lunes, 1 de septiembre de 2025

Hakas y Heavy Metal


 

Imagina mezclar la potencia visual y espiritual de una haka maorí, como las que vemos antes de los partidos de los All Blacks (atentos ahora a las de las Black Fermns), o de cualquier equipo polinesio de rugby, con un metal vigoroso, contundente y que suena original. Añade la presencia física de 5 tiarrones polinesios, que perfectamente podían pasar por la tercera línea de cualquiera de las selecciones de rugby del Pacífico Sur. No te olvides de sumar unas letras muy dinámicas con un contenido más que interesante de reivindicación de la identidad de los pueblos polinesios y de ascendencia indígena, y de la necesidad de justicia y reparación de los agravios cometidos durante la época colonial. Agita la coctelera tras añadir unas influencias musicales muy concretas del más puro trash americano, en especial las referencias a Anthrax, Sepultura o Pantera, por supuesto Metallica, pero también del metal-core de grupos como Slipknot, Saliva, Drowning Pool o incluso P.O.D. No olvidarse de la influencia manifiesta de Gojira y de las propias que atesora la banda francesa. El resultado no podía ser más intenso y estimulante.

Pero esto que acabo de relatar no es una imaginación de un fan del metal y el rugby, ni tampoco la idea comercial de un gurú del marketing musical ávido de exprimir unos talentos para cubrir a muy buen precio un nicho de mercado. O fabricarlo directamente. Al menos yo no he encontrado esa posibilidad. No. Esto que presento en el párrafo anterior es real. Ya existe esa banda de metal procedente del Pacífico. Son Sherpherds Reign.

 


 

Esta banda proviene de la ciudad de Auckland, en la isla Norte de Nueva Zelanda. Su ascendencia es maorí, y concretamente samoana. Sus integrantes son Filiva'a James (cantante y a los teclados), Oliver Leupolu y Gideon Voon como guitarras, Joseph Oti-George al bajo y en la batería Shaymen Rameka.

La banda surgió entre 2010 y 2015 fruto de la amistad entre Filiva'a James y Oliver Leupolu quienes se conocieron en su aula de piano clásico, y que compartían una afición al metal desde la más tierna infancia. Poco a poco fueron añadiendo referencias del género a sus gustos musicales y a sus experiencias y flirteos con la música clásica, para en los años referidos, convencerse de la posibilidad y gusto de hacer una banda de metal para hacer versiones de grupos de metal americano y tocar sus propias composiciones. Para ello fueron añadiendo al resto de integrantes y a constituirse como agrupación hacia 2013.

Pero no sería hasta 2018 cuando presentaron su primera demo con la composición Concrete Walls, que les generó el dinero suficiente a través de tocar en garitos para poder autoeditarse su debut homónimo. Llamaron rápidamente la atención tanto del periodismo especializado, como de los medios generalistas, puesto que el primer single, Le Manú, fue significada por la prensa como la primera canción de Heavy Metal en lengua samoana. Este reconocimiento, y fundamentalmente el seguimiento de los fans del género, les abrió las puertas para firmar con una discográfica y lanzarse a una gira por Australia, Nueva Zelanda y Japón, y después poder sacar el álbum Alai Mai, en 2023.

 


 

El estilo de Shepherds Reign se basa en canciones muy potentes dentro del sub-género del groove-metal y recuerda a bandas como Machine Head o Rod Zombie, a parte de las citadas al principio de esta entrada. De hecho, las intros de sus canciones me parecen muy brillantes sustentadas en la potencia de una base rítmica muy propia del trash, a la que añaden timbales y sonidos de percusiones propias del folclore índigena, para después acoplar las guitarras, y fundamentalmente la voz de Filiva´a que se conjuga de maravilla para añadir más dureza e intensidad a las composiciones. Todo esto cobra especial significación con las letras, puesto que el grupo está muy comprometido con sus raíces y con la historia de su pueblo, así como con las problemáticas a las que se tienen que enfrentar. De hecho el cantar en samoano compone una novedad en el mundo de la música, y más concretamente en el metal, pero demuestra su compromiso con su origen y su conciencia como maorís. Muchas de esas problemáticas tienen que ver con la relación con los descendientes europeos en la propia Nueva Zelanda o en Samoa y en otras islas del Pacífico, pero también destacan los problemas medio-ambientales que castigan a estas comunidades o la pérdida del patrimonio y el folclore autóctonos. En este sentido, Ala Mai, como digo su segundo trabajo y que se traduciría como una voz en samoano que dice “¡Despierta!”, es una llamada tanto a los vivos como a los antepasados de los pueblos maoríes para que todos unidos puedan superar esas adversidades y mantener su patrimonio y la identidad de no solo a los samoanos, sino de toda la comunidad polinesia.

Afortunadamente, y de las cosas buenas que ya muy raramente te ofrece Youtube, la banda se va abriendo hueco y ya han empezado a llegar a Europa. Particularmente, su propuesta me resulta muy estimulante, tanto a nivel visual, como musical, así como la originalidad de sumar el samoano y la estética polinesia (no faltan las hachas, mazas y otros elementos tribales en su presentación) al Heavy Metal.

 


 

En este sentido, radica un profundo orgullo por cómo el Heavy es capaz, de en el contexto de la globalización cultural reinante, sumar a otras experiencias culturales e identitarias, dándoles su espacio, haciendo que se hagan propias y que no copien sin más lo que ya se ha hecho, o lo que ya se ha impuesto, sino que ofrezcan su propia visión, plena de compromiso y autenticidad. Contrasta con la homogenización hegemónica actual que ha expulsado cualquier otra expresión musical de los medios de comunicación de masas, y por lo tanto, del grueso de la población.

Por ello, por esa suma de un estilo propio y original y por la propia trascendencia de su música y trabajo os recomiendo que os sumerjáis en el trabajo de Sherpherds Reign (en la actualidad están preparando su tercer disco con la intención de empezar a sonar con regularidad en Europa y Estados Unidos). Seguro que os pasará como a mi y les añadiremos a nuestra lista de intereses, para ver si llegan por aquí y se les puede disfrutar en directo. Ganas ya hay, eh.

 


 

 

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