lunes, 6 de octubre de 2014

Plata con sabor a oro



Al contrario que la selección masculina, el combinado femenino sí que cumplió las expectativas y logró plaza en la final del Mundial de Baloncesto 2014. El rival como se pretendía en España, fue USA Basketball, y en féminas, como es indudable y habitual se presentaron con casi el mejor equipo que podían presentar (a destacar en mi opinión las únicas ausencias de Skylar Diggins, Elena Delle Done y Candance Parker en el equipo de ensueño liderado un año más por Geno Aurema desde el banquillo).

La España preparada y entrenada por Lucas Mondelo ha cumplido notablemente las expectativas generadas como vigente Campeón de Europa. Todos los seguidores y aficionados al baloncesto femenino, sabíamos de lo que muchas de estas chicas eran capaces de hacer todas juntas, y puestas en concierto por el mejor entrenador español del momento (y aquí meto indistintamente a los que se dedican al masculino y al femenino) el resultado tanto clasificatorio como en juego ha sido inmejorable. La selección femenina nos ha dejado partidos vibrantes, de un baloncesto muy intenso a ambos lados, en los que el control del rebote era la espoleta para salir vertiginosamente al ataque y poder sumar en primeras o segundas oleadas. Y ha sido la defensa el principal baluarte hispano, con situaciones muy trabajadas de ayudas, variantes, traps y en el que las condiciones de la pareja interior (Nicholls y Lyttle) han permitido tanto el cierre del rebote defensivo, la lucha del ofensivo como la planificación de ayudas defensivas. Además la aportación de especialistas (Xargay y sobretodo la determinante en semifinales Nuria Martínez) y el compromiso exigido por el entrenador al resto, han hecho de España la mejor defensa del campeonato, siendo el equipo que menos puntos ha recibido (si exceptuamos a las americanas, con su componente físico de intimidación).

En ataque aunque ha habido momentos de cierta precipitación y de porcentajes más bien bajos, la intensidad y rapidez ha sido la seña de identidad de un equipo nacional que buscaba el correr como su primera y segunda opción, para ya en estático, tratar de generar ventajas sobre el 1vs1 de Lyttle dentro (atacando desde el “4” mientras en defensa era la “5”) y de Alba Torrens por fuera.

Ambas (junto a la postre MVP, la inconmensurable Maya Moore, la australiana Penny Taylor y la center dominadora yankee Griner) han acabado incluídas con total merecimiento en el quinteto ideal del campeonato y nos han dejado en la retina una amalgama de jugadas espectaculares difíciles de olvidar.

Son muchas las diferencias que han propiciado el éxito del combinado femenino, frente al fracaso estrepitoso masculino. La primera empieza en el banquillo. De un entrenador a las claras no cualificado a otro, que une en su fascinante personalidad tanto sapiencia baloncestística, carácter y confianza por parte de sus pupilas. Lucas Mondelo ha vuelto a construir un equipo redondo, en el que las fisuras, por condicionamiento físico, han sido mermadas con compromiso, cooperación y riqueza táctica. Además ha ayudado que al contrario que con la selección masculina, el presidente de la FEB si que se mantiene en un segundo plano (aunque como no, supo hacerse notar en la entrega de medallas) más de gestión directiva que de intermediario directo con la parcela deportiva como pasa con los Gasol y cía.

Además la preparación ha sido la idónea con torneos, con partidos yendo increscendo en su exigencia, con una parte realizada fuera de España (en Bielorrusia en un torneo de verdadero nivel frente a anfitrionas, turcas y serbias) y además con un plan de meses (la temporada femenina europea termino a finales de abril) para mantener la monitorización de todas las posibles convocadas que no tenían disputa WNBA (en verano, hablamos de Sancho Lyttle con Atlanta Dream y Anna Cruz con New York Liberty).

Y por supuesto el día de cuartos el equipo estuvo a lo que tenía que estar, y así se demuestra en el correctivo que se llevaron las chinas, que aparecen a todas luces, como equipo importante en el futuro.

Y es que preparar bien el torneo se antojaba clave ante una oportunidad histórica.

