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miércoles, 25 de junio de 2025

Corrupción y bipartidismo. El eterno retorno de la política en España

Momento de la comparecencia de Pedro Sánchez en la sede de Ferraz el martes 17 de junio

 

En junio de 2018 la intrínseca corrupción del Partido Popular (PP) AKA PartidoPutrefacto, liderado por Mariano Rajoy llevó a su sustitución como presidente del gobierno, vía moción de censura, liderada por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Era la segunda moción de censura en poco más de un año. La primera liderada por Podemos no aunó los apoyos necesarios, y solo la lanzada por la otra pata del bipartidismo salió adelante. Es cierto que entre una y otra, apenas como digo un año, la avalancha de primicias informativas y actuaciones policiales y judiciales hicieron imperecedera la depuración del gobierno del país, pero fundamentalmente se procuraba llevar a cabo una sustitución controlada, prevista en los mecanismos del propio sistema, aunque en aquel momento fuera menos planificada. Más improvisada.

Ese sistema es el Régimen del 78, una suerte de pactismo entre las élites del tardo-franquismo españistaní con una parte de la oposición ilegalizada en la dictadura, con la tutorización de las democracias liberales occidentales de mediados de los 70 (en especial, Estados Unidos, a través de la CIA y el departamento de Estado y con colaboración del SPD alemán de Willy Brandt). Este pacto o "acuerdo" ha delegado una democracia liberal de corte presidencialista, que usurpa la participación política cívica en unas supuestas instituciones anquilosadas en los artesonados propios de la dictadura, que se empeñan, por encima de todas las cosas, de las necesidades y las eventualidades y urgencias, en mantener la estructura de poder económico y político salido del régimen franquista.

Judicatura, empresauriado español y sus emporios mediáticos dueños de los medios de comunicación de masas, partidos políticos mayoritarios, ejército y alta iglesia católica, empeñados y con éxito, en mantener y consolidar el franquismo como fuente de inspiración y fundamentalmente, de su propio poder y riqueza.

La corrupción es una seña de identidad de este ecosistema político, social, económico y cultural que es la España de entre siglos, hija bastarda de la democracia y el autoritarismo dictatorial de inspiración fascista.

Para que la corrupción sea posible se hacen necesarios varios elementos: Imprescindibles, son el corruptor, habitualmente un empresario que paga en negro unos favores para salir beneficiado posteriormente en sus relaciones con las distintas administraciones. También lo es, lógicamente, el corrupto, el político que gestiona esas instituciones como representante de la soberanía popular, y que se aprovecha de esa condición para su enriquecimiento privativo. Y por último, el conseguidor, esto es, el enlace entre corruptores y corruptos que abre las vías para el flujo de intereses y de dinero.

Son también necesarios, aunque ya no necesariamente imprescindibles, un funcionariado que mire convenientemente para otro lado, al igual que unos jueces permisivos y paternales con corruptos y corruptores. Unos medios de comunicación que funcionen como altavoces de su trinchera y no como investigadores por bien del interés general. Unos partidos políticos ideados para facilitar la corrupción, y que bien o se benefician directamente de ella, o funcionan como coartadas y apoyos cuando se descubren las tramas. Y una opinión pública que puede tener una parte harta de tanto latrocinio, pero que mayoritariamente se presenta como insensible o hasta incluso favorable a que le roben. Siempre que sean los suyos, claro.

Pedro Sánchez llegaba al poder con una misión muy clara e inaplazable: la regeneración política y cultural de España. El avance en derechos y en mayor democracia como garantía de una sociedad adulta y plenamente consciente de su papel activo en el sistema político. Y una lucha sin cuartel y activa contra la corrupción y los mecanismos que la permiten y alientan.

La crisis económica de 2008 resuelta en falso con las políticas de ajuste y el austercidio. La laminación absoluta de los derechos humanos y cívicos, entre ellos la sanidad pública, la educación pública y los servicios sociales. La burbuja inmobiliaria que hacía (y hace nuevamente) imposible la vida a millones de personas. El cambio climático y la continua agresión al medio ambiente. La ola feminista por una sociedad igualitaria y respetuosa. La creación de un nuevo clima de convivencia entre identidades dentro del estado español. O la reconversión productiva de un país condenado al turismo de masas y a la construcción sin filtro, ni fin.

Todos ellos problemas graves y que requerían, y sin resolverse todavía hoy lógicamente aún más, una solución urgente y en favor de las clases trabajadoras, poniendo en cuestión la justicia social, la dignidad humana y la inviable deriva ultra liberal que nos había traído hasta aquí. Pero todos ellos por detrás de la regeneración política, tan necesaria como aparcada de forma imperdonable por los políticos “elegidos” para llevarla a cabo.

