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viernes, 27 de octubre de 2017

Aquellos Sacramento Kings



Corría 1998 cuando en el draft de la NBA, Sacramento Kings, elegían a Jason Williams en el número 7 producto de la Universidad de Florida. Llegaba a un equipo incipiente, nuevo proyecto de los hermanos Maalouf, que de la mano de Geoff Petrie como General Manager, y de Rick Adelman como primer entrenador, trataban de poner a Sacramento en el mapa baloncestístico americano.
Junto a esta elección del draft también llegaba Chris Webber. El genial ala-pivot de talento descomunal, pero marcado por su etapa en Michigan (equipo de los "5 magníficos" y aquel tiempo muerto, sin tiempos muertos que costo el título a los “Wolverines”) y de su relación con Pj Carlessimo en Golden State. Aquella temporada del lock-out la incidencia en victorias fue mínima, pero se vio como el estilo desenfadado y espectacular llegaba a esta franquicia y se podía ver como periódicamente alguna de sus jugadas aparecían en los resúmenes de las mejores jugadas de la NBA.


Pero fue 1999 cuando los Sacramento Kings se hicieron un hueco en el corazón de todos los aficionados. El espectáculo era su seña de identidad, y bajo esta premisa reunieron en el equipo una amalgama de talento ofensivo jamás vista en una sola franquicia NBA.
Cuando hoy vemos a los nuevos “super” equipos como Cleveland Cavaliers o Golden State Warriors sumando jugadores con All Stars parece lejano el recuerdo y legado de aquel equipo que a finales del siglo pasado y principio de éste maravillo en base a un estilo preciosista donde la virtuosidad no estaba reñida con el objetivo, y lo efectista se convertía en efectivo. Aquellos Sacramento Kings eran una forma novedosa en el tiempo más cercano para formar un equipo de baloncesto, pero recordaba a los años de la ABA, y aquellos 70s y 80s que pusieron los cimientos para el seguimiento de la mejor liga del mundo. Todos, los buenos aficionados, recordamos con cariño quien pudo disfrutarlos y con admiración quienes lo hacemos en le tiempo, a aquellos equipos que se pusieron el espectáculo por montera y ofrecían diversión y talento a raudales para configurar el baloncesto profesional como una opción más, y la más especial, de ocio televisivo en Estados Unidos y luego ya en todo el mundo.
Jason Williams, Doug Christie, Corlis Williamson, Chris Webber y Vlade Divac, eran los titulares. Bobby Jackson, Dan Martin, Nick Anderson, Pedja Stojakovic, Jon Barry, Lawrence Funderburke, Scott Pollard, eran los suplentes. Todo lo que rodeaba al equipo más espectacular de la NBA era maravilloso: las predicciones apocalípticas de Funderburke, las patillas y el estilo de Pollard, la celosa mujer de Christie, la infancia y adolescencia de Williams, las peripecias entre las fronteras y nacionalidades griega, serbia y bosnia del jovencísimo Stojakovic o los antecedentes leoneses del mítico Pete Carrill, asistant coach de Adelman, y que llegaban a nosotros con las fantásticas retransmisiones de esos cracks de cracks como eran Andrés Montes y Antoni Daimiel.



Año a año más aficionados se volvían locos cuando tenían la posibilidad de ver un partido de los Kings. La camiseta con el 55 de Williams era la segunda más vendida de toda la NBA y jugadores del equipo acaparaban nominaciones (Webber, Divac, Stojakovic, jugadores de la semana, del mes, All Stars...). El Arco Arena se llenaba noche tras noche acumulando la mayor racha de llenos consecutivos de la historia del deporte americano (316 llenos consecutivos). La gente disfrutaba con su equipo y presumía.

Sin embargo la ambición de los Maalouf no se veía saciada, sobre todo porque el equipo no acababa de tener un balance alto en temporada regular, y siempre en en primera ronda topaban contra el claro favorito (Spurs, Lakers de O' Neal, Jazz de Stockton & Malone). Siendo especialmente dura la del año 2001 cuando en 4 partidos los Lakers destrozaban a los capitalinos del estado de California.


