, en definitiva, pudieran mantener sus negocios a salvo. En otros casos incluso los gobiernos se hicieron cargo de la totalidad de las pérdidas mediante la nacionalización de las entidades.

Sin embargo, ¿dónde están los cambios anunciados para combatir las causas de la crisis? En ninguna parte. La reforma del capitalismo, tal y como lo anunció en su día el presidente francés N. Sarkozy, ha terminado por no llegar, y las condiciones de base no han sido modificadas un ápice. El sistema económico sigue padeciendo hoy los mismos problemas que le llevaron a la crisis: desregulación financiera, descontrol absoluto de la ingeniería financiera y predominancia de la actividad financiera sobre la actividad productiva, creación ingente y desproporcionada de dinero bancario, altos niveles de desigualdad, etc.

De momento parece que los gobernantes mundiales han conseguido taponar la herida, y algunas de las economías desarrolladas están recientemente comenzando a recuperar la actividad económica. Sin embargo, la hemorragia continua y no se está haciendo nada por evitar que en algún momento la situación económica vuelva a empeorar y con mucha mayor gravedad.

En las actuales circunstancias no es la crisis lo que habrá sido temporal, sino precisamente su presunta recuperación. De hecho, la situación ahora mismo es realmente precaria e inestable. Los balances de las entidades financieras no están mostrando el verdadero estado de las mismas, y muchas están sobreviviendo gracias a las ayudas económicas que les ofrecen los gobiernos o incluso a mentiras y ocultaciones contables. A su vez, los gobiernos han incurrido en millonarios gastos que merman el estado de las arcas públicas y que tendrán que ser compensados de alguna forma. La subida de impuestos generalizada es inminente, pero mientras no se modifique la regulación actual este coste recaerá una vez más en las clases más desfavorecidas. Además, el paro y el deterioro de las condiciones laborales continua haciendo estragos en una sociedad cada vez más desigual.

Si no se toman decisiones de raiz e inmediatas, lo que equivales a decir, justas y capaces de frenar el inmenso poder y la avaricia de las clases oligárquicas, la crisis volverá con mucha mayor fuerza. Que a nadie le quepa la más pequeña duda sobre eso.

Hay que esclavizar al sistema bancario financiero para que la economía pueda estar al servicio de los seres humanos para lo cual es requisito imprescindible modificar toda la reglamentación actual. Es necesario abolir los paraísos fiscales, pero también es urgente introducir nuevas y duras normas sobre las operaciones especulativas realizadas mediante la ingeniería financiera, así como imponer también nuevos e importantes límites al privilegio de creación de dinero que tienen los bancos. De la misma forma, es necesario reformular el modelo de desarrollo económico, haciéndolo compatible con las exigencias cada vez más evidentes del medio ambiente y promoviendo una pauta de reparto mucho más equilibrada y justa para que todas las clases sociales sean igualmente beneficiarias del crecimiento económico logrado.

¿Es posible esperar estos cambios que aquí formulamos someramente? Probablemente no, y es que somos conscientes de que ningún gobernante se ha atrevido aún a denunciar claramente a los verdaderos responsables de esta situación actual. Los gobiernos quieren hacer creer que la crisis ha sido un evento accidental y que no ha tenido relación alguna con la configuración actual del sistema económico, y es por eso por lo que no han tenido la valentía de señalar a los verdaderos responsables y a sus cómplices. Estos no han sido ni los Madoff y compañía, los sujetos e instituciones que aprovechan cualquier marco legal para enriquecerse haciendo trampas, sino las entidades financieras, los bancos centrales y los gobiernos que han configurado la economía mundial como un gran escenario donde hacer trampa está permitido y premiado.

Por lo tanto, es ahora más urgente que nunca que la izquierda y los movimientos populares se reorganicen y preparen para enfrentar tiempos mucho más difíciles. Son los desfavorecidos quienes tienen la capacidad de cambiar el rumbo de esta sociedad, que si no cambia de rumbo irá directamente el desastre, y sólo pueden hacerlo sabiendo responder con contundencia y firmeza a los atrevimientos y ataques de los poderosos y sus representantes en las altas esferas políticas y económicas. De lo contrario estaremos abocados a una situación mucho más dramática para millones de personas, aquellas que nunca son tenidas en cuenta por quienes manejan el mundo económico y político.