España y su sociedad son presas del clima político de 1976 tras las muerte del dictador. Las fuerzas vivas del franquismo se vieron obligadas a aceptar una democracia liberal. Para ello fue básica la sumisión del socialismo español, convertido por auto de fe en el partido "centro" del sistema político español. Lo que a su vez, lo posicionaba como el principal sostenedor de la monarquía, de los concordatos franquistas, uno con el Vaticano y otro el acuerdo militarista con Estados Unidos; de la conformación de un estado centralizado en Madrid y de la venta de todos los bienes públicos que pudieran interesar a algún buitre nacional o internacional. Tampoco nos engañemos. Cuando los conservadores han tocado poder, han sido los primeros y más activos en vender la patria, eso si envueltos en la bandera nacional.

El objetivo urgente en 1976 era acallar las reivindicaciones más de izquierdas, más obreristas del grueso de la población. Y aunque se necesitaba un maquillaje aperturista y democrático como fue la legalización del partido Comunista o los sindicatos de clase, se impidieron de facto la construcción de un estado federal, la depuración de los elementos franquistas en la judicatura, el ejército y los cuerpos de (in)seguridad del estado o en las Universidades (por supuesto sin hablar en absoluto de Memoria Histórica y reparación), así como impedir de facto los principios laicistas, igualitarios y republicanos. Gobiernos extranjeros y franquistas coincidieron en que España siguiera siendo un tope al comunismo y las ideas libertarias y edificaron una fachada de democracia de trampantojo y escayola sobre el mismo edificio dictatorial y fascista.

Y 50 años después seguimos en ese ecosistema político y cultural, absolutamente sobrepasado. Una pseudo democracia en apariencia representativa, pero que delega en los partidos cualquier acción o iniciativa. Y esos partidos necesitan dinero. Constituidos como pirámides jerárquicas, los distintos escalafones se consolidan en base a un sistema de favores que sirven para escalar y posteriormente enclaustrarse en el poder. Para eso hace falta mucho dinero. Como para financiar campañas electorales y medios de comunicación afines que manipulen la opinión pública y creen o silencien temas a conveniencia. Y también para que la estructura de partido arraigue en los territorios. Y para esto, hace falta muchísimo dinero y voluntades. Y siempre las encuentran. A veces, de manera legal, y otras ilegalmente.

Vuelvo a julio de 2018 y a la ilusión que a muchos nos invadió tras 7 años de gobierno autoritario del Partido Popular de Mariano Rajoy. 7 años de recortes y laminación del estado social y del estado de derecho. 7 años de ultraliberalismo y caciquismo. 7 años de corrupción, de la heredada desde los tiempos de Aznar, y de la propia de la Gúrtel y de Bárcenas. 7 años que fueron de profunda activación política de la parte más a la izquierda del espectro ideológico español. 7 años de manifestaciones y de la respuesta fascista de leyes represivas y regresivas como la Ley Mordaza. Y también un período de puesta en marcha de un proyecto político, social y cultural revolucionario. Si, luego fue fagocitado por unos listos, y ya sabemos cómo estamos.

Y ahora 7 años después de aquel junio de 2018, Pedro Sánchez está siendo devorado por su propia inacción, cuando menos, en materia de lucha contra la corrupción y regeneración democrática. Si, es verdad, las mayorías obtenidas tras las elecciones no daban mucho margen, pero conviene no olvidar que se desperdició una mayoría absoluta en el Senado y una parcial en el Congreso, por vete tú a saber qué oscuros intereses.

Pedro Sánchez no ha derogado la Ley Mordaza. Y no ha puesto freno, en ningún modo, a la escalada de precios de la vivienda (tanto en propiedad como en alquiler), ni tampoco a la excesiva y hasta humillante turistificación de la economía española y del patrimonio nacional. Tampoco ha luchado abierta y decididamente contra la corrupción, ni siquiera en su propio partido, que como bien sabemos ya viene bien trufado de prácticas corruptas y mafiosas.

Hoy Pedro Sánchez tiene que lidiar con un desgaste absolutamente colosal por la corrupción consecutiva de dos secretarios de organización del partido bajo su mandato, y no parece ser muy digno que se mantenga en el cargo. Desconocemos si ha habido enriquecimiento personal del propio Pedro Sánchez o su entorno, por más que la ultra derecha mediática lleve 5 años haciendo todo lo posible por intoxicar, inventando y difundiendo bulos. Lo único cierto es que si colocó a Ábalos y a Santos Cerdán sabiendo de sus andanzas antes o durante su ejecución del cargo, mal por la confianza depositada y sostenida. Si no se enteró aún peor. En cualquier caso si apelamos a la coherencia las horas de la segunda legislatura del “gobierno más progresista de la historia” (en cursiva, en comillas y con recochineo), estarían a punto de agotarse, bien porque se fuera, porque convocará nuevas elecciones o porque fuera derrotado en una previsible moción de censura. Por contra, ahí lo tenemos hablando compungido a los medios de “manzanas podridas”, de que se ha sentido engañado y defraudado, para correr el velo del tiempo sobre su responsabilidad directa. No se puede olvidar que Sánchez llegó a la Moncloa en un momento crítico que hacía necesaria una acción decidida y valiente para erradicar un problema estructural. Un biotopo que favorece la corrupción, la desfachatez y la sinvergoncería. Un clima propicio para los caraduras y la España rancia y cutre que tan bien retrataba Berlanga y que tanto asco nos da a las buenas personas que sentimos nuestro país. Y en evitarlo, no ha hecho nada. De hecho, cuando la cacería impuesta contra sus compañeros de coalición se inició (Iglesias y Montero, Alberto Rodríguez, Oltra, etc.) apuntaló los discursos más reaccionarios, porque por encima de la misión regeneradora que aceptaba al “jurar” el cargo, estaba su propia supervivencia política. Cuando él era el atacado, a través de su mujer o de su hermano, se cogió 5 días de reflexión.