Esto promovió el traspaso la misma noche del draft. Cuando Jason Williams fue enviado a Memphis Grizzlies, a cambió de Mike Bibby. El pequeño base de la Universidad de Arizona, hijo de Henri Bibby, de un talento ofensivo demoledor, pero más cerebral que Williams.
El cambio fue inmediato. Sacramento paso a rondar las 60 victorias y el ansiado anillo comenzaba a engarzarse en torno a los dedos del equipo que más enamoraba por su juego en la NBA. Las plantillas que se fueron reuniendo eran tremendas. El talento ofensivo era cada vez mayor. Eligiendo ya en posiciones retrasadas del draft, jugadores como Hedo Turkoglu, Darius Songaila, Gerald Wallace o Kevin Martin apuntalaban la riqueza ofensiva de los Kings. Llegaba un Brad Miller que sustituía de manera brillante al retirado Divac. Durante 6 años Sacramento anotaba más de 110 puntos de media y lideraba el ránking de asistencias con más de 30.

El juego era primoroso. De una perfección exquisita. Movimiento de balón concreto y preciso. Movilidad de los jugadores desde y en todas las posiciones. Arte hecho baloncesto. Con una retro alimentación clara ya que cuanto mejor atacaba más defendía, y si defendía bien, corría y anotaba con más ahínco.




El momento culmen fue el playoff de 2002. Tras barrer a Utah Jazz (equipo ya en declive) y a Dallas Mavericks (en ascenso) la Final de Conferencia Oeste les enfrentaba a Los Angeles Lakers. La serie estaba caldeada. Se vendía como el enfrentamiento snobs vs. catetos (palabras de O´Neal) y se prepararon las noches de los cencerros en el Arco Arena. La eliminatoria era reñida. Se llego al quinto partido en el Staples con empate a 2, habiendo vencido siempre los caseros, con especial mención a aquel triple en el último segundo de Robert Horry en el segundo tras el palmeo a donde no debía haber nadie de Divac. Así era ese extraño elemento llamando Robert Horry. Pero aquí un gran partido de Chris Webber, Mike Bibby (canastón final) y Divac daba el punto a favor de Sacramento. A los 4 días se veían las caras en el Arco Arena. El partido fue equilibrado y se llego al tiempo de prórroga. Allí se impuso el artículo 34. Shaquille O'Neal llego a los 35 puntos, 12 en ese período extra, y empataba la serie.


Pero en el séptimo la mala suerte se cebo con Sacramento. Stojakovic inconmensurable en todos los playoffs, venía tocado desde el 4º partido. Y en el definitivo sus porcentajes bajaron ostensiblemente. Stojakovic fallaba, mientras que Fox, Fisher o George cumplimentaban a Bryant y a Shaq como Phill Jackson quería. Los esfuerzos de Bibby y Webber fueron baldíos. L.A. llegaba a la final de la NBA para barrer en ella a New Jersey. El sueño de los kings estuvo cerca, muy cerca, pero se convirtió en pesadilla.


Con los años se ha sabido mediante a declaraciones off the record y reportajes especializados que en la NBA no querían una final entre Sacramento Kings y New Jersey Nets.
Para el comisionado David Stern y las franquicias no era recomendable arriesgarse a que la final bajará las audiencias televisivas en Estados Unidos, algo que jugándosela dos equipos de ciudades menores y con pocos aficionados fuera de sus entornos se antojaba como más que probable.
Se ha hablado de asignaciones arbitrales dudosas y en algún momento en el que he visualizado aquellos partidos, especialmente el sexto en el Arco Arena de Sacramento, se puede decir sin tapujos que hubo una conspiración, que hubo una línea arbitral para favorecer el pase de los Lakers. Faltas dudosas de los pivots de Sacramento, body-checks muy agresivos sobre la salida de bloqueo de Stojakovic que había sido un martillo pilón toda la serie y que no fueron castigados. E incluso varias jugadas en los últimos minutos de tiempo regular en los que extrañamente los relojes de posesión variaban quitando entre uno y dos segundos a los locales y otorgándoselos a los visitantes.
También en el séptimo y decisivo se sucedieron decisiones arbitrales dudosas que favorecían a la “fiebre amarilla” y que impidieron la que hubiera sido primera final de Sacramento (la franquicia ya jugó varias en los 50, logrando el título en 1951 en la ciudad Rochester (estado de Nueva York) bajo el nombre de Royals).




