lunes, 11 de septiembre de 2017

40.000 millones de cojones


Es fascinante. Tengo que admitirlo. Con rabia y desesperación, con un dolor en el ánimo y en las ganas de luchar. Pero lo han hecho. Lo han vuelto a hacer. Han conseguido, una vez más, que su corrupta, inepta y vergonzosa actuación pase desapercibida. No les cueste ni un misero voto, y ni mucho menos nadie va a dimitir o va a comparecer ante los medios o ante el Parlamento a explicar qué cojones sucedió.
40.000 millones. Cifra redondeada de los 40.078 millones que el actual Gobernador del Banco de España explicó el pasado viernes en sede parlamentaria se dan por perdidos del rescate bancario. Es decir, de los 54.353 millones de euros en ayudas concedidas entre 2009 y 2016 a favor de la “re-estructuración” bancaria, sólo van a recuperar un 26'2% del total. 14.275 millones de nada. Los grandes gestores. Y esa recuperación es en un “escenario optimista”. Con dos cojones.
Sería todo ello de risa si desde 2008 con el estallido de la burbuja inmobiliaria para reunir ese quimérica cantidad de dinero para un ciudadano de a pie, no hubieran tenido que laminar la sanidad pública de todos, la educación de todos, los servicios sociales de todos a base de inmisericordes recortes. Soportar impuestos abusivos al consumo, tasas surrealistas sobre cualquier relación con la administración. Y por supuesto destrozar el mundo del trabajo, dejándonos a todos (y aún más a todas) aspirando a puestos mediocres, precarios, mal pagados, sin ninguna seguridad. En definitiva, no hubieran podido hacerlo sin el esfuerzo a escote de todos. De todos nuestros cojones (y ovarios).
Y se quemaron sólo los nuestros, tanto esfuerzos como cojones, porque los que ya venían de casa agraciados, los que nos metieron en la vorágine crediticia, en la estulticia de la burbuja del ladrillo, los que se lucraron salvajemente y lo sacaron todo y más a paraísos fiscales, no han tenido que poner un (puto) duro. A ellos les favorecieron las amnistías fiscales (tócate los cojones si eso no es destrozar una sociedad y una “Constitución”), y no contentos con ellos saquearon las arcas públicas con nuestros derechos (sanidad, educación, pensiones, servicios sociales, cultura, etc.) que tanto trabajo nos había costado durante generaciones para “re-estructurar” el sector bancario. Mis cojones.
Y es que lo que llaman “re-estructurar” el sector bancario fue en realidad pagar por la cara de todo el país las pérdidas que en el mercado financiero acarrearon quienes ya se habían lucrado suficientemente cuando la cosa pintaba bien, y no había dios obrero con cojones de pagarse un mini piso en éste país, que todo se nos olvida. Pagamos las deudas, y ni olimos los beneficios. Luego nos mintieron diciendo que esto era necesario, para que el colapso no fuera mayor, para después mentirnos aún más a la cara, para contar milongas sobre una supuesta recuperación económica, que se estaba creando empleo, y encima empleo de calidad. Y mientras en esas páginas de color sepia de los diarios de economía que nadie lee, se veía como se devolvían saneaditas, sin el personal echado a la calle casi gratis, con clientes y casi beneficios los bancos y cajas a sus antiguos dueños o a otros más generosos en el reparto de sobres. Qué puta cara y qué cojones tienen.
Pero los verdaderos cojones, los cojonazos, son los de la gente de éste país. De acuerdo que “se rompe España” y Catalunya (gracias, entre otras cosas a los cojonacos de Rajoy fumando puros y leyendo el Marca) va a ser un estado independiente. De acuerdo que si Venezuela, que si los atentados, que si el deporte, que si Eurovisión y lo que tu quieras, pero si nos han robado en la puta cara, no es por los cuatro mataos que hemos intentado durante años que despertéis, despeguéis los cojones del sofá, y salgamos a las calles a luchar por lo que es justo, es necesario, y es de todos (y de todas).
Todos conocemos casos de empresas que por faltar 20€ de la caja han despedido como procedente, con posterior aval judicial incluido, a trabajadores. Y aquí han volado el presupuesto anual de Educación, o la mitad del de Sanidad, o la tercera parte de lo que se paga en pensiones en un año y no pasa nada. Absolutamente nada. Lo han vuelto a conseguir, una vez más, que “no os metéis en política”. Dejamos que nos hayan hecho la del birlibirloque, y mientras nos agitan la bandera, nos han robado la cartera. La de hoy, la de mañana y la de pasao. Pero también la de vuestros hijos, incluso la de vuestros nietos.
Tenéis los cojones muy grandes y muy negros por permitir lo que está pasando. Esta estafa, éste descalabro colosal, fruto de años de latrocinio, corrupción, sinvergoncería y canalladas ya no es sólo responsabilidad de Rajoy, Aguirre, Aznar, Felipe, de los Borbones, o de otro montón de fachas. Esto ya es responsabilidad “vuestra”, por aceptar éste robo a cara descubierta, y con tonos jocosos y cachondeito.
España tiene muchos problemas. El primero de ellos una población cojonudamente ignorante del poder que tiene. Con los cojones, y la preparación necesaria para empoderarse y exigir, ya de verdad, sin quechuas, ni batucadas, dignidad y justicia social.
¿A qué cojones esperáis para empezar la revolución que necesitáis?

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