Vale la pena intentarlo. Es más, es un imperativo moral irrenunciable para cualquier ser humano honesto y responsable.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Cuánto te puedo echar de menos

Qué díficil se me ponen los viernes. Las ganas de viajar e ir a verte, estés donde estés, me han consumido pero no podía ponernos tanto en peligro. Y eso que la meta es la más bella, la más deseada, pero no podría resistir una vuelta de soledad y lejanía...

Eso me paso el otro día. El viaje más cómodo, el camino más corto para estar contigo, pero pensar en el sufrimiento de venirme sólo me iba a ahogar, me mataría, pese a la alegría y la felicidad de haber estado contigo. Ahora estas lejos, en la distancia como nunca, y como nunca te voy a dejar marcharte tanto; pero en el espíritu y en el alma estas conmigo, me acompañas a cada paso, me susurras al oído. Siento tu aliento, tu sonrisa junto a mi. Estoy tan feliz, con la certeza de que lo estare mucho más cuando empecemos a construir esto.

Claro que no podemos decir que somos novios. En el término estricto no lo somos, porque sentimos mucho más, estamos casi prometidos, joe qué fuerte!!!, pero es así. Y es que además son horas lo que hemos estado juntos. Nos conocemos, nos amamos, el fúturo es nuestra arma, y las barreras se van a derribar, porque no tienen capacidad para frenarnos.

Las ganas de sentir, de crecer bajo esto tan bello me superan. Ganas de construir toda una vida, con sus cosas buenas, las mejores y también las peores, pero todas ellas únicas e insustituibles. Todos esos sueños que siempre he tenido, han crecido ahora y han cogido número para poder hacerse realidad, desde que te conozco, y más desde que estuvimos juntos. El que se pueda llegar a disfrutarlo depende en gran medida de nosotros dos, de las ganas que nos tengamos y por eso estoy tan convencido, tan feliz. Hay un pequeño obstáculo que es la distancia, vidas casi hechas en la media construcción, pero que fácilmente se pueden modificar si se hacen bajo las sabanas y los párpados de tu mirada. También existe la posibilidad de cambio, de ruptura que se abraza al devenir de cada día, y que también porque no decirlo, provoca pavor y temor, por sufrir una vez más. Pero ahora la confianza me puede.

Te espero!

viernes, 11 de septiembre de 2009

Retazos de alguien muy lejano


Tan alto y tan cierto,
- Nadie me puede ver
Dando vueltas, dándolas
La Puerta del Cielo está por cerrarse
Ante la noche, muchos aceptan con agrado
Volver al hogar para una vigilia nocturna,
Nuevamente junto a sus amores.

Oh, dónde el padre y la madre se sientan,
Hay un mar de hojas muertas ante la puerta,
Como el repiqueteo de unos pequeños pies
Que ya no volverán.

Sus pensamientos vagan por la noche y el frío,
Sus lágrimas son más densas que las rocas,
¿Pero quién es éste sobre el umbral,
Tan joven y alegre?

Han venido de la Tierra de la Juventud,
Han olvidado cómo llorar,
Palabras de consuelo sobre las lenguas,
Y un beso que atesorar.

Se sientan y se quedan por un tiempo,
Besos y comodidad no faltarán;
En la mañana se robarán una sonrisa
Y una larga mirada hacia atrás.

Viviendo en un silencioso orgasmo
y desapareciendo en una anécdota

Alguien muy extraño
- Allí, allí muy arriba estoy
Arriba, en la cúpula

- No lo sé, y nadie más lo sabe… Y me temo que no podré decir esto por mucho…
Mucho tiempo.

