jueves, 29 de junio de 2017

Una moto sierra sobre un escenario



Llega el momento de recuperar uno de sus hilos temáticos de mi blog que más ha ido sorprendiendo al público, frecuente o casual, que ha llegado a él. Hablo de la línea temática que dedico a esos grupos de rock y metal curiosos, bien sea en su puesta en escena, sus letras, sus biografías o en todo el conjunto.
Y hoy voy a escribir sobre Jackyl.
Seguro que no te suena de nada. Pertenece a ese grupo de bandas underground, fuera de foco y radar, incluso de las publicaciones expertas o de los periodistas más entendidos. Sus incursiones en los circuitos convencionales del sector son más bien escasas, y casi nulas, cuando salen de Estados Unidos, su país natal.
Yo los conocí, su propuesta, porque todavía no los he visto en directo, gracias a un ex compañero de trabajo a la par aficionado y responsable de una buena web de metal. Él los conocía de una de las promos que antiguamente llegaban también a los simples aficionados, promovidas por discográficas y distribuidores (desconozco si estas todavía llegan a día de hoy a los portales de información). Su hard rock claramente reminiscente al AC/DC de finales de los 80 y su The Razor’s Edge, se mezclaba sin no muy buena armonía que digamos, influencias folk al más puro estilo de la Creedence o Free, que por su origen sureño (son de Georgia) eran inevitables.
Lo sé. No es el tipo de música que escucho en mi casa, de manera pausada y reflexionada. No están en mis discos, ni repositorios físicos o virtuales. Y tampoco es un grupo por el que la liaría por ir a verlos en vivo. Pero del mismo modo hay que asegurar que es de los tipos de músicos que saben cómo hacértelo pasar en grande sobre un escenario. No cabe ninguna duda de que montan un show colosal, gamberro y divertido a partes iguales, y en el que sales de allí con la sensación de sentirte sucio, pero encantado de haber vivido una experiencia única.
Y es que, desde luego, a originales no les gana nadie y es por eso es por lo que se han ganado, ya lo hicieron hace mucho tiempo, que les dedique un rato para ilustrarme, escribir sobre ellos y acercarlos y compartir con vosotros algo de su música.
Una moto sierra
Su canción más conocida es The Lumberjack, single de su primer álbum de estudio de 1992, titulado, como ellos mismos, Jackyl. Se trata de una declaración de intenciones clara y directa. Hard rock sureño desgarrado, que apesta a bourbon y pólvora. Una letra ácida y cachonda a la que le acompaña en todo momento una moto sierra.
Los marcados riffs son aceleraciones del motor de la maquina. Acompaña una viva batería y otra guitarra que tímida aguanta el brío de la moto sierra que se come todo menos la desgarrada voz de Jesse James Dupree, cantante, líder y creador de la banda que continua hoy al piel del cañón. Su voz que juega entre los registros de cantante Steve Kudlow de Anvil y los del mejor Brian Johnson de los AC/DC es la otra gran seña de identidad.
Así hasta llegar a un primoroso sólo de moto sierra que enloquece a quien lo escucha y lo ve. Se marcan las notas a golpe de gatillo, y el sonido metálico de cadena y dientes de acero engrasados emula los de la mejor afinada guitarra Les Paul. Todo ello, ejecutado sin camiseta y con los habituales haedbangs y demás parafernalia heavy, por lo que ante tanto movimiento no es de extrañar que haya quien tema por la integridad física del virtuoso “músico”.
Es el propio Dupree el que maneja la moto sierra durante el vídeo oficial y al final del concierto que es la canción con la que habitualmente cierran sus setlists. Todo como un homenaje a su padre y hermano, y a su infancia en la que muchos días compartían el monte, la moto sierra y una camioneta chevi oxidada.
La “novedad” de incluir una moto sierra entre el equipaje a la hora de afrontar un concierto, hizo que Jackyl entrará en los circuitos americanos de festivales donde destacaron en su actuación en Woodstock 94. También, fueron dando saltos a otros países destacando en Iberoamérica donde en lugares como Chile o Perú son considerados como una banda de primer nivel.
Aquí os dejo alguno más de sus temas, más conocidos y más clásicos en su puesta en escena, pero sin dejar de lado la coherencia de un grupo sureño: Buen hard rock, letras y ritmos folk, camisas de cuadros, chicas con poca ropa, bourbon y alguna bandera confederada.













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