lunes, 26 de mayo de 2008

¡¡¡Cómo esta la música!!!



Hacemos un alto en el camino y dejo de alardear de "mis movidas" y de rojezes varias para hablar de música. Y no vamos a hablar como esperaís, de heavy, hard rock, rock classic, gothic metal o gotemburg metal, sino que le vamos a dedicar este espacio a la cultura musical de masas de este país que no necesita de mucho talento para hacerse oír (y hacerse asquear) y que causa estragos en la población sumisa de la SGAE y las compañías discográficas. Que en ocasiones aparezcan productos como el Chiki, Chiki nos impiden disimular nuestro orgullo en tener gustos propios.

Empezaremos por orden cronológico y para ello descargaremos nuestra ira contra el atentado cometido el martes pasado. Enfrascado en el maravilloso mundo de House, entro mi hermano en el salón para inquirirme que cambiará de canal. Sacrifique por unos minutos a House en un acto de barbarie contra mi mismo, y sintonice Operación Truño (digo Triunfo). A los "bien-pensantes" de Tele5 no se les ocurrió otra cosa que hacer que dos triunfitos, imberbes y en pañales, cantantes de segunda fila (no, artistas no, porque estos son interpretes, como los de las verbenas veraniegas; estos no crean, solo vomitan y repiten lo que otros han creado) destrozaban un himno de toda una generación, un símbolo de la apatía, la sinrazón y el ocaso de niños perdidos. y en definitiva, un single sin el cual no se podría explicar la historia del rock y de la música en los 90. Hablo de "Smell like teen spirit" de los inconfundibles Nirvana (a quienes les debo una actualización).

Asistí a ese espectáculo enlatado de niños pijos, groupies de MTV como diría el maestro Sabina, que seguramente saldrían de allí pensando que habían escuchado en vivo algo "Heavy", cuando en realidad tuvimos que soportar todos los espectadores (en mi caso, casual), un ridículo espantoso encabezado por dos niñatos, convencidos así mismos como muchachos rompedores, al destripar la esencia de un símbolo inviolable. Sus "pintas" desmarcadas por completo del submundo grunge, su gestualidad encorsetada propia de los despampanantes mundos del pop, más cercano a los supuestamente rockeros El Canto del loco que a otra cosa medianamente merecedora de esta canción, y por último, un par de mini-voces que no juntaban entre las dos, la mitad de la fuerza desgarradora del desaparecido Kurt Cobain.

Puede gustar o no este género -de hecho yo precisamente no soy el fan número 1-, pero tras aquello, no es de extrañar que hasta mi señora madre se revolviera del sillón al ver con sus propios ojos semejante estupidez, y tuviera la tentación de zapear.

Para predicar con el ejemplo, y para quienes fueron los afortunados que no pasaban repentinamente por delante de televisores con la cadena Telecinco puesta, les animo a que experimenten lo que yo.

Primero, los antecedentes. Seguro que todos la habréis escuchado, pero os refresco la memoria. Nada más que comentar sobre ella. Escuchad primero esto:


A continuación sienta vergüenza ajena, y experimenten el escarnio inducido que estos dos valientes imbéciles, cuyo nombre por suerte desconozco cometieron; Tampoco de desdeñar es la respuesta de ese personaje de subcultura llamado Risto.

Conclusiones:
1. Risto es un tipo imbécil, narcisista y un chulo de barrio. Pero, al menos hoy, y sin entrar a valorar en lo que yo considero como un papel de "jugador" dentro del "juego" que es el morbo y la violencia verbal gratuita (carnaza para el espectador al fin y al cabo), que se ha convertido tanto OT como la inmensa mayoría del resto de la programación de Telecinco, quiero romper una lanza a su favor tras su reacción al final de la canción;
2. La Televisión de prime time, es un negocio en apariencia gratuito para el espectador, pero la pregunta es: el caldo de cultivo que provoca para la ignorancia ¿lo paga cada espectador de manera individual o la sociedad entera teniendo que soportar las memeces que algunos sin-neuronas adquieren viendo la tele-basura?
3. La Música es un arte; una vía de comunicación entre seres humanos, que entre los múltiples estilos y épocas ha intentado dar sentido al mundo a través de la belleza, siendo esta universal para todos. Entendiendo esto como es posible que exista la SGAE, y lo más importante: ¿le cobrarán a Tele5 derechos de autor en nombre de Kurt Cobain por semejante sacrilegio?. Lo normal sería que sí; lo moral sería que no, porque es tan grande el destrozo que sería el propio Kurt, bueno mejor dicho Courtney Love, la que exigiera el cobro.

