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jueves, 8 de abril de 2010

De locos



Resulta hilarante y desconcertante que en España, esa supuesta gran nación que defienden los de derechas se juzgue a un juez por realizar su trabajo. Por tomar una demanda y denuncia, de gran calado social, pero al fin y al cabo una petición de justicia, o cuando menos de investigación. Levantar una causa judicial contra la maquinaria dictatorial que ensangrentó y tracionó a un país es su delito. Hacer lo mismo que otros jueces, o él mismo en Chile o Argentina, es algo que no ha gustado a la rancia derechona.

A Garzón se le juzga por ponerse de lado de las víctimas, por abrir diligencias contra el franquismo. Por una primera amenaza de exhumar los restos del puto enano gallego para ver si realmente esta muerto. Por tratar de meter mano en archivos diocésanos, registros civiles o documentación privada de personas y asociaciones ligadas al Movimiento y por un intento de poner dignidad, reconocimiento y justicia a todas aquellas personas y asociaciones que llevan 35 años buscando sus muertos en tapias sin numerar de cementerios, en cunetas y fosas comunes.

El Tribunal Supremo en lugar de resolver los recursos y cuestiones de competencia pendientes en relación a la causa contra los crímenes del franquismo, que tienen una evidente trascendencia histórica, social y jurídica ha admitido querellas interpuestas por grupos ultraderechistas alegando una presunta prevaricación del Juez Garzón, en su investigación sobre los crímenes del franquismo, consistentes en el plan sistemático y preconcebido de eliminación o exterminio de oponentes políticos, muchos de ellos por su condición de sindicalistas.

Las querellas interpuestas ante el Tribunal Supremo persiguen injustamente al Juez Garzón también por otras actuaciones judiciales, como la instrucción de los graves delitos de corrupción política del caso Gürtel.

Por otra parte en las actuaciones del órgano de gobierno de los jueces respecto al juez Garzón parecen estar pesando razones extrajudiciales.

Considerar que un Juez comete delito de prevaricación porque se disiente de su criterio jurídico, que está motivado y fundado, compromete gravemente el Estado de Derecho y la independencia del poder judicial; y la persecución del Juez Garzón cuestiona la consideración de la Justicia en la sociedad española, y también en el ámbito internacional.

Los impedimentos jurídicos que se sostienen por algunos para hacer inviable la causa de los crímenes contra la Humanidad del franquismo, hubieran hecho imposible también el Proceso de Nüremberg contra los criminales nazis.

Nadie puede pretender erigirse en garante de la legalidad del Estado social y democrático de Derecho en el que vivimos, amparando vulneraciones de la memoria histórica y favoreciendo la impunidad de la corrupción política.

La actuación del Juez Garzón en la instrucción de la histórica causa contra los crímenes de lesa humanidad cometidos por el franquismo a raíz del golpe de Estado contra la legalidad constitucional republicana en julio de 1936 y la guerra civil y la posguerra, perseguía buscar a las personas desaparecidas y recuperar los restos mortales de las personas asesinadas y verificar los hechos y la revelación pública y completa de la verdad, procurando una declaración oficial o decisión judicial que restableciera ante tales crímenes, la dignidad de las víctimas, de sus familiares y de la sociedad en su conjunto; compatibilizando la actuación judicial penal con la Ley de la Memoria Histórica, en interés siempre de las víctimas.

Es un escándalo que estén a punto de sentar en el banquillo de los acusados a un juez por intentar investigar los crímenes del franquismo. Parece que en lo que muchos entendemos o creemos que debiera ser, un país con un sistema democrático, político, social, judicial, ético y moral maduro camino de contextualizarse con los sistemas de sus países vecinos de la Vieja Europa es una utopía.

Creo que ya esta bien. Qué con 35 años de "transición" nos vale para recuperarnos en todos los niveles de la ceguera y el oscurantismo que nos metió la dictadura. Pero no. La derecha aún siente revancha y ansías de imposición y victoria y no es más capaz que emponzoñar las instituciones, los debates, que sesgar la realidad bajo un prisma de intolerancia e intransigencia. Todo esto en la cobertura, porque en el sustrato se dedican a continuar lo que su añorado régimen comenzó: Robar a los españoles.

