lunes, 29 de diciembre de 2008

Stop al genocidio del pueblo elegido


comiendo con las imágenes de la masacre y la barbarie. Las noticias de Navidad, consumismo y ajetreos han dejado paso a la violencia del imperio sionista contra sus vecinos ocupados y ocupados de sus quehaceres diarios que se debatían diariamente entre la más misera pobreza y el terror estatal, víctimas del yugo de un bloqueo internacional auspiciado por Israel, y permitido por los USA. Pero ahora ya no ha bastado con eso, y en un país que se mantiene en el último halo de sus políticos más representativos, ahora que esas viejas llamas se apagan, las nuevas hornadas más proximas al radicalismo ortodoxo ven como lo vieron sus predecesores, en el sufrimiento palestino el cimiento para su poder. En Israel el provocar o aumentar la tortura palestina da votos, y si los grupos de izquierdas atizan la llama del odio, no van a ser menos la derecha y centro-derecha del Likud en el que cada rostro con ansías de gobierno se postula mandando más misiles a la franja.

En el otro lado de la franja, el pueblo Palestino ha venido sobreviviendo con la ayuda de las instituciones islámicas, como Hamás, financiadas por Siria o Irán, que no sólo es una organización terrorista como se la ha calificado, sino que es un movimiento social, que auspicia escuelas y hospitales y da oportunidades a los jóvenes que duermen parados por el bloqueo israelí, y la escasa ayuda occidental. Desde allí se han venido lanzando los célebres cohetes kassan, de manufacturación casera y que aunque reprochables y siempre numerosos, en menos ocasiones de las que esperaban cumplieron objetivos. Han sido el goteo de lanzamiento de estos vehículos del dolor, lo que ha dado a Israel, su huérfana de liderazgo clase política y a la saliente administración Bush, la excusa para incrementar la fuerza del yugo, cerrar el grifo de la ayuda, y abrir el del dolor, con numerosos bombardeos y posicionamiento de tropas de infantineria (entre ellos los todopoderosos tanques "Merkava" de 64 toneladas de peso y capaces de lanzar 20 proyectiles de 28 mm en menos de un minuto), para aplastar y denigrar aún más, el sufrido pueblo palestino. Este gasto armamentístico, se supone que vendrá a aliviar las economías capitalistas belicistas de occidente, como los otros 300 conflictos encubiertos que suceden ahora en el planeta, y continuarán derribando el castillo de naipes, en el que el siguiente piso es la nueva justificación para la existencia del Islamismo radical o Al Qaeda, cuya respuesta sólo es la lucha contra el Terror; es decir, más dinero en "Defensa" y seguramente menos en cooperación, ayuda al desarrollo o solidaridad.
1. Los objetivos sionistas

La elite sionista de Israel quiere arreglar tres grandes problemas políticos en los próximos doce meses: 1. ganar las elecciones de febrero, 2009; 2. demostrar a los bárbaros del área---y a sus padrinos sionistas de la Burguesía Atlántica (Europa y Estados Unidos)---que la derrota militar ante Hizbollah (2006) ha quedado atrás, y que ha reconstituido su capacidad destructiva militar (deterrence) y su brutalidad aniquiladora; 3. terminar el proyecto nuclear de Irán antes de fin de año del 2009, ya sea por presiones, ya sea por un ataque convencional-nuclear. Lo único que no está en la agenda de esta elite terrorista es la negociación de una paz duradera sobre las bases del derecho internacional. No quiere negociar la paz: quiere dictarla.

El costo para alcanzar los tres objetivos no es alto, al menos no, si se calcula con los estándares del colonialismo atlántico. La muerte de algunos cientos de palestinos y, posiblemente, algunas decenas de miles en Irán. Un costo simbólico, pero un gran beneficio real para cualquier burguesía expansionista que ocupa territorios que no son suyos y tiene que usar el terrorismo de Estado ad infinitum, para mantener su ocupación.

2. El imperialismo atlántico entiende tardíamente la función del sionismo

Las educadas burguesías de Europa y Estados Unidos simpatizan con el duro papel del civilizador blanco, ante los salvajes pueblos del Tercer Mundo. The white man´s burden, la “carga civilizatoria del hombre blanco” lo había bautizado Rudyard Kipling para la colonización de Asia. “Manifest Destiny” lo cristianaron los puritanos gringos al realizar la limpieza étnica de América del Norte y “evangelización” lo llamaron los asesinos españoles y portugueses en sus colonias.