Ha pasado…

Así que muéstrame el lugar
Al que pertenezco…

Arriba

Allí muy arriba…

Donde seré feliz…

lunes, 7 de septiembre de 2009

Aprender a llorar

No había sido una gran noche. Pensó en la tarde que desplazarse a la gran ciudad le podría reportar una noche única. Lo que ignoraba era que lo supremo en belleza, vitalidad o importancia puede radicar en cualquier sitio. El beep-beep del cierre automático fue la señal que indicaba que la noche había terminado. 27 kilómetros hasta casa. Nada le iba a hacer recordar aquella noche, de manera especial. Había visto muchos cuerpos de niñas bonitas, pero ninguna fue lo suficientemente interesante para llenarle los oídos con cumplidos. Las embriagadas carcajadas de sus amigos no las sentía como propias, porque hacía mucho que sus vidas habían tornado a todos los sueños que él había sido incapaz de conseguir. Ni siquiera ya conservaba el zumbido de la indiferente música y la falta de alcohol en sangre, le había provocado tener en la cabeza, el vacío de su vida, la cansada rutina y los problemas diarios, y la vacía existencia que llevaba.
Entro en su reluciente coche negro, y al girar el contacto ya sonaban los acordes de viejos cantautores tarareando problemas eternos. No hizo falta mucha velocidad para que la luz de los xenón iluminará el asfalto más allá de los intervalos de sombra entre farola y farola. Llevaba 5 minutos al volante y enfocaba una amplía avenida cuyo final conocía pero no veía y que le sacaba directamente a la autopista. Inmerso en la conducción no había reparado en que apenas se había cruzado con algún coche, y mucho menos con un viandante, por eso se sorprendió al sentirse aminorando la velocidad al alcanzar a una joven que relucía una esbelta figura bajo la luz de una débil farola.

Casi sin consciencia y con la boca entreabierta se quedo perplejo al ver girarse a la muchacha. Su belleza era arrebatadora. La falda que a espaldas se intuía, se convirtió en un voluptoso y a la vez ceñido vestido blanco, con adornos bordados en la cintura. Partía tres dedos por encima de la desnuda rodilla y aunque no se intuía su final porque se resguardaba bajo una chaqueta negra de cuero, si pudo apreciar el cierre de un escote en V que marcaba su pecho y dibujaba el intermedio entre cordeles cruzados. Calzaba unos botines negros que le alzaban hasta poco más de la media pantorrilla, compaginados con el color de la chaqueta, el negro de su cabello y el brillo de sus ojos. De su rostro se sorprendió tener tanto detalle, pero los intensos ojos negros, enmarcados en unas cejas perfectas dejaban paso a una recta y proporcionada nariz, que te invitaba a besar su boca, dibujada en unos labios de perfecto volumen, intensa humedad y sútil color. Todo el rostro de blanca tez, resaltado por el negro color de su cabello. Una media melena abierta en el centro que encortinaba la ventana de su mirada.

El ya casi imperceptible rugir del motor acompañaba el viaje unos metros más en un baile ya de pasmosa lentitud, hasta el momento en el que clavo su mirada en el espejo retrovisor y la vió gritando, con la mano levantada. Paro el coche sin hacerlo forzadamente, puesto que llevaba frenando varios metros atrás, tal y como el que se apostilla ante cada opción para soñar. Durante breves segundos pensó en partir nuevamente, subir el volumén de la radio e intentar olvidar. Pero aquella imagen onírica ya la tenía clavada en su mente y le pudó más la curiosidad que el miedo o el pasotismo. Y eso era precisamente. Curiosidad. No había lujuria, ni violencia tras aquellos faros traseros de poderoso color rojo. Quiso pisar el embrague y dar marcha atrás, pero no tuvo tiempo, puesto que ya una frágil mano abria la puerta de acompañante.

"¡Hola!, -sonó en el habitáculo silenciando la música-, ¿tú eres de mi pueblo, no? Iba para la estación de autobuses a coger el primero a las 7 de la mañana, pero al verte me he dicho que quizás no te importaría llevarme, y por eso te salude".

La noche es imprevista y soñadora. Jamás se le hubiera ocurrido que una belleza tan atrayente se postrara ante su coche, pidiendo un favor, sin ninguna muestra de temor, quizás porqué ya estaba embaucado por sus cantos de sirena.