El hecho es que en estos complicadísimos 7 años, Pedro Sánchez no ha hecho nada, ni dentro de su partido, ni en el estado español, para luchar y acabar con la corrupción. No se han prohibido las puertas giratorias. No se han acabado los aforamientos hasta lo ilimitado. No se ha prohibido por ley la especulación urbanística e intervenido el mercado inmobiliario que es un sector que funciona basado en la corrupción política. No se ha castigado a los corruptores y no se les han nacionalizado sus bienes y empresas. No se ha modificado el código penal y el código civil para desalentar la corrupción. Si, ha tenido que lidiar en este tiempo con una pandemia, un volcán, unas inundaciones terribles en el centro de la cuarta región económica del estado, una guerra en el Oriente europeo, y una guerra en Oriente Próximo. Incluso hasta con un gran apagón. Con la caída de un Imperio y de la ideología que lo definía y con la consiguiente ola derechista en todo el mundo capaces de arrasar con el mejor proyecto multinacional hasta ahora como ha sido la Unión Europea. Y todo ello con un auge de la extrema derecha patria alentada por las élites del poder económico españistaní que cada vez está captando a más y más incautos. Pero la ausencia de políticas activas y decididas para acabar de una vez por todas con la corrupción en España es una tara que no podemos olvidar.

En el turnismo de la democracia liberal, los conservadores o fachas directamente, van a volver a poder hacer lo que han hecho siempre. A recuperar las redes de la Gürtel y de todas las tramas, porque no ha habido una regeneración, no solo política y legislativa, sino también cultural que nos hagan superar estos comportamientos delictivos y faltos de ética, denunciarlos y luchar contra ellos. Van a volver, envalentonados y decididos a de-construir esta pseudo-democracia para profundizar en la usurpación de libertad y riqueza a las clases trabajadoras (o productivas, o pobres, o bajas, o como queráis llamarlas en términos de neo-lengua).


Sin embargo, no hay que olvidar ni perder de perspectiva quién es Pedro Sánchez. Sin duda, un animal político de primera categoría, y pseudo retirado Pablo Iglesias, nadie puede hacerle sombra a nivel nacional. Cualquier debate, cualquier interacción y cualquier comparación con Feijoo, el de los albúmenes de vacaciones con un narco, o con Ayuso, la enterradora de ancianos en Madrid, son ases en la manga para Sánchez, que en carisma, presencia y conocimientos puede arrasarlos cuando quiera. De ideología desconocida, Sánchez ha usado a los miembros de la coalición en el gobierno, la cuestión climática y de protección del medio ambiente o la causa palestina para mostrar una cara progresista, al tiempo que guardaba en Interior y Defensa para mantener contentos a los más reaccionarios en temas como la inmigración, el negocio inmobiliario o el gasto militar. Es su principal valor personal, la resistencia, pero también el de un PSOE carente de ideología socialista y federal que además domina a una izquierda, en general y en grueso, desnortada, desvencijada, dividida, acomplejada, harta y hasta descorazonada que sólo tiene en la capacidad de aguante personal de Sánchez el último agarre al que adherirse antes de ser despezados por las ultras derechas. De hecho, si todavía no se ha producido, el re-cambio, pese a toda las toneladas de inmundicia que las derechas mediática y judicial emplean, es por la propia incapacidad de sus líderes, por el fantochismo de su ineludible aliado y por la presencia de un Pedro Sánchez que maneja como nadie había hecho antes en este país, los tiempos políticos y comunicativos.

Por supuesto, lo he dicho alguna vez, a mi lo que suceda con Sánchez y con su partido, el PSOE, me da igual. Es más, creo firmemente y vistos los últimos 15 años, que lo que tenga que venir bueno en España se hará pasando por encima del PSOE (y del PP y de la ultra derecha), y que sus cuadros y sus bases van a ser más obstáculos que palancas de cambio. Pero en el momento actual, la llegada o no de unos franquistas trasnochados al Consejo de Ministros va a depender, en el corto y en el medio plazo, de la capacidad de Sánchez y del PSOE de promover alianzas fuertes a nivel nacional, pero también regional con las burguesías vascas y catalanas.

