“‘Stairway to Heaven’ cristaliza la esencia de la banda. Tiene todo lo que somos y muestra lo mejor de nosotros como banda, como una unidad. No hablo de solos ni nada de eso, está todo ahí”.
Jimmy Page
Así se refería el eterno guitarrista de los Led Zeppelin, Jimmy Page, a su obra cumbre, Stairway to Heaven, escalera hasta el cielo, que hace pocos días cumplió 40 años como uno de los hitos del rock, cima de la música de los 70, y todo un himno de la historia de la música, de nuestra historia.
Un ejercicio de talento y compenetración es Starway to Heaven, desde la delicada cadencia de John Paul Jones con los teclados, con su contrapunto en la bateria aporreada con pasión y clase por un John Boham, para servidor el mejor bateria de la historia, hasta un Robert Plant, inmenso que ocupa todos los registros y por supuesto con un Jimmy Page, que pasa del sublime al escandoloso, acariciando y tocando todos los trastes de su guitarra, de su guitarra doble.
La canción funciona exactamente como una escalera, de menos a más, empezando desde abajo hasta llegar arriba, al cielo de la historia de la música. Comienzao con una memorable y delicada introducción de guitarra que supera los dos minutos, pasando luego a una zona media más eléctrica con una base rítmica majestuosamente marcada y en el que el cuerpo de la canción se desarrolla y que desemboca en su impresionante solo de guitarra de varios minutos de duración y donde teclados y bateria no quedan oscurecidas ante el talento de Page y armonizan en un duelo a acordes, y cerrando con la parte de éxtasis total, donde Plant sencillamente se sale de todos los registros. Esta es la estructura básica de entre 8 y 12 minutos, la que todos tenemos grabada a fuego en nuestra mente y nuestro corazón.
Por qué, ¿quién no ha llorado un amor con Starway to heaven? ¿quién no ha hecho el amor con ella de b.s.o? ¿A quién no se le han airao las revoluciones escuchándola? ¿Alguién ha podido quedarse sentado? Stairway to Heaven, o lo que es lo mismo la canción más escuchada en la historia de la radio; la partitura de rock más vendida y el himno con el que pasará a la historia los zeppelin y con ellos los 60 y 70, casi todo el siglo XX.
Y es que hace unos días, más concretamente el 5 de marzo, la mítica canción ‘Stairway to Heaven’ cumplió cuarenta años. Aunque su lanzamiento físico no tendría lugar hasta la llegada del cuarto álbum de Led Zeppelin (Led Zeppelin IV), en noviembre del 71, la primera presentación en público del tema tuvo lugar unos meses antes en el Ulster Hall de Belfast. El propio Jones ha confirmado que la primera recepción del tema fue apática y decepcionante, puesto que los fans allí reunidos esperaban ansiosos los ya clásicos de la banda como Communication Breakdown, (Blag) Black Dog (gracias, Juanerito), Inmigrant Song o Dazed and confused.Desde luego, no eran conscientes de que estaban asistiendo a un pedazo de historia del rock. Con la presentación del tema en radio unas semanas después empezó a hacerse más popular, tanto que a partir de ahí se convirtió en un imprescindible en todas las actuaciones del grupo británico. Hasta el punto llegó la cosa que Robert Plant terminó por mostrarse cansado de tanto cantarla cuando el grupo se disolvió a principios de los 80. También en radio hemos tenido ‘Stairway to Heaven’ hasta hartar, pues se estima que es la canción más veces emitida por las ondas hertzianas en la historia, siendo además la partitura de rock más vendida de todos los tiempos. Ni el guitarrista Jimmy Page se esperaba algo así: “Sabía que era buena, pero no podía esperar que se convirtiera casi en un himno… Lo que sí tenía claro es que se trataba de la joya del disco.”
En esos conciertos Led Zeppelin acostumbraban a tocar una versión extendida, que podía llegar hasta los diez minutos a base de estirar el solo. Para evitar el cambio de instrumento que era necesario en un determinado momento de la canción, Jimmy Page empleaba la icónica guitarra de dos mástiles Gibson EDS-1275, que hoy en día todos relacionamos con este músico.
También tuvo Stairway to heaven, su parte de mito y polémica. A una acusación, nunca ejecutada públicamente, de plagio del tema Taurus de los Spirit de un par de años antes (1969) y del que Page era fan reconocido, hasta la ya cansina leyenda urbana del mensaje satánico si escuchas el vinilo al revés. Como yo no tengo tanto tiempo para perderlo y ni estoy tan aburrido como la gente que se invento tal bulo, no hay que darle más vueltas y menos ahora en el mundo digital, y de la acusación de plagio únicamente, se podría asociar algún pequeño fragmento de pocos segundos del sólo de Page.