Sigamos hacia adelante y parémonos para disertar sobre Eurovisión. Festival audiovisual, de espiritú verbenero; oda a la canción ligera, orgullo de "frikis" y espejo socio-político europeo, en el que las Alianzas, los pactos y las Ententes alimentan todo tipo de hipótesis más allá de las que los hechos nos dejan ver. El Festival creado en 1956 ha ido transcurriendo año a año con las mismas directrices. España que solo venció en 1968 (alimentado en la polémica) y 1969 (de forma conjunta) es socio fundador del certamen, junto a Reino Unido, Alemania y Francia. En todos estos años ha dejado grandes actuaciones y descubierto a algunos de los mejores grupos de la historia de la música, como por ejemplo ABBA.



Pero lo que siempre ha existido y se ha alimentado son las sospechas. Compra de votos, conjuraciones secretas entre países afines. Francia que nunca nos vota, ¡jeje! y así año a año, cayendo en la desilusión, como en las Eurocopas y los Mundiales. Ahora se ha puesto de moda el festival en los países del Este, del antiguo bloque soviético o de la extinta Yugoslavia. Estas Repúblicas hermanadas por una historia y un futuro común viven el espectáculo con máxima intensidad, como un acontecimiento nacional y simbólico y en los últimos años se vienen repartiendo "democráticamente" los galardones.

Al resto del público que vive tranquilamente sin preocuparse por estas lides, el festival de Eurovisión nos sirve para descubrir todas esas bellezas indo-europeas que acuden a representar a sus países.

Elena Paparizou, representante de Grecia en 2006



Gisela, cantante de OT española que represento a Andorra en 2008

Sólo tuvimos una especial emoción, aquellos heavys, en aquel año en el que Finlandia, fiel a su música mando a Eurovisión a Lordi. Vencieron entonces, con aquel Hard Rock Hallelujah, y aunque múltiples sospechas también existen, no cabe duda de que fueron los mejores, los más innovadores e inaguraron una tradición genial. Sería maravilloso ver un año por ejemplo a Moonspell representando a Porgual, a Vader por Polonia, Sonata Arctica por Finlandia, In Flames por Suecia, Paradise Lost por Reino Unido, Epica por Holanda, Wildpath por Francia. De ilusiones se viven.



Pero este año algo diferente había. TVE en su afán de reflotar el concurso inició un debate. Colgo en internet la posibilidad de todo el que quisiera pudiera presentarse. Hasta aquí todo normal. Las discográficas y los interpretes de verano mandaron todo su arsenal, con continuo spam para ser los agraciados. Pero aquí Buenafuente lo vió claro: Qué mejor manera de denunciar y reírnos a costa de toda Europa. Con la ayuda de Santiago Segura y Pedro Guerra y la soberbia interpretación de David Fernández (Santi Clima, jeje) se inventaron un personaje; un cantante de acento porteño, vestuario desfasado, tupe incorrupto, enormes gafas y gracejo forzado. Acompañado por su guitarra Luciana y las patosas bailarinas Disco y Gráfica vapulearon las ondas, internet y devoro el propio producto de TVE: Salieron elegidos para representar a España en Belgrado en el Festival de Eurovisión 2008. Entonces TVE tiro pa alante con el invento. Tuvieron que apaciguar a las vacas sagradas, entre ellas al eterno presentador del festival, el señor Urribarri. Durante dos meses ha estado continuamente machacando con el producto. Se fueron inventando galas, siendo la más provechosa para los sentidos en las que eligieron a las bailarinas.



El Baile del ChikiChiki lo tenía todo. Un personaje surrealista al mando, dos patosas a los lados haciendo el indio, tres tías buenísimas, un ritmo peleón y bailable y una letra para partirse la caja. Y así con estos ingredientes llegaron a Belgrado, actuaron, se rieron e hicieron que nos riéramos de toda Europa, de toda esta gente que se lo toma tan en serio. Su actuación memorable y recordada. La máxima audiencia; Eurovisión salvada.




Al final ganó Rusia
(avatares energéticos aparte y coaliciones entre vecinos). Chikilicuatre quedo el 16, mejorando las actuaciones de los últimos 5 años, y lo más importante ayudo de forma importante a mostrar como somos en España. Nuestro cachondeo y fiesta se regodeo en Europa.


Para terminar y para dejar un buen sabor de boca musical, dos vídeos:



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