El metalcore o ñu metal de Kid Rock no es de mis favoritos, más por desconocimiento y desafección del estilo después del 2004 que por la calidad compositora e interpretativa del de Detroit. Y es este All summer long una canción calida que invita al optimismo y la alegría y que sirve como homenaje a los que yo ya rendí homenaje hace unos meses, Lynyrd Skynird, y a un tema mítico del rock sureño y de toda fiesta veraniega: el Sweet Home Alabama.
Tomando la melodía del tema de los hermanos Van Zaant y el buen rollo, flower power, de la letra del himno del rock sureño, Kid Rock produce un alegato de la fiesta y la amistad; un recuerdo afectuoso y un sueño sonoro de aquellos veranos pre-adolescentes, a los que ya casi es imposible volver. Pero el tema no deja lugar a la nostalgia y sirve de exaltación de un periodo de la vida trascendental y vertiginoso en la formación de la persona, y del que anhelamos pasar inmediatamente cuando lo sufrimos, y el que añoramos continuamente. Esta dualidad sentimental expresada con gran acierto en este ya clasicazo de las fiestas de amigotes, el sirvió a Kid Rock como gran éxito de su carrera, curiosamente con el tema más alejado y el album más díscolo de su carrera musical, bastante lejos del metal-core del que hizo gala y se convirtió en uno de sus padres.
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