Hace
unos años, seis o siete incluso, era un asiduo al late night
de Buenafuente (ahora de vez en cuando, lo sigo visualizando,
pero a la carta) y en uno de sus programas apareció Albert
Espinosa, autor de El mundo amarillo, libro que presentaba
y del que fue a hablar, haciendo una declaración de positivismo y
ganas, pese a las circunstancias, que caló en mi, fijo su obra como
pendiente en mis lecturas, hasta que en el pasado mes de noviembre,
conseguí el libro, hasta atacarlo y devorarlo en apenas un par de
tardes esta semana.
El
mundo amarillo,
está considerado como un libro de auto-ayuda
por mucha gente, aunque el propio autor desde el prólogo ya defiende
que no se trata de ese tipo de libros porque no pretende dar
soluciones, sino que se constituye como un relato episódico de las
enseñanzas que ha ido adquiriendo durante su vida, no precisamente
fácil, no catalogable como común. Al
contrario, se trata de un libro trascendente cargado de vitalidad y
valor para afrontar la vida y sus etapas, sus problemas y momentos
duros y también los buenos.
Albert
Espinosa,
el autor, durante su adolescencia y juventud padeció cáncer,
hasta cuatro diferentes, que se han saldado por interminables
temporadas residiendo en el hospital, innumerables pruebas y
diagnósticos y sin una pierna, un pulmón y con un trozo de hígado.
Pero hoy ya está curado, y decidió sentarse a plasmar lo que
aquella experiencia también le ha legado en materia de aprendizaje y
crecimiento, justo en esa época en la que cada uno de nosotros nos
configuramos como personas.
Aunque
me diréis que tal preámbulo, o incluso habiendo leído partes
totalmente el libro hace referencia a un libro de auto-ayuda
al uso, no se puede, ni debe, encasillar esta obra en ese epígrafe,
porque al final lo que compone el relato de Espinosa es una forma de
enfrentarse a la vida, con vitalidad, con honestidad, amor propio y
solidaridad y cooperativismo con los demás.
El
libro, lógicamente tiene mucho de autobiográfico. Es capaz de
sacarnos
más de una sonrisa y también llevar nuestras lágrimas al filo.
Está escrito de manera cercana, como quien enseña a vivir. Y
también de una forma amena y clara, facilitando más aún lo que de
por si misma es una lectura divertida y estimulante.
A
modo de capítulos nos muestra una serie de descubrimientos que el
autor tuvo durante su vida en los hospitales mientras luchaba contra
la enfermedad, tanto la propia como la de sus compañeros de planta.
Todos esos descubrimientos
y experiencias
llevan al mundo
amarillo
y a quienes son los amarillos y por qué son importantes,
imprescindibles, en nuestra vida. Un resumen que no quiere en
absoluto laminar vuestro interés para leer El
mundo amarillo,
es que los amarillos son esas personas especiales en tu vida, que no
tienen porque ser parejas, familia, o amigos, sino que en un momento
concreto han cumplido una función fundamental en nuestro devenir,
aportando conocimiento, calma, estímulo o lo que sea necesario en
ese instante.
La
lectura es tan amena e interesante que te lleva casi sin querer a que
tú, lector, inconscientemente te plantes con el libro entre cerrado
a pensar quienes son tus amarillos, si tu has sido o eres amarillo de
alguien, y a darte las herramientas necesarias para poder
reconocerlos y valorarlos en el presente y el futuro, así como para
ofrecerte tu mismo como tal.
Por
todo esto, no puedo más que animaros a leer o releer El
mundo amarillo de Albert Espinosa.
En definitiva, no se trata más de una lectura
vitalista,
divertida e interesante para intentar ser mejores personas y
construir un mundo mejor para todos y todas.