Agarrando con la mano izquierda el volante le dijo "¿Dónde Vives?", y ella le comento que en la urbanización a la entrada, en un pequeño chalet, en la calle Edimburgo. "Está bien; te llevo". Y sin perder más tiempo, el sonar del cierre de la puerta y un nuevo arrancar del coche, fueron todo en uno. Les esperaban un largo camino y una noche oscura, pero ambos tenían la certeza de que no lo hacían ya sólos.

"¿Y cómo te llamas?" Alba, me llamó Alba; "¡ahh, qué bonito! yo soy Esteban; ¿No recuerdo haberte visto pero si qué tu cara me suena?, no sé por qué." "Yo a ti si te he visto por allí, y tu coche también; es muy bonito" -replicó Alba. Consumían los últimos intervalos de luz artificial antes de inmiscuirse en la oscuridad de la autopista. La luz azulada que desprendía la ingeniería alemana iluminaba el asfalto, mientras ambos se acompañaban mutuamente. "¿Y cómo es que ibas sóla?" -le pregunto Esteban. La chica no se limitó a girar la cabeza o balbucear una respuesta de mala gana. Giro su cuerpo desde su cintura hacia la posición de Esteban, y con plena sensualidad junto sus muslos y separo a la vez sus pies, llenando el cuadro de inocencia y misterio. Su rostro jugaba con una media sonrisa de plena confianza, y una mirada viva y dulce que dieron dimensión eterna a la pregunta. Con confianza le contó que no estaba muy animada para continuar la "fiesta" y que pensaba en dar un paseo hasta la estación de autobuses. "¿No tienes miedo a la oscuridad?" -respondió en tono jocoso Esteban- "¡Qué va!; La noche es lo mejor. Poder salir y sentir la temperatura fría del ambiente, las almas que pululan en la noche... Es un lujazo, de verdad. Me encanta. Salir con mis amigas o pasear con mi perro... Se puede decir que soy un animal nocturno!!!". Divertida estalló en carcajadas, mientras Esteban fijamente se concentraba en la carretera y esbozaba una media sonrisa.

Pronto los kilómetros se empezaron a descontar del camino y a añadirse a la pesadez de los cuerpos que no de las mentes enfrascadas en tan placentera conversación. -¿Mi novia?, -preguntó sorprendido Esteban- Hace mucho que no tengo a nadie para decirle esa palabra, o dedicarle mi corazón. La pesadumbre, apareció en un rostro cansado de correrías sin destino y finales sin camino. -Cualquiera queria estar contigo, - si jeje, seguro. Tú si que puedes tener al que quieras, me sigue sorprendiendo que nadie se haya prestado esta noche para ir contigo. A la contestación de Esteban, no le siguieron palabras expulsadas de los labios de Alba. Fue su corazón el que dijo que hay caminos que inevitables se hacen por soledad, y un frío recorrió el habitáculo y helo los cuerpos.

El velocímetro por fin alcanzo los 120 km/h velocidad de crucero para el destino y para evitar sobresaltos. Y con la noche como testigo, hablaron de sueños. De cómo ser felices, de si alguna vez lo han sido, y ambos empezaron a soñar con hacerlo juntos. Así fue como Esteban descubrió entre miradas de intenso negro y latente curiosidad la simpatía que radiaba Alba, mientras ella a su vez dejo deslizar su chaqueta para quedarse con los hombros desnudos de nacar, y postrarse hacia el asiento trasero para dejar su prenda arrebatada.

Tal imagén mascullada con el rabillo del ojo provoco la turbación del conductor, que sin dejar de pensar en tan bella imagen, su cabeza sólo le hacia apreciar la inocencia y interés que despertaba la jovén Alba.

La soltura y la dinámica Alba sentenciaba al amor a un Esteban que a su vez conseguía en los oscuros ojos de su acompañante como conseguía él hacerse un hueco. Ambos reían y sentían crecer un sentimiento que casi siempre tarda mucho en hacerse fuerte, pero que en ocasiones puede abrazar dos almas gemelas, que sólo necesitan decirse una vez hola, para hacerse eternos.