Desde ese momento la franquicia vive en retroceso. No se han vuelto a alcanzar el número de victorias en regular session, y en playoffs no ha vuelto a estar cerca del anillo -de hecho, ahora lleva 5 años sin alcanzar la post-temporada-. Los míticos jugadores han ido saliendo, siendo sustituidos por jugadores más mediocres en cuanto talento, e incluso discutidos en la liga. La reconstrucción sigue en marcha, y también salió Rick Adelman. De un baloncesto espectacular se ha pasado a las catacumbas de la NBA. El equipo aburre y no gana. Y pasarán varias temporadas hasta que vuelva a entrar en playoffs.


Pero Sacramento Kings fue el enganche a la NBA de toda una generación. Ha sido el equipo que mejor baloncesto colectivo ha practicado por encima de Lakers o Bulls. Siempre guardará un hueco en nuestro corazón, aunque ahora se turbe. Y es que el deporte es un espectáculo, una forma de ver la vida y nunca la hubo tan bella. Sacramento Kings y toda su organigrama emprendió una forma de crecer basada en el talento y el espectáculo, en hacer disfrutar a sus fans y a todos los aficionados. Gracias por hacer del basket arte.


Ahora de vez en cuando salgo a la calle o voy a una cancha con una camiseta de Jason Williams en Sacramento Kings. Voy orgulloso porque más allá de la victoria o de la derrota, esta la filosofía. El ansía de trascender y ser importante y especial para mucha gente por el modo de entender la vida, el deporte y el baloncesto en este caso. Y por ser coherente y fiel a un estilo.

Como dijo una ocasión Antoni Daimiel: "Si queréis conquistar a una chica, lo mejor que se puede hacer es invitarla a ver un partido de los Kings"


lunes, 10 de octubre de 2011

Quererse mucho o el arte de hacerse pajas

No es que este obsesionado. Ni con el sexo, ni su ausencia de él desde hace un par de meses y sustitución onanística. Cierto es que en el próximo escarceo amatorio, (me) corro el riesgo de matar a la conejita que tenga la inmensa suerte de refrotarse en la intmidad con semejante elemento, pero me apetecía hablar del tema..

Uno de esos momentos de intimidad que más placer y relajación, tiene o ha tenido la naturaleza a bien darnos para nuestro uso (abuso) y disfrute. Habló de la masturbación. Si del simple onanismo, de esa época de la vida en la que pensabas que pelartela como un mandril era una situación transitoria en la vida, pasajera y que abriría, o por lo menos no dejaba candada, una puerta a mayores placeres y con más gente en la habitación. El 5 contra el calvo, hacerse una paja, una gayola, meneársela, darle al manubrio, embocar el par, ir al autoservicio, follarse la mano, hacerse la alemana, frotarsela, cambiar las marchas, o en su acepción femenina, hacerse un dedo, frotarse el chichi, ... (qué corto ando de vocabulario onanístico femenino) pocos momentos existen tan placenteros y agradables para nuestros ratos de soledad, y sobretodo que nosotros mismos podamos hacérnoslo con el simple coste de un poco de cariño y suaves caricias.

La calienturienta mente del hombre no necesita de excesiva información estimulante (visual, auditiva, tactil o incluso olfativa...) para darse placer, por lo que el costo puede quedar en un mínimo de higiene (un par de kleneex). En ocasiones bien por azar o con intencionalidad se busca documentación, por ejemplo a través de internet (Voy a tener suerte), esos links guardados en marcadores, bajo el title de un periódico de información regional de una provincia, por la que ni has pasado ni pasarás en tu vida, o incluso en las siempre ínfimas colecciones (en relación a la cantidad de porno que hay en la red) que casi todos tenemos guardadas en una carpeta privada y oculta, bajo el inocuo nombre de Miscelánea o Baúl, a la que se llega desde una carpeta llamada papelera d reciclaje, con el icono cambiado por la original, y que se encuentra en los documentos del Administrador. La existencia de esta carpeta es una de las grandes negaciones del hombre moderno.

Ya véis, un poco de gasto eléctrico y de conexión a internet y podemos seguir dándole a la zambomba. Incluso los hay que se vienen arriba y añaden toda suerte dispar de juguetitos, lubricantes, prendas, etc... es un mundo amplio e imaginativo, por lo menos tanto, como cada persona que habita el planeta, y que juega y se divierte, primero con inocencia luego con lujuria, de sus genitales. Por no hablar de aquellas veces que nuestro amiguito, o amiguita, nuestro cuerpo en definitiva, pide guerra, y él solito se presta estimulado y diligente a llamar nuestra atención con una excitación notoria y que requiere alivio urgente. Hay mañanas muy chungas.

