jueves, 17 de diciembre de 2009

Antihéroe


Todos desde niños hasta mayores y por supuesto siendo adolescentes tenemos el deseo de convertirnos en super-héroes, en librar a la Tierra del mal, salvar la humanidad, quedarnos con la chica y machacar al enemigo. Mientras vamos creciendo ajustamos ese infantil sueño a las realidades más plausibles y el eterno deseo de cambiar el mundo poco va haciéndose más pequeño hasta que nos damos cuenta que jamás podremos ser capaces de cambiar nuestro propio universo.

Pero yo ahora he descubierto el anti-héroe. Si el psicópata capaz de poner en jaque a la ciudad de Gotham; el del truco de magia del lápiz y el del mordaz plan para poner en las manos de los ciudadanos honrados y presos condenados el destino de sus vecinos. Los atributos del joker, los usaría para doblegar la dictadura del capital. La hipocresía moral y la venta de fes. El conservadurismo, el económico y social. La intransigencia religiosa en todos los credos. La apatía cultural y su desmedido interés industrial. Mi objetivo sería la Anarquía, como herramienta para lograr un mundo más justo, igualitario; o un mejor hogar, como culmen de mi obra.

Angustia, venganza, ira, redención, amor y desolación, indivisibles y dominados por la absoluta, pura y morbosamente encantadora locura de un Joker convertido en la personificación del Mal definitivo, una perversión sin motivaciones que respondan a una lógica concreta, por retorcida que fuese. Es la Némesis de todo héroe, un enemigo decisivo y categórico, pero que tan sólo este vigilante nocturno, que quiere dejar de serlo, que desea ser innecesario, puede afrontar. Porque en el negro abismo de su alma, es consciente de que también él está condenado al rechazo y la censura pública.

Heath Ledger compone un Joker de nuestro tiempo, un fiel reflejo de una sociedad que parece haber asumido que no existe ninguna justificación tras ningún acto violento, que en el fondo de cada ciudadano de bien se esconde un anarquista en potencia que despertará si se dan las condiciones necesarias. Quizás sea con esa arista del personaje con la que me quedo e identifico. Como un presunto anti-héroe que en realidad es el héroe capaz de borrar la esclavitud capitalista, consumidora y publicitaria en la que vive el ser humano actual. Un "malvado" personaje con las dotes necesarias para re-equilibrar la igualdad, solidaridad y el valor de la moral. El Joker inmiscuido en la sociedad actual podrá borrar todos los actos de las oligarquías y las corruptelas con las que nos invaden ante nuestros ojos cegados por la mezquindad propagandística de emporios iguales que disfrazan vociferos según conveniencia.

Caracterizado como el jocker mi propia desviación psíquica abrazará la violencia y el miedo, no contra el pueblo que sigue sufriendo sino contra las fuerzas opresoras instaladas en el capitalismo depredador. Con sus artes, mezquindad y genialidad lograré que TODOS seamos felices.

Del Joker interpretado por Ledger me han impresionado muchas cosas. El look, sus modales, la gesticulad de sus facciones, la mirada... Pero es su genialidad, aunque en el caso de El Caballero Oscuro, destinada a la consecución del mal, o por lo menos de sus misteriosos objetivos. Los intrínsecos caminos de la moralidad "perversa" capaces de encontrar su destino o el de miles de seres. Confiar en la crueldad o la benevolencia del hombre, tanto como especie, como catalogada por clases sociales para lograr la victoria. En definitiva poder ser, un ser perverso y amoral capaz de rescatar la presunta moralidad y dignidad humanas, que como colectivo y en grandes dosis individuales están destrozadas.

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