Me explicó. 9 días ha durado el torneo. Los cuatro primeros días (sábado, domingo y martes dejando lunes como jornada de descanso) se ha llevado a cabo la fase de grupos, en el que España, encuadrada junto a Japón, Brasil y República Checa se enfrentaba en ese orden a la posibilidad de quedar primera de grupo y pasar directamente a cuartos (que se celebrarían el viernes, para dejar semis el sábado y final el domingo).

El grupo a priori era duro, más que otros en liza, pero tenía un premio extra: Si se cumplían las expectativas USA y Australia (primeras de grupo), las dos grandes dominadoras del basket femenino mundial, se verían en semifinales, dejando el otro puesto de acceso a la final al resto de naciones, eminentemente europeas y en suerte de cruces que empezaron a gestarse desde las primera jornada de grupo.

Así con Francia, otra seria aspirante, entrando al lado duro del cuadro, nos plantamos en la tercera jornada, el pasado martes, con dos victorias (fáciles y rutinarias ante una voluntariosa pero débil Japón y una muy venida a menos Brasil) en el partido clave ante la República Checa (subcampeona del mundo en ese momento). Ganar implicaba descansar un día más, a parte de meter un partido más, de octavos de final al día siguiente a un equipo peligroso, pero ya muy veterano como las checas. El partido no tuvo historia, y las checas que venían ya muy castigadas de las dos primeras jornadas apenas duraron un cuarto, y ante la velocidad de Silvia Domínguez y Anna Cruz claudicaron para guardar fuerzas para el día siguiente.

Entonces nos plantábamos el viernes, ante el fin de semana del torneo, con el emparejamiento de cuartos que nos había devenido en China, equipo que conoce a la perfección Lucas Mondelo, puesto que lleva dos años entrenando, y ganando, la potente y emergente liga china.

Como no podía ser menos el scouting fue primoroso, y no se dejo a las chinas un solo lanzamiento lejano con comodidad (su principal arma es el triple) y en ataque se impuso un ritmo muy fuerte de transiciones que las llevaron prácticamente al agotamiento. Paulatinamente España fue incrementando el ritmo de juego, y con él las ventajas hasta convertir el siempre trascendental y difícil partido de cuartos en un mero trámite rutinario en la búsqueda de las medallas.

Al día siguiente esperaban las anfitrionas, Turquía, y bien por el ambiente, bien por la motivación y también calidad del rival, y también por los nervios propios el camino hacia la final fue más tortuoso.

Turquía buscando la complicidad arbitral ante el ambiente, impuso un listón muy fuerte de contactos que dificulto sobremanera la velocidad y juego elaborado hispano, metiéndose el partido, con su ritmo y control pausado y farragoso, en el bolsillo la menuda y genial base del Galatasaray Campeón de Europa, Alben. Y así transcurrió toda la primera mitad, con Turquía minimizando las acciones ofensivas hispanas y llevando la voz cantante ante un equipo nacional que sumaba puntos lastimosamente por arreones de calidad de Sancho Lyttle.

Al descanso el panorama era preocupante, pero lo era menos que transcurridos 5 minutos del tercer cuarto. Y es que los problemas ofensivos hispanos seguían pero por el contrario Turquía si había conseguido anotar por fuera, con tres triples de la minimizada Yilmaz que habían llevado el partido a un +12 para las turcas. Rápidamente Mondelo llamó a capítulo a las chicas y estas se aplicaron a cerrar el rebote defensivo y a estar mucho más cerca de las turcas.

En ese momento en ataque se echo el equipo a la espalda, Alba Torrens, la mejor jugadora europea del momento (y en mi opinión exterior del mundo, sólo detrás ya de la increíble Maya Moore) y empezó a liderar las transiciones a anotar en penetraciones espectaculares.

Fue ahí cuando Mondelo giró la manija del partido introduciendo a Nuria Martínez. Una de mis debilidades entro a 4 minutos del final del tercer cuarto con -7 en el marcador. Ahí la base catalana, reconvertida a alero en su periplo turco, lidero el empuje defensivo hispano alargando todas las ayudas y haciendo que Alben sufriera mucho más tan sólo para subir el ataque. Además, ofensivamente siempre tuvo claro donde buscar la ventaja y encontrando a Sancho y a una desatada Alba Torrens giró todo el marcador, arrebatándole la manija a Alben para llevárasela ella misma. La MVP con sus 28 espectaculares puntos fue Alba Torrens, magnífica en la ejecución y en la bravura de postularse como líder cuando peor estaban las cosas, pero cuando Nuria Martínez salió de la pista quedaban 5 minutos, y lo hizo con un +14. No había anotado y “sólo” había dado 4 asistencias, pero su incidencia en el mismo fue decisiva. Bravo, Nuria Martínez.