Pero es que la masturbación no sólo es un acto económico. Es además higiénico y útil. Nos permite investigar nuestro propio cuerpo, nuestros limites y posibilidades. Practicada en pareja, posibilita que ambos se conzcan y se compreneten mucho mejor a la hora de expresar su amor, su borrachera o su "aquí te pillo, aquí te mato" de una manera mucho mejor, placentera y delicada. Y en el caso de los hombres permite la continúa regeneración del semen, y los espermatozoides, para que en su inmensa mayoría se mantengan siempre jóvenes, vigorosos y móviles, y poder así ser más proclives a la fertilidad y tener esa posiblidad de joderte la vida cuando no lo buscas. Antes se pensaba que para provocar el embarazo era requisito fundamental tener los huevos a rebosar. Error. Los espermatozoides tienen un ciclo de vida muy corto (y con vaqueros ajustados o sleeps, más todavía), y es importante tener una actividad diaria para que el ciclo de producción se mantenga activo y funcionando. A la hora de procrear nada como un ejército de jóvenes y vigorsos espermatozoides, en vez de uno senil, cansino y en las últimas.

Ah, y se me olvidaba, ¡¡Encima te corres, qué más le puedes pedir!!

Pues hombre hay algunas cosillas que ayudarían y puestos a pedir: Qué nos dejarán masturbarnos en paz. Las religiones ese cáncer del planeta y más desde que llego en la Edad Media, las religiones monoteístas a su cénit y poder, han acusado al masturbador con su puritano dedo. Con lógica y cordura, uno pensaría que coño le importa a esta gente lo que yo haga en mi baño, o en las letrinas del medievo. Pero es posible que haya que dar un paseo por este blog para recordar que las religiones, en cualquiera de sus disfraces y máscaras han tenido como leiv motiv torturar al personal y denigrar el placer. Siempre el de los otros, inferiores infieles, no el de las castas jerárquicas ya satisfechas de tocar impudemente niños o de gozar de harenes de vírgenes golosas. Un ejemplo, San Agustín , personaje desagradable y reprimido donde los haya, anunciaba que el vicio solitario era peor a ojos de Dios que la violación o el adulterio e imponía siete años de penitencia a las masturbadoras.

Por desgracia, la ciencia médica, olvido el logos y abrazo el theos, y también estas absurdeces religiosas durante varios siglos alimentaron los códigos y libros médicos, provocando que la masturbación fuera enterrada bajo losas de mentira e intolerancia, considerándola una peligrosa desviación que provoca terribles daños en quien la sufría. Los médicos decimonónicos recomendaban el empleo de ataduras y guantes rasposos para evitar que los jóvenes destruyeran su salud por las noches. Una solución parcial, porque no podían recomendar directamente la castración. Para compensar, castraban a las mujeres, ya que la extirpación del clítoris y los labios mayores se consideraba una excelente terapia para proteger a las muchachas de la perdición. Todavía hoy en África se cerebran estas prácticas, con ciertos aires de indiferencia por parte de la comunidad internacional gobernante (NO ciudadanos de a pie y ONGs).

Algunas de las teorías científicas y filosóficas que provocaron el oscurantismo en el onanismo venían en ocasiones mentes preclaras, como por ejemplo la de Aristóteles, quien defendía que el semen venía del cerebro, por lo que "derramarlo por puros fines lucrativos" podía dejar al pajillero sin médula. Sin nadie al volante ahí arriba, vamos. De esta idiotez supina de Aristóteles, quien recordemos alejó la filosofía del hombre para ponerla al uso de los dioses con lo cual supuso un atraso frente a sus antecesores, ha quedado en el vulgo la percepción de que la masturbación produce estupidez, parálisis, e incluso ceguera, y que el joven onanístico consume fuerzas inúltimente pudiendo quedar prematuramente envejecido, tísico y desperdiciado para la sociedad y las labores del campo, quiero suponer. Encima para joder te podáis quedar calvo, y lleno de granos. Una estigmación intolerable a la masturbación.