A finales del año pasado escribía sobre la posibilidad o no de elecciones generales este año 2025. Barruntaba que si le concedía media iniciativa en una convocatoria adelantada Sánchez podría plantearla y vencer, con relativa facilidad y pasando eso sí, por la negociación y el pacto con la izquierda a la izquierda del PSOE. Ahora mismo, y en un tiempo medio, le ha sido arrebatada esa iniciativa y solo un infame acuerdo entre el PNV y de Puigdemont con los fascistas que lo querían ejecutar en Montjuic, sacaría a Sánchez de la Moncloa o llevaría a elecciones generales.

En este sentido radica la otra fuente de poder de Pedro Sánchez: la imposibilidad de un pacto entre la ultraderecha “castellana” y las derechas vascas o catalanas. Por muy patriotas, que lo son todas ellas del dinero. Sin embargo, mal hacemos si no lamentamos estos años como una pérdida de tiempo y de caudal político inconmensurable en hacer nuestro país un lugar mejor. Más democrático, más social, más justo, más ético y cívico. Y menos fascista, menos cainita y menos corrupto. Cuando acabe el tiempo de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno estaremos de nuevo en el punto de partida tras la crisis de 2008 y el colapso de la economía ultra-liberal. Y ahora parece que será la extrema derecha la que coja las migajas para triturar aún más a las clases trabajadoras.

En cualquier caso, y para terminar, sigue siendo necesaria la revolución política y cultural que acabe por derruir el fascismo y permita construir una democracia sólida y con valores éticos, justos e igualitarios. Habrá que ver si a lo mejor de este país, las clases trabajadoras, y las personas progresistas, nos quedan fuerzas para luchar por ello.

sábado, 29 de enero de 2022

A Debate: Las Migraciones. Conclusiones finales


 

La Historia de la Humanidad está marcada por los movimientos migratorios. Nuestros ancestros se trasladaron buscando su supervivencia y mejorar sus condiciones de vida en un largo viaje que les llevó a ocupar el planeta prácticamente en su totalidad (Duby, 2007, p.14).

Durante la práctica totalidad de la Edad Moderna, Europa ha sido un continente exportador de mano de obra. Colonos europeos han conquistado y se han asentado en todos los continentes. Sin embargo, desde mediados del siglo XX el sentido de estos movimientos ha cambiado.

Tanto es así que en la actualidad, el Mediterráneo se ha constituido como una frontera física y simbólica que separa el Norte y el Sur y a la que aspiran traspasar los habitantes del Tercer Mundo. Este hecho está generando una serie de conflictos y dificultades para estas personas, pero también para los territorios que abandonan y en los países y sociedades que los acogen.

Partiendo de situaciones dramáticas, con terribles condiciones para la supervivencia, los habitantes del Sur se ven obligadas a migrar (Maillat 1989: p. 70).

Llegados a sus países de destino, ya sean migrantes económicos que buscan una mejora de sus condiciones de vida, o refugiados que han huido de la guerra o de persecuciones políticas, étnicas, ideológicas, etc., se encuentran ante una sociedad que les es hostil.

Antes es probable que hayan sufrido el tráfico de seres humanos organizado por las mafias criminales que se aprovechan de su situación de vulnerabilidad; una ruta donde han visto la muerte de cerca; y quedado estacionados en campos a las puertas de Europa como estamos viendo tras la Crisis de los refugiados de 2015. Después si consiguen llegar a su destino sufren la discriminación a la hora de encontrar un puesto de trabajo o una vivienda.

Esto supone una paradoja puesto que la llegada de la población migrante resulta clave para la economía y la demografía europeas (Maillat 1989: p. 151). Por un lado los inmigrantes ocupan puestos de trabajo fundamentales en los sistemas productivos europeos y que los locales ya no están dispuestos a aceptar. En cuanto a las repercusiones a nivel poblacional, los migrantes colaboran en ralentizar el proceso de envejecimiento que presentan las sociedades europeas, favoreciendo su trabajo la financiación de los servicios sociales y las pensiones, claves en los sistemas de bienestar de la Unión Europea.

Sin embargo, y como venimos diciendo, los migrantes tienen serias dificultades para realizar una correcta integración en las sociedades de acogida. Estas dificultades no mejoran, por lo general, con el establecimiento o reagrupamiento de las familias, y las segundas o terceras generaciones se instalan en la precariedad y sus barrios se convierten en guetos y polos de marginalidad.

Estas tremendas dificultades, unidas a los conflictos generados entre poblaciones migrantes y autóctonas y a episodios dramáticos como la expansión terrorista de carácter islamista, están siendo aprovechadas por grupúsculos de extrema derecha para lanzar soflamas racistas y xenófobas que marcan a los migrantes (Moldes-Anaya, Jiménez Aguilar, Jiménez Bautista 2018: p. 98). Con claras intenciones políticas y electorales se pone a una diana a todo lo que no cumple con el retrato típico de un europeo. Así se justifica la sistematización de la discriminación al distinto, que pasa a ser una rutina contra la que no se puede luchar y también se disculpan los episodios de violencia hacia los migrantes que aumentan tanto en cantidad como en agresividad.