Y la canción sigue vigente y viva. Con un legado impresionante, de literatura y sentido para la cultura del siglo XX, y del rock y el metal. Ha tenido numerosisimas versiones de distintos grupos, en diversas épocas y a través de estilos diferentes. Sigue sonando en las radios, y ha de ser un imprescindible en cualquier fiesta, reunión o asociación de amigos, con ganas de pasarlo bien, y soñar con alcanzar el cielo, a tráves por qué no de esta increíble canción.
Un ejercicio de talento y compenetración es Starway to Heaven, desde la delicada cadencia de John Paul Jones con los teclados, con su contrapunto en la bateria aporreada con pasión y clase por un John Boham, para servidor el mejor bateria de la historia, hasta un Robert Plant, inmenso que ocupa todos los registros y por supuesto con un Jimmy Page, que pasa del sublime al escandoloso, acariciando y tocando todos los trastes de su guitarra, de su guitarra doble.
La canción funciona exactamente como una escalera, de menos a más, empezando desde abajo hasta llegar arriba, al cielo de la historia de la música. Comienzao con una memorable y delicada introducción de guitarra que supera los dos minutos, pasando luego a una zona media más eléctrica con una base rítmica majestuosamente marcada y en el que el cuerpo de la canción se desarrolla y que desemboca en su impresionante solo de guitarra de varios minutos de duración y donde teclados y bateria no quedan oscurecidas ante el talento de Page y armonizan en un duelo a acordes, y cerrando con la parte de éxtasis total, donde Plant sencillamente se sale de todos los registros. Esta es la estructura básica de entre 8 y 12 minutos, la que todos tenemos grabada a fuego en nuestra mente y nuestro corazón.
Por qué, ¿quién no ha llorado un amor con Starway to heaven? ¿quién no ha hecho el amor con ella de b.s.o? ¿A quién no se le han airao las revoluciones escuchándola? ¿Alguién ha podido quedarse sentado? Stairway to Heaven, o lo que es lo mismo la canción más escuchada en la historia de la radio; la partitura de rock más vendida y el himno con el que pasará a la historia los zeppelin y con ellos los 60 y 70, casi todo el siglo XX.
Y es que hace unos días, más concretamente el 5 de marzo, la mítica canción ‘Stairway to Heaven’ cumplió cuarenta años. Aunque su lanzamiento físico no tendría lugar hasta la llegada del cuarto álbum de Led Zeppelin (Led Zeppelin IV), en noviembre del 71, la primera presentación en público del tema tuvo lugar unos meses antes en el Ulster Hall de Belfast. El propio Jones ha confirmado que la primera recepción del tema fue apática y decepcionante, puesto que los fans allí reunidos esperaban ansiosos los ya clásicos de la banda como Communication Breakdown, (
En esos conciertos Led Zeppelin acostumbraban a tocar una versión extendida, que podía llegar hasta los diez minutos a base de estirar el solo. Para evitar el cambio de instrumento que era necesario en un determinado momento de la canción, Jimmy Page empleaba la icónica guitarra de dos mástiles Gibson EDS-1275, que hoy en día todos relacionamos con este músico.
También tuvo Stairway to heaven, su parte de mito y polémica. A una acusación, nunca ejecutada públicamente, de plagio del tema Taurus de los Spirit de un par de años antes (1969) y del que Page era fan reconocido, hasta la ya cansina leyenda urbana del mensaje satánico si escuchas el vinilo al revés. Como yo no tengo tanto tiempo para perderlo y ni estoy tan aburrido como la gente que se invento tal bulo, no hay que darle más vueltas y menos ahora en el mundo digital, y de la acusación de plagio únicamente, se podría asociar algún pequeño fragmento de pocos segundos del sólo de Page.
Y la canción sigue vigente y viva. Con un legado impresionante, de literatura y sentido para la cultura del siglo XX, y del rock y el metal. Ha tenido numerosisimas versiones de distintos grupos, en diversas épocas y a través de estilos diferentes. Sigue sonando en las radios, y ha de ser un imprescindible en cualquier fiesta, reunión o asociación de amigos, con ganas de pasarlo bien, y soñar con alcanzar el cielo, a tráves por qué no de esta increíble canción.
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