jueves, 6 de julio de 2023

Norwegian reaggeton: La canción del verano total


 

Ya está aquí el verano. Con sus olas de calor. Sus incendios forestales. Con esos días y noches eternos, sin poder descansar bien. Con sus estaciones de transporte y carreteras abarrotadas. Con las terrazas a tope. Con el ruido incesante. Y con sus canciones del verano.

Me dejo muchas cosas en el listado anterior, si, pero voy a lo importante sin más dilación para poder entrar en lo trascendente.

Ya he hablado en esta bitácora de ese reclamo publicitario de baja estofa, oda al consumismo alienado en base a producto prefabricado de fácil paladeo, pero insoportable digestión. La canción del verano es la sintonía que acompaña los calores durante el estío. Melodía machacona que es bombardeada inmisericorde por los medios del capital -en particular y profusión, las radiofórmulas, y su moderna versión, las plataformas de audio-, proponiendo un éxito bailable, con una letra, por lo general deleznable, y que es acompañada por una coreografía sencilla y propia para adoctrinar al populacho. Para completar la escena, todo ello se acompaña por la imagen de los intérpretes, necesariamente, escasitos de ropa. Sobretodo ellas.

Sin embargo, hace unos años, y pese a la ingente inversión en publicidad de diversos métodos y estilos, la canción del verano consiguió a ser un fenómeno de internet, propuesto desde abajo, por el público general y en particular el metalero. Norwegian reaggeton, era la propuesta de acceso gratis y compartida por Nanowar of steel, el grupo italiano de freak metal, y fue un éxito rotundo.

Nanowar of Steel, como digo es una banda italiana de metal surgida en 2003. Su intención siempre ha sido reírse de los convencionalismos más manidos del Heavy Metal, y en particular del power y una de las bandas mas míticas, -y profusamente envueltas en la polémica-, del género: Manowar.

Tomando el nombre de los norteamericanos y cambiando la primera letra para reproducir un llamamiento que en el propio italiano, y en otras lenguas del mediterráneo, se emplea como lenguaje coloquial y chabacano. Posteriormente y dado el aluvión de demandas por parte de los propios Manowar -que desde 2008 los tienen bloqueados y amenazados-, añadieron al nombre of Steel, tomando el recurso que los originales Rhapsody, tuvieron que tomar para sobrevivir a las disputas legales entre los miembros. La tipografía se añadía como un trampantojo hecho en el paint por un inexperto diseñador gráfico y las risas estaban hechas.

Pero no acababa ahí su cachondeo para con la banda liderada por Joey DeMaio, y en su primer disco, Triumph of True Metal of Steel (parodia del disco de Manowar The Triumph of Steel), colocaban en todas las canciones el término true metal en el título, exagerando así la manía de la banda estadounidense de declararse como la única banda de "metal verdadero" del mundo. El cachondeo estaba servido, al tiempo que empezaron a llegar las demandas de fanáticos de Manowar, así como de la propia discográfica y banda americanas.

En su ya prolija discografía y giras han empleado los convencionalismos más notables del Heavy Metal. Sin menospreciar en absoluto una calidad compositiva y destreza musical han generado varios himnos que nos sirven para alimentar la fiesta y reírnos de nosotros mismos. Ejercicio, por otra parte, bien necesario.

Su indumentaria siempre ha bebido de los estándares de los subgéneros a los que han dedicado cada uno de sus discos. Pasando del black metal, al viking, sin olvidar el rapcore, pero sobretodo destacando en el power, del que por otro lado se declaran fans acérrimos y al que homenajean con humor y con cariño, aunque haya quien se lo tome a mal. Así, letras y riffs, iconografía de los discos, poses y actitudes, y sobretodo, las vestimentas, se han empapado de la imagen de los más grandes entre los grandes como puedan ser Rob Halford y Judas, Guns n’Roses y Mötley Crue, las bandas de black metal tipo Dimmu Borgir o Dark Funeral. Y por supuesto, Manowar.

Si está propuesta de reírse de un mismo y pasárselo bien sin mirar a ningún otro lado ya había calado entre los propios heavies y es bien celebrada, cuando se incluyen en festivales y conciertos, Nanowar of Steel, adquirió celebridad cuando hace unos veranos se lanzaron a implantar los ritmos del reaggeton a la música heavy. No deja de tener su guasa limitarse a unas escalas tan básicas y repetitivas con un sonido que enseguida te invita a plantear complejidad, composición e imaginación, pero el propio hecho rompedor, de tomar las estrecheces compositivas de este tipo de música para meterle un filtro de black metal, estaba su éxito.

La letrade Norwegian reaggeton recogía los valores y clichés más conocidos fuera de Escandinavia para meterlos en la coctelera y emplear los mismos recursos industriales de la música actual, generando así una cacofonía hecha para el disfrute y regocijo del personal. La distorsión de las guitarras y la pulsión del doble bombo, suplían a la perfección los sonidos generados por ordenador, y además de demostrar la pericia de los músicos, nos añadía un par de solos muy meritorios. Las estrofas en inglés se alternan con el estribillo, en castellano, pero un castellano exagerado procurando imitar los tonos propios del habla latinoamericana, así como los matices que se sustituyen a la voz cuando se pasan por filtros. Este estribillo:

Corazón vikingo de Santo Domingo

La iglesia quemada, la piña colada

Vamos a bailar con "Det som engang var"

Guerrero cubano, bailarín pagano

Tomando mojito en el sacrificio

Vamos a bailar con Hellhammer y Varg



se va calando en el subconsciente y el ritmo se contagia a las botas de los metaleros que empiezan a disfrutar poniéndose al sol, arriesgándose a unas quemaduras.

No puedo dejar de recordar el genial Bogavante de El Reno Renardo, y particularmente, el momento de catarsis que vivimos en el concierto de Valladolid en 2010. Ambos temas son parte de la idiosincrasia del Heavy y de una crítica, por otra parte, absolutamente básica a la música convencional convertida en producto de consumo masivo.

Nanowar of Steel. aunque también se han sumergido en un recurso básico de su subgénero, las parodias y covers de imitación de los grandes himnos del Metal, por lo general, tienen sus propias canciones empleando un power metal de muchísima calidad junto a unas letras desternillantes. Y todo este caudal musical, artístico y del cachondeo está disponible bajo licencia Creative commons en internet. Su web, su canal de youtube o sus perfiles en aplicaciones para compartir su música y su agenda de conciertos, a parte de su merchandising, que son la fuente de sus ingresos. Abogan por la música libre y que esta sea compartida, como por ejemplo de The Number of the Bitch (parodia de The Number of the Beast de Iron Maiden) o Master of Pizza (Master of Puppets de Metallica).



Nanowar of Steel están de lleno en el corazón del Heavy Metal, como otras bandas del freak metal, para hacernos divertir y para reírnos de nosotros mismos. Y de los demás. Una actitud, de lo más saludable.


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