Yo ante tal sarta de mentiras, mantenidas y consentidas solo puedo decir que desde los 13 años, le he dao al tema con entusiasmo, porque ya que te pones, lo haces bien, y sigo vivo y en muy buena forma. Tengo una buena estatura, un buen cuerpo bien trabajado. Soy fuerte, rápido, vigoroso y activo. Inteligente, genuino, gracioso, hilarante, apispado y con muchísima capacidad de improvisación. Esto no lo digo yo, lo han dicho algunas. Cierto es que el pelo va perdiendo su sitio, no por las gayolas y si por herencia genética. Lo de los granitos nunca fue un problema pasada la pubertad, salvo por una intoxicación alimentaria que tuve hace 4 años. Total, el onanismo, el placer, no tiene porque ser restringido, ni secuestrado, porque no tiene ningún perjuicio, es más solo ventajas, como las ya reseñadas allí arriba.

Por fortuna, uno dejo el catolicismo impuesto, al momento de salir de la primera comunición y ver que los regalos más allá de mis padres, no fueron para tanto, por lo que levantarte pronto un domingo para ir a pasar frío a una iglesia, oír memeces y oler a incienso dejó de ser cita ineludible. No lo recuerdo, pero seguro que mientras otros estaban en misa, yo ya le daba a la mangotera con vigor y frucción. Pero a todos se nos ha quedado grabado algún comentario de algún sacerdote en tv o en esa (anti)educación sexual retrógrada que se ha dao muchos años en este país, en el que te venían a decir que de tanto masturbarte podías quedar disminuido para cuando te hiciera falta.


Pues qué queréis que os diga. Lo cierto es que aunque ya hace tiempo, desde que se acabo el factor superarse a si mismo, no paso de 3 diarias, mantengo una alegre, cariñosa y compañera relación con mi polla, y las reservas no tienen viso de acabarse. Así que como sé que no van a encontrar mejores argumentos para dejar de zumbarmela, seguiré haciéndolo hasta mi muerte, a no ser que consiga morir placidamente, que en mi caso, sería algo así como morir follando. (Muerte por kiki.







Pero en el caso de las mujeres, como siempre, todo es peor. Los peligros que persiguen a la joven onanista son, si cabe, más aterradores que los del varón. En 1870, el doctor Francis Cooke alertó sobre la lacra que amenazaba a la civilización en su obra Satan in Society. Las doncellas victorianas, lejos de guardar su pureza para el altar del matrimonio, se profanaban con el nefasto y solitario crimen de la masturbación. Peor aún, la degradación se camuflaba bajo el disfraz de la amistad ya que, lejos de las miradas de sus padres, las jovencitas estimulaban mutuamente sus genitales, arrastrándose hacia el abismo de los lechos sudorosos. Ufff, cuidao que me está surgiendo algo entre manos.

¿Qué daños se causan las muchachas con sus febriles frotes? Ellas no eyaculan oleadas de médula. Pero ¡ay! la mente femenina, de por sí frágil, se debilita por los espasmos  del tocamiento. La obsesión enfermiza por el placer ahoga el propio deseo de vivir, dejando tras de sí abotargadas jóvenes de rostro macilento, profundas ojeras, y respiración lenta y difícil. Sus cuerpos se vuelven blandos, pesados, sus movimientos torpes y erráticos. Reducidas a muertas vivientes, las desdichadas consumen sus últimas fuerzas, empujadas a la tumba por el desenfreno. Las supervivientes quedan imposibilitadas de concebir hijos sanos. Si por un milagro la onanista llega a reproducirse, su vástago nacerá debil, enfermizo, tísico,  probablemente idiota, apenas humano.

Otro médico, el doctor Talmey, lo resumió con más precisión: la autoindulgencia conduce a la anemia, la malnutrición, la astenia muscular y el agotamiento mental y nervioso. La mujer inmoderada se delata por su palidez, su melancolía y su incapacidad para enfrentarse a cualquier trabajo mental o corporal.

La solución, como ya dije, era quirúrgica. Unos sabios cortes en las zonas pecaminosas y ¡hop! resuelto. Ya en pleno siglo XX algunos cirujanos proponían la lobotomía para prevenir que las ovejitas se descarriaran, porque las niñas buenas no se tocan.
Uno con su bagaje, de amistades y conversaciones pecaminosas y lujoriosas, previas al coito, la comtemplación o al onanismo solitario redentor de la frustración tiene ya su opinión formada. Es decir, algunas amigas, o parejas, me han comentado, en algunas ocasiones con una descripción suficientemente prolija, otras escasa lamentablemente en detalles, los avatares íntimos y si algo he sacado en claro, más allá de los esfuerzos para mantener una atención sana y no sudar excesivamente es que las niñas buenas se tocan (y mucho) y bien que hacen, qué coño, nunca mejor dicho!!! Sin ser médico, mis amigas masturbadoras, son alegres, divertidas, buena gente, bellas, cultas y hasta alguna entiende el fuera de juego. Las hay que ya tienen hijos y son unos torbellinos, nada enqlenques o tísicos, hasta el punto de haber preferido un poco más de tranquilidad.

