Franz Ferdinand en "La hora musa" de La2, octubre 2018
Pasados
más de 100 días del Gobierno del PSOE de Pedro Sánchez y de los 84 diputados,
y con casi ninguna novedad con los temas prioritarios para dar
dignidad
a la democracia Españistaní
(en próxima entrada daré cuenta de ello) se ha estrenado la Nueva
Temporada de La2.
Y
es que el casi único cambio hecho por el nuevo Gobierno ha estado en
la limpieza y purga de los elementos
fascistas que gangrenaron y
parasitaron
el ente público
los últimos 7 años y de los que hacía falta desprenderse, hacer
públicas sus tropelías, corrupciones y manipulaciones, y hacer acto
de contrición legislativo y también depurativo, para que no se
vuelvan a repetir en un casposo futuro. Evidentemente, se vocifera
por la derecha el interés del PSOE en controlar la televisión
pública, pero conviene no olvidar que bajo
la batuta de Zapatero RTVE
alcanzó los más altos estándares en transparencia
y pluralidad
en las informaciones
y calidad
en los contenidos,
con premios y nominaciones a nivel internacional.
Por
eso no puedo dejar de pasar la oportunidad de volver a escribir y
volver a publicar en esta humilde y pendiente de redención morada,
con el festivo hecho de que desde el lunes 1 de octubre La2
haya estrenado una nueva programación en su franja de prime
time
(desde las 20:30 hasta las 0:30) en la que el principal protagonista
es la música.
De
lunes a viernes a las 20:30 antes del Td2 en La1, tenemos
“La2Noticias”,
el espacio informativo riguroso, desenfadado y fresco que durante
tantos años nos ha llevado a la cama contándonos las historias más
ocultas, y muchas veces trágicas, de la actualidad internacional,
casi siempre bien incómodas para el sistema imperante.
Después,
sobre las 21:00 aparecen los programas de contenido cultural que
acercan la literatura, el cine, el teatro, el arte y la
contra-cultura a los espectadores. Pagina2,
Atención
Obras,
Días de cine…
espacios todos ellos necesarios, que esperamos adquieran la
importancia y redundancia imprescindible para la buena calidad de la
propuesta de una televisión pública en su perfil más cultural.
El
cine,
sigue siendo una seña de identidad de la propuesta, pero ya no,
afortunadamente, con las películas de cine español, propiedad de
Enrique Cerezo y que bien
para sus intereses ha
venido cobrando los últimos años. Ahora habrá hueco para el cine
independiente internacional, el cine europeo y se recuperan los
clásicos.
Pero
la gran novedad y la gran apuesta es
recuperar en la Televisión Pública la música en directo
como arma para atraer a la audiencia. Serán
los martes donde a una cautivadora dosis de “Cachitos
de hierro y cromo”
-el programa presentado con
brillantez
por Virginia Díaz que rastrea por el archivo de RTVE para traernos
actuaciones y contenidos musicales de épocas pasadas más felices- y
el nuevo programa “La
hora musa”,
donde siguiendo lo visto anoche, se ofrecerán apuestas en directo de
grupos internacionales y nacionales y de diversos estilos, con
entrevistas, y espacios de reportajes temáticos. Una grandísima y
necesaria noticia.
Bajo
este formato los programas musicales hoy en
día
tienen la dificultad de
que nos hemos vuelto muy
haters
en cuestión de gustos, y
si no nos ponen lo que nos va, nos quejaremos y llegaremos al boicot.
Sin
embargo,
bienvenidas
sean estas iniciativas, que aunque no complazcan a todos,
al menos documenten una parte de la música actual trayéndonos
a nuestros ojos y oídos artistas actuales muy interesantes. Así
como
ayudan
a recuperar la espectacular música de finales del siglo XX
(emocionante ver el TecnoPop
ayer, así como las referencias a las portadas del Ziggy
Startdust
de Bowie
o el Animals
de Pink Floyd).
Si
no es así, dentro de 30 ó 40 años en el Cachitos
que corresponda verán un impass,
no se si definitivo, de 20 años en los que no hubo más música en
televisión que la que salía de Operación Truño y sus sucedáneos.
Cautiva
y desarmada hace ya 18 años que la música en TVE claudicó ante el
“fenómeno OT”, convirtiendo toda actuación emitida en el ente
público en un refrito con los mismos y sempiternos protagonistas o
sus nuevos clones,
donde lo más valioso no era su calidad, sino su capacidad para
vendernos sus vidas privadas y “éxitos” comerciales creados bajo
el mismo patrón.
La
música independiente, el rock, el punk, incluso el más atado
comercialmente hip-hop (que también tendrá su espacio en la nueva
La2 los miércoles en un espacio de cultura urbana) quedaban
arrastrados a la madrugada en el escenario de “Los
Conciertos de Radio3”.
Toda
aquella riqueza
y amplitud de miras musical y cultural
vuelve al prime
time
para enriquecernos con algo más de libertad y variedad. Espero con
gran ansía que se confirme y reafirme este compromiso, trayendo la
mayor variedad musical posible (y si, como heavy, a lo mejor peco de
incauto) y que se convierta en un hito para mejorar de una vez por todas la televisión de éste país.
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