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jueves, 5 de noviembre de 2009

Suicidio pasional




Suicidio pasional sería no estar contigo, deshecharte, quedarse sin luchar por lo que realmente siento. Una noche de poco dormir, y de hacerlo para despertar antes que tú y contemplar que una vez más me haces soñar en vida.

Esa hora en la que te he estado viendo dormir, me ha vuelto a decir que quiero sentirte respirar junto a mi toda nuestra vida. La única certeza que ahora estructura mi futuro es que no tengo futuro sino es estando con ella, porque ella es mi alma, mi vida, los sueños pasados y futuros y el presente que vivo día a día, noche en noche y beso a beso.

Siempre me oiréis decir que soy de fiar, porque mi palabra es lo que vale y es verdad. Pero no importa tu palabra, sino a quién se la das, y mi palabra ahora viaja a tu ser, a unos oídos cansados de no ser regalados, a un corazón que necesita de mi ternura y cariño para la eternidad. Eres tú el motivo de que mi vida vaya a merecer la pena o no, de su utilidad, transcendencia e importancia. Todas las palabras que escriba o cada canción que escuche son por ti. Cada acto nuevo o rutinario que surja en mi día a día es porque tú eres el motor de mis motivaciones y besarte significa poner ocaso a todas las frustraciones y miedos que alguna vez encontraron en mi corazón hogar. La fuerza que tengo ahora estuvo aparcada en un rincón oscuro y no tuvo contacto que la hiciera reaccionar. Ahora una mirada tuya, la primera sonrisa del día o tu voz son capaces de enrabietar la colérica tranquilidad a la que fue sometida, y como un rayo atravesar tiempo, espacio, triturar dolores y franquear imposibilidades por ti.

Durante toda mi vida he intentado aprovechar noches y mañanas... he tirado de mis amigos, de mis aficiones y pasiones... he tratado de estudiar lo que he podido y he llegado a la conclusión de que tampoco me apasiona... deporte, música o literatura han llenado muchas de mis horas para no dejar arrastrarme con la soledad por un precipicio de final mortuorio... he agarrado un par de comas etílicos y descubierto que ya no sé beber... he perdido 10 kilos y he engordado 15, no tuve nada en el pecho... y sentía una pregunta tan aburrida, pero ¿que coño haré de mi vida?

Ahora lo sé. Y me fascina. No quedan dudas que puedan hacer oscurecer el día. Apagar la luz que me brindas es imposible y no queda ya nada para hacer realidad todos los sueños, palabras y hechos. Juntarnos en un interminable abrazo para vernos reflejados en un espejo vibrante y lleno de vida como son nuestros ojos. Amarnos y hablar. Y antes de hablar volver a amarnos. Y otra vez amarnos, porque no hay dos sin tres, porque a la quinta va la vencida, porque sí, porque nos quedamos dormidos exhaustos pero plenos.

En el silencio siento pasar hora tras hora,
como un cortejo lento, acompasado y frío...
¡Ah! Cuando tú estás lejos, mi vida toda llora,
y al rumor de tus pasos hasta en sueños sonrío.

Yo sé que volverás, que brillará otra aurora
en mi horizonte, grave como un ceño sombrío;
revivirá en mis bosques tu gran risa sonora
que los cruzaba alegre como el cristal de un río.

Un día, al encontrarnos tristes en el camino,
yo puse entre tus manos pálidas mi destino
¡y nada de más grande jamás han de ofrecerte!

Mi alma es frente a tu alma como el mar frente al cielo:
pasarán entre ellas, tal la sombra de un vuelo,
¡la Tormenta y el Tiempo y la Vida y la Muerte!

viernes, 16 de octubre de 2009

Un hasta luego...


Mi hogar se ha quedado vacío. Has sido mi invitada y de mi familia y te has ganado todo su cariño, respeto y amor. Y yo, que ya enamorado estaba, ahora vivo aumentando todos esos sueños, alimentando la certeza de que la vida que me espera junto a ti, va a ser la mejor; de que tengo ganas de estar junto a ti y empezar a vivirnos cotidianamente. Amarte en mi lecho ha sido un regalo divino, que tenía su ocaso en verte dormir y un postre maravilloso en despertarte, captar tu sonrisa y mirada dormida unos segundos antes de cagarte en el momento y en mi por no dejarte dormir, para al momento fundirnos en un abrazo extremo que nos fusionaba en una misma alma sobre la cama, igual que la noche anterior.