Ya se había hecho historia e indudablemente conseguido los objetivos, pero al día siguiente esperaba USA Basketball que doblegó con cierto grado de susto a una talentosa y aguerrida Australia (sin Liz Cambage, y sin ya algunas de sus históricas como Lauren Jackson, Trisa Fallon, Bellvelaqua o Kristi Harrover) esperaba en la final.

Y el espectacular equipo norteamericano salió con la máxima motivación por el partido en sí, con la total complicidad y profesionalismo que atesoran que les hacen explotar al máximo su talento y con el máximo respeto a un rival, España, que sabían que juntándose varios factores (control hispano del rebote, sin pérdidas, mal día en los porcentajes de ellas, bueno nuestro) les podían dar un susto.

Pero no hubo manera. España, quizás con una desconexión, por otra parte ya lógica, y también con un cansancio acumulado en sus puntales (Torrens, Sancho, Anna Cruz, Xargay,...) evidente no pudo sobreponerse ni responder a la salida en tromba norteamericana que con una Maya Moore enchufadísima (delante de su entrenador en China) y un titán al poste como Tina Charles (en mi humilde opinión la mejor pivot del momento) adquirió muy pronto ventajas en torno a las 10 ó 12 puntos que nunca mermaron de ahí.

En España solo parecía tener piernas y voluntad Laura Nicholls, una auténtica crack que ha progresado muchísimo en estos últimos dos años, mejorando enormemente su lectura de juego y ampliando su radio de tiro (aunque aún debe mejorar más sus porcentajes). Incluso, como viene siendo en ella habitual, no se achantó ante Griner, y se revolvió contra ella tras una fea acción de la estadounidense en un conato de tangana, rapidamente parada por las compañeras de ambas.

Pero el resto puso voluntad, pero casi nulo acierto (30% en tiros de campo y maquillado en el último cuarto, se llegó al descanso con un 18%) y si una sensación, por otra parte comprensible, de carpe diem, de disfrutar el momento, toda una final de un mundial ante una pléyade de estrellas del deporte mundial.

El partido, como digo no tuvo historia, y supuso la lógica y merecida victoria de USA Basketball que refuerza su dominio en el planeta basket. Pero la historia ya estaba hecha antes, y la habian escrito Lucas, Laura, Leticia, Silvia, Alba, Leonor, Laia, Marta, Nuria, Laura, Lucila, Sancho y Anna.

España subió un peldaño más en tras el bronce en el último mundial en 2010 en Chequia, y se colgaba una plata que sabe a oro, un paso más en la brillante historia de este equipo que sigue encadenando generaciones (y las que vendran) bañadas en el éxito, gracias al sacrificio de mujeres, familias, entrenadores, técnicos y clubes de formación pequeños que es donde se gestan estas maravillas, reforzadas, como no podía ser de otra manera por el profesionalismo en la élite que hoy por hoy, y tras la estafa conocida como crisis, para muchas de las nuestras las hace emigrar.

Un éxito más en el deporte femenino. Otro toque de atención al cosmos machista y retrógrado que hoy por hoy se respira en #Españistan. No voy a entrar a comentar la lamentable actitud de los medios de persuasión y difamación que han pasado sobre puntillas por lo conseguido, pero que no tendrán problemas en poner exigir cuando toquen JJOO en esas estúpidas e ignorantes llamadas patrióticas. Cuando no haya el deleznable fútbol profesional será entonces cuando se acuerden de ellas.

Pero para muchos y muchas, para mi y mi hermano, sois muy grandes. Tenéis mi respeto, admiración y apoyo. Gracias por el espectáculo y el compromiso y a por más.