Pero incluso mi percepción, y sobretodo mi imaginación va más allá. Y es que como en tantos aspectos de la vida, creo que las mujeres pueden darnos sopapos en tema de masturbación. No tienen desgaste con el orgasmo, con lo que pueden enlazar varias pajas seguidas sin demasiada dificultad (una novieta que tuve hace 3 años, me dijo que llegó a enlazar una noche de aburrimiento hasta 15, cuando yo nunca llegue, por más empeño que puse de 7 en  8 horas). Sus corrimientos son mucho más intensos y significativos, para llegar al momento de calentamiento simplemente con frotar disimuladamente los muslos se ponen a tono.

Y para más INRI, joder que cachondo soy, visualmente resulta un arte mucho más bello y erótico. Mientras el sólo hecho de imaginarme desde fuera pelarmela con la mezcla de fortaleza para sostener la base y tronco, y la finura en la cabeza, me revuelve las tripas, el sólo hecho de imaginar a una mozalbeta, deslizar sus manos al bajo vientre, buscar sus hendiduras, apretar y jugar con su botoncito... Vamos todo elegancia. Menuda envidia, si tuviera clitoris no cabe ninguna duda de que lo tendría más que reluciente.

Aunque eso sí, una buena, alegre y abundante eyaculación le da al asunto un toque más decó, más performance. Y además, tenemos una gran arma secreta: La próstata. Campeones y onanistas que estéis leyendo esta sarta de gilipolleces, podéis dejar de encoger el culo. A parte de para mantener ocupados a los proctólogos, la próstata manejada con corrección y saber hacer es una bolsa inagotable de placer y relajación, Para descubrirla, nada como una amiguita experta. Para intimar con ella, mucha soledad, intimidad, porque si tu pareja o tus padres, te descubren con la mano en el culo, no creo que sea fácil convencerles de lo que no es.

Por otro lado, siempre, siempre es aconsejable investigarse, darse a conocer el cuerpo a uno mismo, no sea que con 40 años, vayas al proctólogo y resulte que al hecho de que te metan una mano enguantada en latex por el culo, tu amiguito el calvo responda con una incómoda erección, que haga temblar los cimientos de tu heterosexualidad.

Por otro lado, sed comprensivos y respetuosos si veís a vuestra pareja masturbarse. Y también si son vuestros hijos, el que los tenga. REcordad que pese a ser vuestros hijos, se van a tocar. Y en caso de descubrir la faena, sed discretos y dejarles acabar que no hay paja más triste que la no completada. Luego ya con tiempo y delicadeza se puede introducir el tema, y las ventajas de los pestillos de las puertas (grandes aliados de la masturbación). Y ya de paso se puede improvisar una buena clase de sexualidad, no de pajas porque cuando les pillemos fijo que ya llevarán una buena sarta a sus encalladas manitas, sino de sexo, llamando a las cosas por su nombre, con naturalidad, con seguridad y sanidad, sin hacerles vomitar por el simple hecho de que sus padres hablen con ellos de sexo y plantear un plan de ataque para contestar todas las preguntas que nunca se atreverán a hacer. Lo agradecerán. Y para eso siempre esta el padre de Jim.