Parafraseando al New York Times "Aunque al juez "le atraen los casos notorios y algunas veces se extralimita", "su objetivo constante ha sido negar la impunidad a los poderosos y extender el ámbito de las leyes internacionales sobre derechos humanos", afirma el diario. Por eso, "se debería permitir a Garzón volver a ese trabajo lo antes posible".

miércoles, 25 de febrero de 2009

Garzón, la corrupción y esa extraña presunción de inocencia


Que la justicia anda revuelta estaba claro desde hacía mucho, muchísimo tiempo. En España un país que en materia de justicia se legisla a golpe de noticia, de revuelo mediático y de acontecimiento mediático, toda la amalgama de sucesos que pasan de la crónica negra, a la más amarillenta prensa sensacionalista han derivado en una situación que ha desembocado en la dimisión del ministro de justicia, Fernández Bermejo. Lo curioso del caso es que éste no ha dimitido ni por la huelga de jueces, ni por el colapso de la materia; tampoco por acontecimientos ocurridos en las distintas prisiones o por lo que parecía más probable por la posible no ilegalización de cualquier candidatura abertzale en las próximas elecciones. Ilegalizados HB, PCTV o D3M ha sido una montería, una cacería un domingo de febrero por las sierras fronterizas entre Albacete y Jaen, organizada por un empresario por lo menos simpatizante del PP, lo que ha provocado la dimisión de este polémico personaje, y lo que nos hace pensar si no ha sido una encerrona.

Y no sólo eso, sino que resulta que ha valido como la principal excusa que ha encontrado el PP, para tratar de disimular el goteo de casos de corrupción en las administraciones llevadas por la derecha en este país, que eso sí, en las últimas fechan han adquirido mayor importancia, quien sabe si por los vitales comicios autonómicos en Galicia y Euskadi, o porque ya manchan a cabezas de lanza que tratan de ocupar el puesto de Marianin. Resulta que en tal jornada cinegética, coincidieron el Ministro saliente, el Jefe del grupo anti-corrupción de la policía y el juez Baltasar Garzón, quien días después hacía públicas(pues llevaba investigando el asunto) las diligencias por diversos casos de corrupción, tráfico de influencias, prevaricación y corruptelas varias contra dirigentes del PP que han sido salpicando a varios estandartes de la derecha.

Lo curioso es como cambia el cuento. 15 años después de que El Mundo y Aznar azorarán a Garzón en su lucha por desenmascarar el G.A.L. o los asuntos de Roldán, ahora los populares ponen el grito en el cielo, se quejan incluso de persecución y reniegan (una vez más) de las instituciones judiciales y del juego democrático. Ver que Trillo pida dimisiones o la reprobación de un juez, produce a partes iguales la carcajada, el sonrojo y la ira. Siguen en sus trece de politizar el ejercicio judicial de controlar los hilos del sistema para evitar problemas mayores y condenas que en poco favorecen su publicidad. Y todo ello porque resulta que en Madrid y Valencia, lo cuál no tiene que sorprender a nadie, se pagaban comisiones, se inflaban presupuestos, se viciaban concursos públicos, se ponían nombres... Aguirre, Camps, Gallardón, Fabra, Güemes todos salpicados. Y se llevan las manos a la cabeza. ¿Cómo es posible? Con lo que han defraudado, con los chanchullos que han movido y vienen moviendo; si son sospechosos habituales del robo a cara descubierta, sonrisa impertérrita y traje caro. Es en apariencia en lo que se diferencian del resto de ladrones. Los de aquí, los de andar por la calle o por casa, los chicos malos del barrio siempre han sido chorizos y si les pillan el peso de la ley les cae, así como el peso de la reprobación social. Pero con estos, no sucede lo mismo. Inmiscuidos de su retórica revanchista, se sienten ofendidos por haber sido descubiertos con la mano en la caja de todos, y aún siendo presuntos alegan que la justicia no es "justa" que está corrompida por la izquierda, laxa en el poder, y reniegan del sistema democrático, aplicando el cuento que tienen en casa para hacernoslo tragar a todos con sus altavoces a pleno pulmón.