Las redes sociales e Internet están siendo el altavoz perfecto para que estos mensajes de odio calen en la población. Y ni los medios de comunicación, ni las propias instituciones parecen querer luchar contra su proliferación (Bustos 2019: p. 33). En algunos casos, se ha llegado a ver un blanqueamiento de posiciones ultras, que hace no tantos años no tenían cabida en las sociedades europeas.

Pero coincidimos en reconocer que estos mensajes no son nuevos, sino que la novedad radica en la difusión que están teniendo. Es preciso subrayar la intencionalidad para que esto sea así y se haga amparado en la libertad de expresión.

Aunque más tarde en el tiempo, España está viviendo el mismo proceso. A su condición de frontera física entre Europa y África, le añade además, la herencia cultural y lingüística compartida con Hispanoamérica, lo que hace de nuestro país, el destino predilecto para la emigración proveniente desde aquellos países.

Este hecho unido a la mejora de las condiciones económicas del país ocurrida tras el ingreso en la Unión Europea ha cambiado el sentido migratorio en nuestro país (Santacreu 2002: p. 35). Hemos pasado de exportar trabajadores -y hacerlo hasta más tarde que nuestros vecinos- a importar mano de obra, convirtiéndonos en uno de los países preferidos por los migrantes.

Frente a estos discursos de odio es fundamental habilitar una política pedagógica que explique la necesidad y los beneficios que aporta la migración. Como nosotros mismos hemos llegado hasta donde estamos ahora gracias a las migraciones de nuestros ancestros. Y junto a ello es básico ejercer políticas de cooperación al desarrollo prácticas y justas que mejoren la vida en los países pobres (Sauquillo 2006); luchar ferozmente contra las mafias que trafican con seres humanos (Tezanos 2007: p. 29). Y habilitar programas efectivos que permitan la asimilación e integración de las personas migrantes en las sociedades de acogida, dotando de recursos y mecanismos que eviten los conflictos y la caída en la marginalidad de estas personas.

Debería de ser un compromiso ético ineludible de nuestras sociedades. Nuestra economía y nuestra sociedad necesita del trabajo de los migrantes (Livi Bacci 2012: p. 105) y es un derecho humano universal reconocer su dignidad. Hay que trabajar para deslegitimizar y expulsar las actitudes racistas y xenófobas (Livi Bacci 2012: p. 132).




BIBLIOGRAFÍA

BUSTOS, L. et al. (2019) Discursos de odio: una epidemia que se propaga en la red. Estado de la cuestión sobre el racismo y la xenofobia en las redes sociales. Mediaciones sociales 18, p. 25-42.

HERRERA, M. (2013). Migración cualificada de trabajadores de España al extranjero. Anuario de la Inmigración en España, 90-107.

LIVI BACCI, MASSIMO (2012). Breve Historia de las migraciones. Ed. Alianza Editorial. Madrid.

MAILLAT, DENIS (1989) “Los países europeos de acogida”,. En El futuro de las migraciones, OCDE y Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, pp. 65-98.

MOLDES, S., JIMÉNEZ AGUILAR, F., & JIMÉNEZ BAUTISTA, F. (2018). Actitudes hacia la inmigración en España a través de la Encuesta Social Europea. OBETS: Revista de Ciencias Sociales, 13(1), p. 93-119.

PONCELA SACHO, A. (2019) La externalización de las fronteras en el ámbito de la Unión Europea. Boletín Instituto Español de Estudios Estratégicos, 11, 231-245.

SANTACREU, J.M. (2002) “España, de la emigración a la inmigración: cambio de mentalidad y proyección social” Anales de Historia Contemporánea, núm. 18.

SAUQUILLO, F., 2006. Las rutas de la emigración africana hacia la UE. EL PAÍS [en línea]. [Consulta: 11 diciembre 2021]. Disponible en: https://elpais.com/diario/2006/05/29/opinion/1148853612_850215.html.

TEZANOS, J. F. (2007) Nuevas tendencias migratorias y sus efectos sociales y culturales en los países de recepción. Doce tesis sobre inmigración y exclusión social. Revista Española de Investigaciones Sociológicas (Reis), 117(7), p. 11-34.



viernes, 28 de enero de 2022

A Debate: Migraciones recientes en España: Los que vienen y se van


Historia de las migraciones en España:

 

En la actualidad las migraciones internacionales han adquirido una especial relevancia para nuestras sociedades como alta prioridad para los gobiernos y organismos internacionales. En ocasiones la teoría se centra en las migraciones laborales, ciñéndose en esta descripción y obviando a las personas migrantes que se desplazan por otras razones, como el colectivo que busca el lifestyle, sobre todo en España. Puesto que las teorías de emigración, hasta mediados del siglo XX, se apoyaban fundamentalmente en los principios de la Economía Política: racionalismo, individualismo y liberalismo. La idea del desplazamiento del hombre libre en búsqueda de las oportunidades económicas (Domènech, C. B., & Villarubia 2020).