Por último os dejo con una clasifiación particular de un hecho importantisimo en la vida de todo hombre y mujer. La masturbación:. Hasta ahora, se creía que siempre son motivadas por un deseo sexual imposible de satisfacer en pareja. Pero con paciencia y papel se puede llegar a diferenciar múltiples diferencias en la motivación de estos actos que tantas satisfacciones nos han dado. He aquí esta perla de sabiduría.
  • -1. La paja viciosa. Es la paja por excelencia, la que hasta ahora se creía la única. Es la que te haces simplemente porque estás salido y punto. Tiene una variante conocida como la paja dedicada, y es aquella que te haces cuando ves una tía que te pone como una moto y te la machacas pensando en ella, antes de que el recuerdo se evapore de tu mente.
  • - 2. La paja ociosa. Es aquella que te haces sin ningún tipo de motivación sexual, simplemente porque te aburres y no tienes nada que hacer. Es la que se da en esas largas tardes de verano, cuando estás de vacaciones y tus colegas no pueden quedar hasta las nueve y todavía son las siete y no sabes cómo matar el tiempo hasta que llegue la hora. Si el nivel de aburrimiento es muy alto, puede derivar en la paja experimental, que es cuando te da por hacer chorradas como pelártela con la mano izquierda, untada en crema o con la mano fría.
  • - 3. La paja valeriana. La que te haces en momentos de estrés buscando no la satisfacción sexual (que nunca viene mal), sino la relajación posterior. Es lo que sueles hacer el día antes de un examen que llevas cogido con pinzas.
  • -4. La paja valium o somnífero. Son las cuatro de la mañana en verano, no te quedas dormido ni a la de tres, y mañana te tienes que levantar a las ocho... Pues eso, pajote al canto y en cinco minutos estás roncando. Existe una variante llamada paja gelocatil, que te la haces porque te duele la cabeza, con la intención de calmarlo.
  • - 5. La paja higiénica. Por extrañas circunstancias de la vida, llevas una larga temporada de inapetencia sexual y hace tiempo que no vacías las pelotas. Se hace imprescindible en momentos así darle al manubrio para evitar las molestas e incómodas de explicar las poluciones nocturnas.
  • - 6. La paja celebrativa. Has conocido a una chica maja, finalmente has triunfado... con dos cojones, cuando llegas a casa te la pelas para celebrar el polvo.
  • -7. La paja sorpresiva. Estás en el tigre tan tranquilo, notas algo raro, miras hacia abajo... ¡Ahí va! ¿Y esto? Te das cuenta de que estás empalmado y no sabes por qué. Pues bueno, ya que estamos, habrá que aprovecharlo...
  • -8. La paja McAulay: Te la haces simplemente porque estás "Solo en casa". Nuestra preferida.
  • - 9. La paja preparativa. Has quedado con una linda señorita que va a servir para que des rienda suelta a tus más bajas pasiones, pero no quieres quedar mal... ¿qué mejor que una buena manuela para evitar desagradables caídas del sistema de forma precoz? Existe un subtipo conocido como paja preventiva, y es la que te haces cuando tienes que hablar en público y no quieres quedar mal por culpa de >una inoportuna e imprevista erección.
  • - 10. La paja rutinaria. Pues bueno, porque siempre te la pelas los viernes a las siete y media o el sábado después de comer, para no perder las buenas costumbres...
  • - 11. La paja reto: es aquella que te haces simplemente por lo bien que queda conceptualmente habérsela hecho. Dos subtipos: Por cantidad ("tengo que llegar a la séptima del tirón", suele desaparecer con la pubertad) y por lugar también conocido como paja estandarte (en lugares raros, como en clase, o en la sacristía...)
  • - 12. La paja innovadora: La primera. Tiene un no sé qué de misterio, de no saber qué va a pasar... finalmente te abre las puertas de un mundo nuevo, pero es una lástima que sólo ocurre una vez en la vida.

Bueno, y ahora os dejo que tengo algo que hacer...

sábado, 21 de junio de 2008

La antorcha de la vergüenza


Dos de las instituciones más secretistas y con un funcionamiento menos democrático en el mundo -el Gobierno Chino y el COI- se ha golpeado de bruces con la realidad. Vivimos en un planeta lo bastante pequeño como para que haya cada vez más gente que se preocupa, indigna o moviliza por sucesos que ocurren a miles de kilómetros. En definitiva, hay personas que se resisten a ser simplemente espectadores ante una pantalla de televisión.

Los Juegos Olímpicos son algo más que una serie de competiciones deportivas en las que participan los mejores en su especialidad. Sus propios organizadores los presentan como un acontecimiento que trasciende todas las divisiones sociales, culturales y económicas. El concepto que se repite constantemente es el de orgullo, uno de los sentimientos más difíciles de manejar.

La retórica nunca se queda corta. Cuando la antorcha de los Juegos de Atenas de 2004 pasó por la capital china en junio de ese año, el presidente del Comité Organizador de los JJ.OO. de Pekín pronunció unas palabras premonitorias: "La llama olímpica sembrará las semillas de la paz, amistad y progreso en los corazones del pueblo chino", dijo Liu Qi.