De repente la niebla cerró la carretera y turbó el camino del que ya apenas quedaban unos 15 kilómetros. -Tengo unas ganas enormes de viajar -sentenció Alba. Siempre pensé en hacerlo con el chico que me gustará, en recorrer y conocer mundo, ir de aquí para allá, Italia, pero también España, América... Y ahora que no encuentro a nadie que quiera acompañarme me voy a tener que ir sola. Aquí comenzaron unas carcajadas mitad fruto de la ocurrencia, tres-cuartos de la frustación que Esteban no dudo en acompañar, con un rotundo, "yo voy a dónde tu quisieras". Así comenzaron a desengrañar destinos, playas vistas y oídas, pero jamás visitadas. Ciudades de indómita belleza tan sólo referenciadas en atlas y sueños. "Con un tio como tú, si que podría estar segura, jeje". "No iba a dejar que te pasará nada, en ningún sitio", soltó un ya confiado Esteban, mientras pensaba en cómo esta dulce criatura, había arañado su principal sueño de salir de esta misera provincia, de una paupérrima sociedad a nivel económico pero también moral.

Y así tomaron la salida 27. Era ideal para entrar en la urbanización de... Cinco o seis curvas, reviradas, a izquierdas y derechas, para enfilar una rotonda que daba el acceso a una retahíla de coquetos chalets unifamiliares, agrupados en unas 18 calles en forma de manzana. Calle Estocolmo. "No por aquí no, vete hasta el última calle y esa es", le dijo Alba. Esteban no pudo acelerar por el vaivén de los badenes, pero tampoco tardo en demasía para girar hacia la derecha. Coche de tan cuidado y preciso diseño, sumado a la pericia del conductor apenas provoco una turbación en el ambiente, pero eso no impidió que 3 o 4 casas adelante, se oyeran los ladridos de un perro. "Esté ya me ha olido" solto jocosa Alba, y señalaba su casa. "Mi perro siempre que dobló la esquina ya sabe que vengo".

Esteban aparco el coche, pero no quito el contacto. Las luces seguían iluminando el final de una calle, que se intuía pero desconocía, x la frondosidad de una niebla que nadie se habría atrevido a predecir. Ambos se miraron, y andaron el camino hacia un beso que deseaban más que nada. Pero Alba, no quiso encantar ya a su amado y deposito sus labios en la mejilla del jovén, para después pedirle que mañana viniera a buscarla, en un ruego, un susurro, que no consiguió silenciar el atronado ladrido del perro.

Alba, perdía una lágrima en la despedida que tenia su reflejo en la que resbalaba por el rostro de un Esteban, convencido de haber conocido al amor de su vida. La jovén abrió la puerta y salió del coche, para antes que Esteban la buscará atravesar la puerta, sólo pudiera encontrar el cierre de la valle del chalet. Hasta el perro había callado ante tal muestra de respeto y amor, e incluso la niebla abandonaba el lugar después de haber presenciado tan tierno espectáculo.

Esteban ya se disponía a buscar el camino a su cama, para quizás intentar continuar la noche con su nueva amada entre sueños, cuando se percató de que la chaqueta de Alba, estaba en su asiento trasero. Paró el coche, y pensó que hacer. No eran horas para ir a llamar a la puerta, pero vió que la luz de la entrada de la casa seguía encendida. Entonces agarró la prenda, y marcho con gran rapidez hacia la puerta que daba al jardín delantero. Allí de cuquillas, pudo ver al perro, un border coiler, echado, despierto pero con un rostro pleno de melancolía. Buscando la ecuanimidad entre gritos y susurros llamó a Alba, varias veces, hasta ver abrirse la puerta.