Tratan de evitar la labor de policía, fiscales y jueces, del estado de derecho en fin para seguir saliendo de rositas. Es lo único que temen. Una condena, un proceso que acabe con la confiscación de sus riquezas, bien robadas al pueblo, o con la cárcel. De perder el cargo no tienen miedo. Y es que no nos vamos a engañar. Aunque reprochables, las palabras del alcalde de Getafe hace un mes, son rotundas. Con todo lo que está cayendo, con causas abiertas, espiándose entre ellos, rumiando las migajas del "elegido" esos 10 millones de inéptos siguen votando a la derecha, haciendo el camino a las urnas, tan sistemático como el que hacen para ir a la iglesia, el supermercado o hacían en blanco y negro, con el saludo romano blandiendo el viento y el desfilar de rebaños.

Pero Bermejo ha dimitido y tiene ya sucesor. Siguen con su campaña de acoso y derribo, que casi le cuesta la salud a Garzón, el juez estrella, el auténtico crack de la justicia en este país, que siempre está en el debate de su remodelación, contando más las voces de los padres destrozados por la muerte de su hija, que de los expertos juristas, éticos y también económicos. Qué la justicia esta mal es evidente. Los expedientes se amoltonan, las causas se enquistan y pasan meses entre resoluciones, años con los recursos y lustros para llegar a las sentencias firmes. Faltan medios, materiales y personales, tecnológicos y lógicos en la distribución racional del trabajo. Pero lo que sobra, es la distorsión moral de los acusados para saltarse a la torera con el voto pasado y el presente y futuro convencidos las leyes del estado democrático, la separación de poderes. Estos cabrones, anhelan la dictadura, los consejos de limpieza moral y los delatores. Vamos a evitar las tendencias subersivas y a seguir manejando el cotarro, y acumulando el Capital suficiente. El pueblo pringao no se entera. Y lo intentan hacer con una democracia ya madura poniendo sus interes como siempre lo primero, y tratando de crear una justicia a la carta, un "juez de cabecera" que aconseje que hacer. Siguen los pretextos de la Comunidad de Madrid para con la Sanidad, la TV pública madrileña o el Canal de Isabel II.

Así que máxima atención, a ver, si joder, enchinoramos a todos estos CHORIZOS, y les quitamos del poder. O por lo menos surge la regeneración democrática en la oposición, para que pesen más opiniones como la del candidato del PP, Antonio Basaigoiti, a lehendakari: "Muchos en este partido entran para trincar, mientras en el País Vasco, todos nos jugamos la vida por representar una idea.

La justicia necesita una reforma amplía y consensuada y en todos los sentidos. Las penas más duras, "empeorar" las condiciones penitenciarias, que favorezcan la reinserción, el debate de la cadena perpetúa 36 años después de la última ejecucción... Hay que despolitizarla para sacar a personajes como el imbécil enchufado en el CPGJ, ex consejero de Justicia de la Comunidad Valenciana, que ante las acusaciones filtradas alaba la "honorabilidad" de Camps, perjura a Garzón y se olvida de la supuesta imparcialidad del tercer poder. Bermejo estaba en esa tarea. Pero una cacería le ha cortado las alas. Ha pesado más el hacer uso cinegético sin licencia, que un acto alegal, político y ultimatún, como la huelga de jueces de la semana pasada pidiendo más medios, o algo más... También la huelga en Madrid de los funcionarios de la Justicia por el incumplimiento en las condiciones laborales... El asunto vasco con los radicales haciéndose los ofendidos cuando desde los G.A.L. y por primera vez un ciudadano anónimo se toma la justicia por su mano en un acto lleno a la vez de valentía, hastío, violencia y hartazgo. Los casos de Marta y Marí Luz, la responsabilidad de los medios, el bochorno de los extranjeros que delinquen en España (yo los pillaba, medidas antropométricas y de vuelta a su país, hostias), los casos salpicados de vez en cuando de etarras, violadores o maltratadores que adquieren la libertad condicional o sin condiciones....

Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...