Los flujos migratorios de las últimas décadas se produjeron a consecuencia de la importante transformación experimentada en la sociedad española: ganando en volumen, diversidad y riqueza cultural, fundamentado por permanencia en el país de diversas personas llegadas durante las últimas décadas. Los últimos datos de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), España es uno de los 20 países principales de destino de las migraciones internacionales: ocupando la décima posición tras Estados Unidos, Alemania, Federación Rusa, Arabia Saudita, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos, Canadá, Francia y Australia. No obstante, el cariz de las migraciones a España ha ido evolucionando a medida que pasa el tiempo. En primer lugar, España como país receptor de inmigrantes se produjo con varias décadas de retraso en comparación a otros países de Europa, ya que hasta mediados de los años 60 fue un país emisor de emigrantes con una alta tasa de retorno. No fue hasta la llegada de la democracia, y la incorporación de España a la CE cuando el índice de emigrante descendió a consecuencia del progreso económico y social (Económico 2019).
 
Emigraciones de España hasta la llegada y consolidación de la democracia
 
1951-1965                634,600 personas
1971-1975                412.945 personas  
1976-1980                  80.111 personas  
 
El concepto de migración de la OIM  es: “movimiento de población hasta el territorio de otro Estado o dentro del mismo que abarca todo movimiento de personas sea cual fuere su tamaño, su composición o sus causas; incluye migración de refugiados, personas desarraigadas, migrantes económicos”. No obstante, las migraciones cubren una se pueden clasificar en varios conceptos:
 

  • Migraciones a largo plazo: Persona que va a otro país, distinto al suyo de su residencia habitual por un periodo de al menos un año, siendo el país de destino el lugar de su nueva residencia. En la perspectiva del país de salida esta persona es un emigrante de largo plazo y desde la perspectiva del país de llegada es un inmigrante de largo plazo. 

  • Migración individual: Caso en el que la persona migra individualmente o como grupo familiar. Algunos movimientos son por lo general autofinanciados; otras veces son patrocinados por otros individuos, organismos o gobiernos, oposición a movimientos de migración masiva.

  • Migración internacional: Movimiento de personas que dejan su país de origen o en el que tienen residencia habitual, para establecerse temporal o permanentemente en otro país distinto al suyo. Estas personas para ello han debido atravesar una frontera. Si no es el caso, serían migrantes internos.

  • Migración laboral: Movimiento de personas del Estado de origen a otro con un fin laboral. La migración laboral está por lo general regulada en la legislación sobre migraciones de los Estados. Algunos países asumen un papel activo al regular la migración laboral externa y buscar oportunidades de trabajo para sus nacionales en el exterior.

  • Migración económica: Persona que habiendo dejado su lugar de residencia busca mejorar su nivel de vida, en un país distinto al de origen (Movilidad humana: una revisión teórica aplicable de los flujos migratorios en España (Domènech, C. B., & Villarubia 2020).

 
Como se ha expuesto anteriormente, dentro del marco teórico existen varias razones por las que se producen los movimientos migratorios, pero ¿Cuáles son las motivaciones de los inmigrantes en el país? ¿Por qué se marchan los españoles al extranjero?
 
Sin lugar a duda, el saldo migratorio de España ha sido positivo desde el inicio de la bonanza de España: una tierra de oportunidades, sobre todo, para los extranjeros latinoamericanos. El saldo migratorio evidenciaba incrementos de la población extranjera por encima de 400.000 personas en 2002 y 2003, y por encima de 600.000 en el cuatrienio 2004-2007.  Por el contrario, tras la llegada de la crisis, el flujo de salida se vio afectado por la salida de españoles y el retorno de inmigrantes a sus países. Las cifras crecieron exponencialmente hasta  el valor -202.000 en 2013, por tanto, no se evidencia una recuperación del saldo migratorio hasta finales de 2016-2017 con entradas de 38.000 personas, aunque persisten las salidas que alcanzaron la cifra de 68.000 personas(García, R. M. R., Blasco, B. C. J., & Lozano 2018).
 
SALDOS MIGRATORIOS EXTERIORES POR NACIONALIDAD
 


Entradas EVR

Salidas EVR

Saldo

Año

Españoles

Extranjeros

Españoles

Extranjeros

Españoles

Extranjeros

1998

24.032

57.195





1999

28.243

99.122





2000

31.587

330.881





2001

20.724

394.048





2002

40.175

443.085

29.674

6.931

10.501

436.154

2003

40.486

429.520

41.990

9.969

24.496

419.555

2004

38.717

645.844

13.156

41,.936

25.561

603.908

2005

36.573

682.711

19.290

48.721

17.283

633.990

2006

37.873

802.971

22.042

120.254

15.831

682.717

2007

37.732

920.534

28.091

198.974

9.641

721.560

2008

33.781

692.228

34.453

232.007

-672

460.221

 
Fuente: Retorno migratorio desde España: un flujo variable y complejo. Migraciones (García, R. M. R., Blasco, B. C. J., & Lozano 2018).
 