Ahora un pequeño repaso al 1 por 1 de la Selección femenina de España, subcampeona Mundial 2014:
  1. Laura Nicholls. Continúa con una evolución fantástica, ampliando más recursos ofensivos, mejorando en la lectura de situaciones. Lo hace sin perder un ápice de su característica garra y pundonor para disputar cada bola, para ayudar a cada compañera. En este torneo ha adquirido mucha más importancia, como corresponde a una MVP de la liga nacional, y no ha defraudado. Se ha pegado con todo el mundo y se ha encargado del trabajo oscuro para hacer brillar a sus compañeras. Un 10 en compromiso. Todo un ejemplo.
  2. Leticia Romero. La joven isleña ha visto premaido su talento con la llamada a filas como tercera base, en detrimento de otras (Ouviña, Ocete o Sara Gómez) como un modo también de facilitar la transición entre generaciones. Tras su primer año en la NCAA ha adquirido los habitos propios del basket yankee (individualismo, ligereza en los sistemas, relajación defensiva) que debe de controlar para cuando alcance la madurez convertirse en esa maravillosa jugadora que durante 3 años nos ha dado auténticas lecciones de como llevar un partido. Es joven y a de progresar hasta convertirse en un baluarte clave de la selección futura.
  3. Silvia Domínguez. Quizás en mi opinión, demasiado establecida en el puesto de revulsivo como base suplente lo que le ha hecho pasar de forma menos trascendente a lo que nos tenía acostumbrados en Avenida o ahora en Ekaterinburgo. Lo cierto es que nos ha dejado un partido espectacular (contra Chequia) y un buen puñado de acciones plenas de talento y creatividad. Ha cumplido su papel, y muchos de los mejores minutos de juego coral del equipo ha venido con ella en cancha. Creo que debe reclamar el puesto de base titular.
  4. Alba Torrens. Mejor jugadora europea para FIBA Europe, Gazetta dello Sport y L'Equipe. Dos Euroligas con MVP, y para mi la mejor jugadora exterior del mundo (junto a Maya Moore). Poco más que decir. Es una delicia verla jugar, una adelantada a su tiempo. Con su altura, tiene una coordinación magnífica, es capaz de improvisar y aportar nuevas cosas en todo momento. Lanza desde lejos tremendamente bien, culmina contraataques de forma magnífica, se gestiona su tiro... Encima ejecutó como líder en el momento más complicado. No se puede pedir más a una jugadora de baloncesto. No es una gran defensora por fundamentos (si por fisico) pero qué más da. Va a mejorar su lectura. Podía decir que es como Navarro, como Ginobili... pero no, es Alba Torrens. Talento puro.
  5. Leonor Rodríguez. La canaria de Avenida ha cumplido un rol de banquillo, en principio como tiradora. No ha tenido muchos minutos, y dado el buen resultado (ha tenido buenos porcentajes y no ha desentonado en su déficit que es la defensa) podía haber aportado más. Es otra en la que el futuro es suyo. Se puede convertir en una combo-guard de primera, con su capacidad para conducir un ataque con visión y espectáculo y también para ejecutarlo. Va a ser muy importante.
  6. Laia Palau. Debía de ejercer de capitana. Y así ha sido. Se ha comportado como un pegamento magnífico en el equipo y desde el puesto de base titular su actitud ha sido brillante en la primera línea de defensa y sabiendo dejar espacio en ataque a sus compañeras más determinantes, lo que le ha hecho tirar muy bien y minimizar mucho las pérdidas. Otras veces no lo conseguía (aquellos partidos del cuarteto calavera). Pero aquí, dándole también un mérito a Lucas Mondelo, ha estado magnífica aportando lo que se requería de una capitana en cada momento. Bravo.
  7. Marta Xargay. La multiusos. Ha tenido minutos de base, de escolta, de alero (ha sido la posición que ha desempeñado en el equipo como jugadora titular, y que creo que es la suya) y de ala-pivot. Lo ha dado todo en cada momento, aunque quizás, con un acierto en el tiro algo bajo. Sin embargo ha sumado en intangibles, tocando todos los balones que podía en defensa, ayudando a sus compañeras en todas las facetas. Sin duda el salto de calidad de la selección española estos tres últimos años con Mondelo ha venido con la integración total y determinante de una Xargay que tiene unas condiciones físicas y técnicas, simplemente primorosas. Algún día en Avenida tendrán que explicar porque ese empeño en que Xargay fuera una gran base, cuando ya era una gran alero.
