Homenaje y agradecimiento de un heavy a Ronnie James Dio, fallecido en el día de ayer debido a un cáncer de estómago.
Subimos al pajaro ardiente que surca los mares en busca de las melodias del maligno. los acordes de la rabia, las sinfonias del desahogo y el pentagrama de la emocion. Planeamos por la oscuridad de la noche, con los ojos puestos en el horizonte, la llama viva del metal que arde en el monte del destino. Tornamos en el espejo la voluntad del diablo y alzamos los puños al cielo enfundados en plata y cuero. Son señales de desafío respondido con los truenos de oídos necios y cobardes en la espiral del destino de noches emblemáticas que ya sólo se alojarán en la memoria y jamás serán recordadas. La luz será fuerte e intensa en la inmensa oscuridad, los primeros gritos y acordes socavarán tu entierro, buscando imitar la voz del desaparecido del padre y señor del metal. Y así cada vez la espada y el guante de ácero serán todo uno y cortarán el yermo de tu olvido, porque prohibido queda olvidar a alguno de los legendarios, porque serán historia y serán leyenda eterna, recordada en el vacío de sus melodías. El recuerdo del elfo mago no conocerá el fin de las noches, pues será el acompañante del guerrero en su búsqueda del paraíso, en la conquista de victorias y los placeres de las virgenes y en las orgías del alcohol. Y allí en esa negra colina de acordes malignos cada noche, en la soledad de una habitación, en el habitáculo de un dispositivo del diablo, en los bares de barras y jarras, o donde cabalgue un caballero negro sobre su corcel, sabremos que sigues vivo en tú música, en el recuerdo de un inigualable timbre e intensidad vocal, en letras de emociones desorbitadas, en el gesto que nos une en cada velada del metal... Las voces se aunarán y por siempre Dio resucitará!!!
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