Pasan los días de manera fugaz y nada dejan en el interior. Empieza la semana y coges aire; y cuando lo sueltas, resulta que es el sábado por la mañana. Como en los últimos findes de semana, uno dedica el tiempo en cosas que ya han adquirido calidad de costumbres, y eso no me gusta nada.
Este último finde estaba demasiado programado. El sábado por la tarde, como viene siendo habitual, nuestro partidillo de fútbol sala para no olvidarnos -deporte practicado mayoritariamente en el país por toda aquella gente que soñó y pudo ser algo pero no lo fue-, se desarrollo en la pista de Salas bajas. Al principio estaba bien eso de jugar con gente de un montón de lugares, pero ahora ya la idea no me convence tanto. Seguro estoy de que nosotros no hemos tenido muy buena suerte, y nos toca jugar con gente que aparte de no tener la suficiente calidad deportiva como para hacernos frente (la verdad es que estamos sobraos) además se pierden en malas formas y en procurar dar patadas a des tiempo. Joder, va a uno a pasar la tarde y puede volver apoyado en muletas. No me gusta que lleguemos los primeros y acabemos mendigando la cancha. Llegan y llegan gente y se apuntan al triangular que acaba siendo un... no me se muchos polígonos, ya. Esta claro que faltan pistas e instalaciones deportivas en Salamanca, pero hasta que las hagan podíamos todos tener un poco de vergüenza y honestidad y hacer un uso más justo de ellas.
Después prosiguió por un poquito de sillón-tv -deporte practicado por todo aquel que quiso, soñó, no pudo ser alguien, y siente más los colores que aquellos a quienes anima/idolatra-. Primero basket. Por supuesto que a mi ya me llamaba más la atención que lo posterior, pero no fue un buen partido entre el Madrid y el Joventud. Al final gano casi de rebote los blancos y habrá quinto. Lo posterior era la jornada simultanea de fútbol. Yo quería que perdiera el Madrid, por que no me van nada los valores que transmite tanto sociales, como futbolísticos. Y es que los de Capello juegan de pena, y si no fuera por el dinero invertido, la ayuda arbitral/periodística y la flor en el culo del entrenador italiano pues quedarían del décimo para abajo. Por contra, el Barça me atrae algo más. Porque en teoría propone un fútbol mejor, más espectacular. Xavi, Iniesta, Ronaldinho, Deco, Eto´o y ese fenómeno que es Leo Messi. Un crack. Pero bueno tampoco están muy sobrados, o mejor dicho van de sobrados, y resulta que se van a quedar sin ser campeones. Una pena. Y como atlético, pues una putada. No merecen esos mercenarios llevar la roji-blanca, pero que les vamos ha hacer. Estoy seguro de que si bajáramos al campo Sabina, Garbajosa cojo, Álvaro Bautista, Javier Bardem o Rosendo Mercado todos ilustres atléticos, otro gallo nos cantaría. Así que como juega horrible, la justicia al final ha aparecido y no va a clasificarse a la UEFA. Y los que bajan: Celta, Real Sociedad, Athletic, Betis. Joder deberían bajar 5 o 6 por que todos estos lo han hecho de pena. En resumidas cuentas, cada vez me gusta menos el fútbol.
Por la noche, saliendo a lo típico de castigar el hígado. Ya últimamente no hacemos otra cosa. Nuestros intentos de conquista de amores fugaces acabados al alba son infructuosos desde hace algún tiempo. Y lo peor de todo es que ya casi nos da igual.
El domingo seguía con una sesión de sillón-tv. Allí si que te lo acabas pasando mejor que con el fútbol. Nadal, Federer, Alonso, Pedrosa, Rossi. Esos si que son deportistas. Primero las motos. Mucha emoción y no buenos resultados para los españoles, porque solo gano el payaso ese de Lorenzo que si intentará levantar su ego sobre su cabeza, moriría aplastado. En Moto GP gano Stoner, con Valentino Rossi y Dani Pedrosa dando un gran espectáculo. Después el tenis. El mejor tenista de la historia, Federer y Nadal. He de admitir que no me hubiera importado que ganará Federer porque es un fenómeno y ya se lo merece. Seguro que ganará muchos más. Pero es que Nadal le da a cada punto que hace un espíritu y una energía que te desborda. Roger Federer y Valentino Rossi no son españoles, pero a mi sus victorias me alegran tanto como si lo fueran. Su excelencia es tal y su ánimo por lograr la victoria tan grande que a uno se le escapa la sonrisa cuando les ve vencer. Y por último otro campeonísimo. Fernando Alonso. La Formula 1 era un coñazo que nadie veía. Y ahora todo el mundo entiende de rebufos, suspensiones, neumáticos, repostajes y todo aquello. Un crack. No fue su mejor carrera. La suerte no le acompaño en ningún momento, todo lo contrario que a su compañero de equipo Hamilton que aún así se puede decir que gano brillantemente. Lo peor y mejor fue el espectacular accidente de Kubica, menos mal que todo quedo en un tremendo susto.
Y así transcurrió un finde que "por desgracia" mas voy a recordar por lo bien que me lo pase sentado en el sofá y engullendo aperitivos, que por las extraordinarias vivencias que todos ansiamos tener cuando despertamos.
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