Había más semillas dentro de esa llama que China y el COI no llegaron a descubrir. Creían que el llamado "viaje a la armonía" iba a blanquear la tenebrosa reputación del Gobierno chino y al final ha ocurrido todo lo contrario. La antorcha se ha tomado como el símbolo de la represión, en un objeto que sólo puede pasear por nuestras calles si es protegido por la máxima seguridad. Ahora más que nunca los aros olímpicos tienen forma de esposas, como aparecen en el cartel de Reporteros Sin Fronteras.

Nada representa mejor este penoso recorrido que la imagen de los ya célebres guardianes del chándal, los policías chinos que forman una coraza en torno a la antorcha. Definidos por Sebastian Coe como "matones" y acusados de comportarse como amenazantes robots que gritaban órdenes a los policías locales y a los portadores de la llama, son en realidad miembros de la Policía Armada del Pueblo.

Este cuerpo policial, con 700.000 integrantes, tiene como principales misiones la protección de la frontera, la vigilancia de las embajadas en Pekín y la represión de los disturbios, como los que tuvieron lugar recientemente en el Tibet y otras provincias chinas. Igual que si en los Juegos de 1980, hubieran sido agentes del KGB de aspecto patibulario los que protegieran el recorrido de la antorcha.

En las etapas pendientes del relevo, los responsables de seguridad ya saben que tendrán que adoptar medidas similares a las puestas en práctica en San Francisco. El alcalde admitió que la única manera de impedir disturbios incontrolables era cancelar el recorrido nada más comenzar y trasladar la antorcha de forma casi clandestina al punto de llegada.

Los chinos están orgullosos con razón por la elección de su capital para los Juegos Olímpicos. Los demás también podemos estarlo por la reacción popular contra el paseo de la llama a mayor gloria de la represión. Una vicepresidente del COI llamada Gunilla Lndberg ha dicho que los que protestan contra la antorcha son algo parecido a terroristas o al menos a los manifestantes violentos de las cumbres del G8. "Nunca nos rendiremos a la violencia", ha dicho esta señora.

No es extraño que los jerarcas del COI muestren una ceguera tan pronunciada. Para ellos, la reciente condena a tres años y medio de prisión a Hu Jia -conocido por su participación en campañas para la lucha contra el sida y sus críticas a la falta de libertades- es un asunto interno en el que no debemos inmiscuirnos. Podría poner en peligro el negocio.

La opción de boicotear los Juegos Olímpicos no es justa ni con los deportistas ni con la población china, que tiene ahora la oportunidad de mostrar al mundo el nivel de su desarrollo como país. Ellos tienen tanto derecho a los Juegos como los españoles, británicos o norteamericanos. Pero cualquier contacto oficial con las autoridades chinas durante la celebración del acontecimiento nos convierte en cómplices de los carceleros de Hu Jia.

Vivimos en un mundo imperfecto en el que no podemos negar que existen regímenes despreciables con los que tenemos que mantener relaciones. Asistir a sus fiestas o elogiar sus logros es un paso más que no debemos dar. La asistencia de cualquier representante oficial español a las ceremonias de apertura o clausura de Pekín 2008 sería una forma de agasajar a las autoridades chinas y olvidar el destino de gente como Hu Jia.

En China cada año se ejecutan 2.000 disidentes políticos. Se masacra el Tibet y se pone en tela de juicio sus valores. Además en el último lustro ha girado su concepción económica con un tránsito campo-ciudad devastador que provoca maxificación en las urbes (con los problemas de salubridad y violencia conocidos) y olvido en el medio rural que acrecenta la brecha cultural y social en el país. Pero el capitalismo y el consumismo (dos aliados poderosos para el COI) han decidido que toda esta denigración de los derechos humanos es insignificante en comparación con todos los réditos y los millones de dolares que la organización y todos estos vejestorios de dudosa calaña (recordemos que Samaranch es un reconocido franquista) pueden ganar con semejante infamia. Aquí como siempre, se han olvidado los principios, la libertad y la paz, en aras de la economía de mercado y los beneficios económicos.

La causa que protegen los guardaespaldas chinos es la encarcela disidentes, ejecuta sin garantías a centenares de personas y responde con fuego real a manifestaciones. Si el COI ha decidido unir el símbolo de la antorcha olímpica a esa realidad, es su problema. Nosotros no estamos obligados a cometer el mismo error.

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...