  8. Nuria Martinez. Lo decía más arriba: mi debilidad. Ha sido de las pocas que ha ido de menos a más en el torneo. En un camino opuesto al de Xargay, ha caminado de base a escolta-alero. Ha mejorado su tiro, y cuando ha podido ejecutarlo ha respondido con unos buenos porcentajes. Mantiene buenas lecturas en ataque y sobretodo es una auténtica perro de presa, para cualquier rival. Su actuación en semis frente a Alben, será recordada junto a la de frente a Dumerc en cuartos en 2010. Hay muy poca gente que pueda decir que puede cambiar un partido desde la defensa, y Nuria es una de ellos. Si me he alegrado mucho por esta medalla, una buena parte se lo lleva ella. Eres muy grande.
  9. Laura Gil. Otra debilidad. Ha sido la pivot suplente dando minutos de calidad tanto a Sancho como a Nicholls. Su buen tiro ha sido aprovechado para abrir defensas y ha acudido notablemente bien al rebote. Su gran capacidad de posicionamiento y lectura defensiva ha sido bien aprovechada. Otra que sin duda su futuro es suyo, y será más que habitual, imprescindible en posteriores convocatorias. Como dato curioso, decir que es la jugadora española (chico o chica) que más medallas internacionales aglutina. Casi nada.
  10. Lucila Pascua. Ha tenido un papel marginal, pero como única pivot pura del equipo ha cumplido en los pocos minutos que ha disputado. Bien para frenar a De Souza en el partido contra Brasil, o para dar faltas frente a las chinas, Pascua ha entendido su posición y ha aportado compromiso y entrega. Su medalla es un premio a su carrera y también a la de todas esas jugadoras que comprenden su lugar y tratan de ayudar bajo cualquier condición.
  11. Sancho Lyttle. Estadísticamente, por números la MVP del Campeonato. Simplemente Espectacular. Es díficil hacer un resumen breve para explicar todo lo que aporta la caribeña nacionalizada en 2010 (por decreto urgente a 15 días de la celebración de aquel mundial).
    Desde aquel momento, el comportamiento, actitud y compromiso de Sancho con la selección es ejemplar. Es más que eso: es digno de estudio. Es increíble el nivel que da esta mujer en compromiso y actitud. Con un físico privilegiado que le da la posibilidad de “ponerse en forma” casi instantáneamente, hecha para los esfuerzos y la explosividad, lleva 5 años, salvo en 2012, juntando temporada en Europa, WNBA y torneo con la selección, siendo siempre determinante y decisiva.
    Para España su participación es un salto de calidad notable, paliando el déficit de explosividad física que tenemos, y convirtiéndose en el eje sobre el que pivotar tanto el juego en ataque (desde la bombilla genera sin tocar el balón) como en defensa, cerrando el rebote e yendo a ayudas. Es la clave de bóveda del juego hispano, y junto con un compromiso notable, y unas aptitudes fantásticas (maravillosos sus conceptos de juego al poste) es sin duda alguna una de las mejores 4 del mundo hoy en día.
  12. Anna Cruz. Venía de hacer una temporada rookie en la WNBA con New York Liberty y jugando a un gran nivel como base. Empezó fantástico y junto a Silvia conformando un back-court de segunda unidad rápido e incisivo que sirvió para sacar de rueda a todos los rivales de la primera fase. Tras el parón hasta cuartos, al final se le hizo el torneo demasiado largo, pero es indudable que este año fuera de España, siendo importante en Rusia y USA le ha dado carácter, lectura, experiencia y reafiramda su ambición como profesional. Va a darnos mucho y ya, sin duda.
Entrenador: Lucas Mondelo. Genio y figura. Un crack. Qué lastima no haber podido escuchar todos los tiempos muertos. Las charlas de pre y post. Es maravilloso. Como entiende el baloncesto, como lo ejecuta. Construye equipos en los que la ambición y la solidaridad son señas personalidad y que son reconocibles por la rapidez e intensidad para ejecutar el juego. Se puede jugar y ganar al baloncesto de muchas formas. Pero como propone él simplemente es maravillosa.

También un recuerdo especial para todos los asistentes y componentes técnicos del equipo (Victor Lapeña, Isa Sánchez como asistentes, Jordi Aragoneses como preparador fisico, Pilar Delgado como médico, etc.. Todos han hecho un trabajo magnífico. Enhorabuena.


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