La diversidad social producida con la entrada de inmigrantes en España ha repercutido en las políticas de migración en el país. El acceso al empleo, el estado bienestar y  la participación de las personas de origen extranjero en otras esferas de la vida social, actualmente entabla la discusión política con relación a las restricciones (Económico 2019).

No obstante, la evolución de la sociedad española precisa de más activos en su sistema de bienestar para mantenerlo; por tanto, ¿es preciso abrir las puertas para cubrir el descenso de fecundidad? Las estadísticas de nacimientos de 2019 muestran que alrededor de uno de cada cuatro recién nacidos en España (el 27,2%) tiene un padre o una madre de nacionalidad extranjera, lo que evidencia la evolución de la sociedad española en una composición más plural y multicultural en un futuro próximo (Castro Martín, T., Martín-García Ayuso, T., Cordero, J., & Seiz 2021). O, por el contrario, ¿es necesario establecer políticas de retorno de los españoles en el extranjero? Puesto que el número de personas con nacionalidad española residentes en el extranjero alcanzó los 2.654.723 a 1 de enero de 2021, según los datos del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (EPDATA 2021).

 

 

Bibliografía
 
 

CASTRO MARTÍN, T., MARTÍN-GARCÍA AYUSO, T., CORDERO, J., & SEIZ, M., 2021. ¿Cómo mejorar la natalidad en España? FEDEA,
 

DOMÈNECH, C. B., & VILLARUBIA, M.J.B., 2020. Movilidad humana: una revisión teórica aplicable de los flujos migratorios en España. Revista Forum, no. 18, pp. 35-63.
 

ECONÓMICO, C. y social de E., 2019. INFORME 02'2019 LA INMIGRACIÓN EN ESPAÑA: EFECTOS Y OPORTUNIDADES. Madrid: s.n.
 

EPDATA, 2021. Población de españoles en el extranjero, en datos y gráficos. 2021 [en línea]. [Consulta: 10 diciembre 2021]. Disponible en: https://www.epdata.es/datos/poblacion-espanoles-extranjero-datos-graficos/331.
 

GARCÍA, R. M. R., BLASCO, B. C. J., & LOZANO, M.M.A., 2018. Retorno migratorio desde España: un flujo variable y complejo. Migraciones. Publicación del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones, no. 44, pp. 91-118.

 

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Siguiendo este análisis expuesto sobre la Historia de las migraciones en España. Si bien, quiero matizar algunos aspectos:

 

Lo que bien denominas lifestyle en España para esas personas de edad avanzada también supone una ventaja económica. Con su pensión, sus ahorros y la venta de su vivienda en su país natal pueden llevar una vida mucho más cómoda que la que llevarían en caso de quedarse (a parte de residir en un país o zona con una climatología más amable). Por lo tanto, opino que de no mediar razones de índole discriminatoria en las que la propia supervivencia está en peligro, todas las migraciones se hacen buscando una vida mejor, que como nos regimos bajo valores monetarios, tienen que tildarse como económicas (Martí Giner 2020: p. 29).

 

La motivación de los inmigrantes que llegan a España es mejorar su vida y la de su familia. A veces, con la llegada del cabeza de familia, que puede ser el hombre que ira a trabajar en el sector de la construcción, más recientemente, la mujer que llega al sector servicios y de asistencia familiar. Dejan la familia en el país de origen y buscar mejorar sus condiciones con el envío de remesas y más adelante, con la reagrupación familiar. No podemos dejar de pensar que España se encuentra en el vértice de una frontera geográfica y simbólica (Mediterráneo – Atlántico) y también de las relaciones culturales íntimas con Iberoamérica (Santacreu 2002: p. 42)

 

Los españoles no somos distintos al resto y también nos marchamos fundamentalmente buscando mejores perspectivas de futuro. Por lo general, estamos preparados y cualificados para asumir puestos de trabajo que no se ofrecen ni en cantidad, ni en calidad (salarios, estabilidad, duración de los contratos, progreso a medio o largo plazo) la economía española. No hay que olvidarse de personas con capacidades muy concretas (pienso en pescadores y marineros, operarios de la construcción, etc.) que marchan para cubrir esos puestos en otros países. En conjunto cumplen la máxima de que generalmente emigran las personas más motivadas, preparadas y emprendedoras de los países (Tezanos 2007: p. 30) lo que es un problema para la sociedad exportadora de mano de obra. 