Durante medio milenio “los blancos” han sido el terror de los pueblos del mundo. La propuesta del sionismo era parte de esta lógica del colonialismo blanco: ser cabeza de playa entre los bárbaros de Medio Oriente, para garantizar los intereses de la burguesía atlántica. Aunque en su momento histórico las elites atlánticas no entendieron a plenitud el alcance estratégico de esta propuesta, hoy la apoyan incondicionalmente. Por eso, el cínico y vergonzoso silencio de los presidentes europeos y de la Casa Blanca, junto con la cobarde inteligencia europea y las dictaduras neocoloniales árabes.

3. Lecciones de Adolf Hitler

Para lograr sus objetivos, la elite colonialista israelí, organizada políticamente en los partidos Likud, Laborista y Kadima, ha asimilado una que otra lección delcolonizador Adolf Hitler. Ir por los triunfos fáciles, es decir, atacar a “enemigos” frente a los cuales se tiene una abrumadora superioridad militar. Tener plena conciencia de la superioridad de una vida propia frente a una vida enemiga, de un israelí comparado con un palestino. Como decía una orden de los nazis: “Por cada soldado alemán muerto por bandidos rusos (partisanos, resistencia armada-HD), hay que colgar a diez rusos.” Tomar a la población civil como rehén, secuestrar a sus miembros y aplicar el concepto fascista de “responsabilidad colectiva” (Kollektivschuld) a las familias, las comunidades, etc., sin importar la responsabilidad individual de las personas. Utilizar acciones de “Nacht und Nebel” (noche y niebla), es decir, escuadrones de la muerte del ejército y de los servicios, para asesinar o desaparecer a palestinos, en la noche. Destruir los medios de subsistencia de la población y sus casas, encarcelarla y torturarla, no conceder el debido proceso jurídico, desplazarla forzosamente y bloquear su regreso a sus comunidades de origen.

Muchos de estos métodos de los nazis fueron codificados por los Tribunales de Nuremberg y Tokio como crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra. Pero, sería ilusorio pensar, que los autores intelectuales y materiales de esos crímenes de Estado de Israel pudieran ser juzgados por la justicia internacional, mientras Washington y Bruselas sigan dominando el sistema mundial.

Por suerte, después de quinientos años, el control mundial del colonizador blanco estállegando a su fin. China e India son contrapesos ya inamovibles del sistema mundial. En este sentido, la política de la elite sionista israelí no es más que otro desesperado y anacrónico intento de mantener el proyecto del apartheid de la humanidad, que los europeos globalizaron a partir de 1492, y del cual el sionismo es parte integral desde el siglo XIX.

4. Lecciones del Gheto de Varsovia

Ante el sufrimiento del gueto palestino de Gaza, a manos del colonialismo sionista, parecen proféticas las palabras del “Himno de los partisanos del Gheto de Varsovia”, donde el pueblo judío resistió heroicamente a las tropas nazis en 1943:

Nunca digas que esta senda es la final,
porque el cielo gris cubrió la luz del sol.
El momento tan ansiado llegará
y el sonar de nuestra marcha escucharán.
El clamor por tanta angustia y el dolor
desde el trópico hasta el polo sonará,
y al regar con sangre nuestra heredad,
la esperanza fuerte y pura crecerá.
No es un canto alegre, es canto de fusil,
no es tampoco pájaro de libertad,
es canción de un pueblo obligado a sufrir,
que con sangre y plomo el verso escribirá.

Las víctimas palestinas, son siempre inocentes, cíviles, mujeres y niños que poco tienen que ver con Hamás más allá de que esta organización les da el sustento diario y los servicios básicos. Y la fuerza con la que son destrozados se la otorga la primera maquinaria bélica y económica mundial, aliada con el pueblo elegido, que mueve el baile bursátil y financiero mundial, en aras de controlar la opinión pública y tener la protección de los "marines". Pero es tan abusivo, tan desproporcionado el choque de fuerzas, el piedras contra balas o tanques, las imágenes de cámaras de calor versus heridos llegando en carretas, que cualquier tipo de justificación que tuviera el imperio sionista o beneplácito adquirido por el genocidio nazi, se borra de nuestras mentes, para aliarse con el pueblo palestino, y exigir a la comunidad internacional que le paren los pies y las armas al estado más belicoso del mundo.

Primo Levi, superviviente del campo de Auschwitz, dijo:

"Pero en el odio nazi no hay racionalidad: es un odio que no está en nosotros, está fuera del hombre, es un fruto venenoso nacido del tronco funesto del fascismo, pero está fuera y más allá del propio fascismo. No podemos comprenderlo; pero podemos y debemos comprender dónde nace, y estar en guardia. Si comprender es imposible, conocer es necesario, porque lo sucedido puede volver a suceder, las conciencias pueden ser seducidas y obnubiladas de nuevo: las nuestras también".

Tenía razón; fácil es olvidar y más fácil es provocar en nuestros semejantes lo que vivieron nuestros parientes.

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