Efectivamente hacías falta en mi casa. Y también para que engañarnos, en mi vida. Necesitaba un amor, un reto, una alegría por la que vivir y luchar. Alguien capaz de controlarme, de hacerme ser ese muchacho de carácter y sensible que siempre he sido. Ser mejor persona en definitiva. Es lo que intento, mantener la coherencia e intentar ser feliz y hacer feliz a los que me rodean. Y tu llegada es el impulso, el gatillo para disparar todos los sueños que he tenido durante mi vida, y que sigo acumulando año tras año, y que ahora si, contigo, tengo la intención de ir superando.

Tu amor por las cosas pequeñas, por la belleza de momentos y situaciones que al resto de almas pasan desapercibidas, nos hermana. Una simple hoja de un árbol, caída y roída es para nosotros nuestro corazon. Una tarde como la del viernes 9 de octubre es inolvidable, uniéndonos como pareja, como hombre y mujer con un mismo objetivo, con muchos aspectos en común, en un paseo por Salamanca, en un museo maravilloso como la Casa Lis, sonriendo y amándonos ante los pequeños objetos de gigantesca belleza que fueron testigos de nuestro amor. Pasear por ese rinconcito nuestro que es el Huerto de Calixto y Melibea. Revivir a los amantes, pero no para morir, sino para vivir, para llegar al mañana viviendo el dia de hoy. Y así unos días bellos, mágicos, que ya me han convencido del todo, porque pequeña, somos el uno para la otra y la una para el otro; somos uno, como la luna a la noche, el violín a la música o la rebeldía al sentimiento.

Por gustarme me gusto hasta nuestra despedida. No te engañes, no es que quisiera que te fueras. Pero fue mucho mejor que aquella en Chiclana. Llorando cerrando nuestro amor sobre el hierro que une Salamanca y Cádiz, para al rato reírnos y amarnos por última vez hasta dentro de unas semanas. Fue la mejor manera; porque las lágrimas las vertimos estando solos, porque beberemos de ellas muy pronto. Ahora me encuentro bien, muy alegre... también mal, porque no puedo vivir sin verte y sin estar contigo, e imagino que a ti cielin, te pasa igual. Pero el tiempo es todo y es nuestro, y uno sólo de tus besos merece todos los sacrificios, cuanto más la realidad de que estaremos juntos.

Ahora todo es diferente, ya nada es oscuro ni gris, ya no hay nubes, ya nada es oscuro, ya el sol volvió a brillar, la calma se hizo en mi, ya no hay ganas de huir, de dejarlo todo, de salir, de escupir, de pedir al mundo que pare que me bajo aquí, en la nada en el vació, ese mismo es alqo que ya no hay, ahora todo cada segundo es nuevo, se llena de sentimientos de nuevo, ya no hay infierno, ya no me quemo, al revés vivió apacible y tranquilo, esperando que llegue la siguiente ola, para subir a mi tabla y disfrutar de las olas del mar.

Pienso que estoy en una nube tumbado como si fuera algodón y la muerdo, y no me caigo, pienso que todo es un sueño que nada es real, todo es producto de la fabrica de mis dibujos de mis ilusiones, pero de repente algo me agarra, me toca, lo siento, no es un sueño estas ahí, delante mio.

Gracias por hacerme sentir lo que es la vida, ya no por volver a sentirme querido, zafio sentimiento, ilusión de almas no entregadas. Sino amado. Sentir que me quieres es lo más grande y bello que me podía pasar, y yo que ahora estoy certero de que nunca lo sentí, sentirlo así y contigo es sinónimo de alcanzar la más alta cima en la felicidad de la vida y derribar el anhelo vital de una vida.

Te has convertido en lo que más quiero en el mundo, en parte de mi familia y en la mujer con la que voy a pasar mi vida. Así de claro; se puede decir más alto, pero nunca será tan contundente de que me has hecho muy feliz, y que quieres y sabes como hacer que lo sea durante toda nuestra vida.



Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal

Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...