No fue la joven la que salió de la casa, sino una mujer ya mayor, que no vieja. De esas personas de belleza sutil e impulsiva, que sin duda era la madre de Alba. Rondaría unos 45 años, pero su rostro iluminado por la luz del recibidor, mostraba muchas más marcas, quizás no de edad y si de sufrimiento. "¿Qué quieres?", le expeto a un Esteban sorprendio y avergonzado. "Devolverle la chaqueta a Alba", y le mostró a la mujer la chaqueta de cuero negra, que lucía su hija. Está no pudo más que arrodillarse y comenzar a llorar, al darse cuenta de que era la prenda de su hija. De una hija que hacía ya mucho que no pasaba por casa, de una hija que ahora sólo puede llorar frente a una piedra. Una piedra que cayó en el ánimo de Esteban que enamorado y engañado por las ánimas sólo era capaz de encontrar el confort en la muerte.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Destinos cruzados

El domingo por la noche me acoste pensando en este momento, en plantarme delante del ordenador y escribir lo que sentía o pensaba sentir. También en una semana de preparar las 3 o 4 cositas necesarias, para, para... Pero la magia se acabó, volvió la desazón... Ahora llevo aquí con 3 líneas escritas ni se sabe... la inspiración se ha tornado en violencia. Después de todo esto he escrito cosas bellas, he dibujado mis sentimientos y conozco los tuyos. También las imposibilidades y las dificultades. Y también por qué no decirlo, me he cagado en mi puta vida, y he intentado desmentir tus sentimientos, aunque extrañamente, y pese a mi natural pesimismo, la luz sigue brillando, aunque quebrada por mis gritos de angustia.

Sin objetivo para estos días me he quedado, y aunque estoy muy confiado y seguro de mi mismo, no he dejado de tener ese impulso de ir a verte, de secuestrarte y quedarnos a vivir en cualquier parte; sin más necesidad que nosotros mismos. Conozco lo que sentimos y el por qué de no haber podido dormir juntos estas noches, y... sé que ambos queremos lo mismo...

Sin ninguna gana de fiesta, de disfrutar, de vivir. Pero no me resignó ni a luchar por ti, ni a intentar llevar mi vida, paso a paso, aunque sea sólo.


Sólo tú le das brillo y Amor a mi Corazón.
Sólo tú me miras con tanta pureza y belleza interior.
Sólo tú llenas de Alegría a mi Alma.
Sólo tú conoces mis secretos, deseos y anhelos.
Sólo tú me transmites calor con tus manos.
Sólo tú me das fuerzas para seguir viviendo.
Sólo tú me hablas con tanta dulzura.
Sólo tú me escuchas con tanta paciencia.
Sólo tú me acaricias con tanta delicadeza.
Sólo tú me besas con tanta ternura.
Sólo tú me comprendes con tanta sutileza.
Sólo tú haces que me sienta el Ser más Feliz del Universo.
Sólo tú me das tanta seguridad en mí mismo y en lo que siento.
Sólo tú me calmas y tranquilizas cuando estoy mal.
Sólo tú eres el que puede entrar en mi Corazón y en mi Ser.
Sólo tú me abrigas cuando tengo frío.
Sólo tú eres y serás la Dueña de mi Corazón.
Sólo tú eres mi Sueño hecho realidad.
Sólo tú eres y serás la que me ama y me amará siempre.
Sólo tú sabes mi destino, como yo sé el tuyo.
Sólo tú puedes soñar conmigo despierto.
Sólo tú tienes la fuerza para hacerme luchar.
Sólo tú eres capaz de hacerme llorar y reir, de reir y llorar, sucediéndose o a la vez,
risas y lágrimas de vida propia, nunca efímeras, siempre latentes.
Sólo tú me haces hablar del amor.
Sólo tú me has demuestrado lo que significa la sinceridad.
Sólo tú le das significado a todas las canciones.
Sólo tú mueves mis lápiceros, agitas mi mente,
Y sólo tú llevas puesto mi corazón de complemento.
Sólo tu recuerdo es más intenso que las caricias ajenas que no consiguen olvidarme de ti.
Sólo tú.
Sólo tú me distes el mejor momento de mi vida. (y el Palmar).
Sólo tú haces que me entregue.
Sólo por tus besos vale la pena luchar.
Sólo por verte despertar cada día, merece la pena vivir...
Sólo tú eres a la que amo y amaré eternamente!

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...