 

Los emigrantes españoles por lo general, y vista mi experiencia, empiezan ocupando puestos de baja cualificación, lo que les permite asentarse y mejorar las destrezas idiomáticas. Más tarde, pueden optar a un puesto más apto a sus condiciones previas. Con el tiempo estas personas se arraigan en las sociedades de acogida y se hace difícil que puedan retornar al país. 

 

También no debemos olvidar la migración interior española, con un fortísimo movimiento migratorio campo-ciudad que compone lo que conocemos ya como España Vaciada (1). Los pueblos y el mundo rural se vacían de jóvenes (especialmente mujeres (2)) y van a acabar primero en las capitales de provincia y más tarde, en las zonas de costa o en la capital del estado y su entorno.

La diversidad, la pluralidad y la multiculturalidad de la sociedad española es un hecho y este lo es positivo, pero existen una serie de preguntas entiendo las preguntas que planteas como muy complejas a la hora de dar una respuesta positiva. Lo ideal sería permitir que llegasen personas en edad fértil a trabajar y que puedan establecerse y formar una familia. Demográficamente puede tener sentido, pero para que a nivel económico y social no cause serios estragos es imprescindible mejorar los servicios públicos (Tezanos 2007: p. 28): Sanidad, servicios sociales y especialmente la educación. También es perentorio habilitar políticas de vivienda que abaraten alquileres y compras para permitir la creación de familias en hogares con unos mínimos de estabilidad, calidad y garantía. 

 

En cuanto, al hecho de habilitar políticas para el retorno de los emigrados, si bien ya se han emprendido algunas, todavía no son efectivas (3). Fundamentalmente, porque la economía española no produce puestos de trabajo que permita a las personas migrantes volver y aspirar a la misma ocupación y responsabilidades que tiene en la sociedad de acogida. El acceso a la vivienda, también para los retornados (y como para cualquiera), supone un reto que se lleva por delante buena parte de los sueldos y las expectativas de futuro.

Por lo tanto, siendo a nivel poblacional beneficioso revitalizar nuestras pirámides de población con la llegada y la vuelta de migrantes, las medidas políticas, económicas y sociales tienen que ser de amplio calado para hacerlo de manera efectiva (Maillat 1989: p. 151).





NOTAS

(1) La despoblación en la España interior. FUNCAS. Azón, V; Brandés, E.. Consultado el 28/01/22. https://www.funcas.es/wp-content/uploads/2021/02/La-despoblacion-de-la-Espa%C3%B1a-interior.pdf.

(2) Las mujeres rurales y la tecnología. Kerras, H; Gómez, M. Consultado el 28/01/22. http://ciriec.es/wp-content/uploads/2020/09/COMUN-027-T4-KERRAS-DE-MIGUEL-ok.pdf .

(3) El plan para los españoles que emigraron con la crisis económica solo logra retornar a 58. Olga Rodríguez. El Independiente. Publicado el 18/02/21. Consultado el 28/01/22. https://www.elindependiente.com/economia/2021/02/18/el-plan-para-los-espanoles-que-emigraron-con-la-crisis-economica-solo-logra-retornar-a-58/. 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

 

MAILLAT, DENIS (1989) “Los países europeos de acogida”,. En El futuro de las migraciones, OCDE y Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, pp. 65-98.

MARTÍ GINER, Andrea (2020). INMIGRACIÓN NOROEUROPEA DE JUBILADOS EN ESPAÑA. Análisis de las provincias de Alicante y Málaga. Universidad de Jaen. Grado en Geografía e Historia.

SANTACREU, J.M. (2002) “España, de la emigración a la inmigración: cambio de mentalidad y proyección social” Anales de Historia Contemporánea, núm. 18.

TEZANOS, J. F. (2007) Nuevas tendencias migratorias y sus efectos sociales y culturales en los países de recepción. Doce tesis sobre inmigración y exclusión social. Revista Española de Investigaciones Sociológicas (Reis), 117(7), p. 11-34.



WEBGRAFÍA

AZÓN, V; BRANDÉS, E. La despoblación de la España interior. (2021) Consultado el 28/enero. URL: https://www.funcas.es/wp-content/uploads/2021/02/La-despoblacion-de-la-Espa%C3%B1a-interior.pdf.

EL INDEPENDIENTE. Consultado el 28/enero. URL: https://www.elindependiente.com/economia/2021/02/18/el-plan-para-los-espanoles-que-emigraron-con-la-crisis-economica-solo-logra-retornar-a-58/.

INE, Instituto Nacional de Estadística. Consultado el 28/enero. URL: https://www.ine.es.

Kerras H, Gómez MDM. Las Mujeres rurales y la Tech-Nología (2020) Consultado el 28/enero. URL: http://ciriec.es/wp-content/uploads/2020/09/COMUN-027-T4-KERRAS-DE-MIGUEL-ok.pdf. 

CIJ, Cuadernos de investigación en juventud.(2020). [Consultado el 28/enero. URL: https://www.cjex.org/wp-content/uploads/2021/02/Desigual-Acceso.pdf





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