Tres días llevo en mi nueva empresa y no se por qué las dudas me asaltan. No me gusta como se esta desarrollando mi incorporación a este puesto. Odio estar sin hacer nada. Voy de un lado a otro, rebotando sin tener opción de aprender y formarme para integrarme de una vez al trabajo. Llevo tres días esperando la confirmación de dado de alta en el INEM y la copia del contrato, y el hecho de no tenerlo todavía, me provoca un malestar y una desconfianza suprema. Ya llevo muchos años kurrando y rebotando de trabajo en trabajo. He vivido situaciones laborales extremas y se puede decir, que tengo ya un cierto sexto sentido para olerlas y vermelas venir. Confíemos en que esta primera impresión sea pasajera y todo vaya por un cauce normal. Como es lógico continuo buscando y actualizando candidaturas, no solo para Salamanca (un imposible), sino también para Madrid y alrededores.
Encima sigo sin casa. Busco y rebusco pero de momento nada concreto. Me agobia también este tema aunque dada la situación en el trabajo, pasa a segundo plano. Espero que se solucionen ambas en poco tiempo porque vivir en un desazón tan grande y con una falta de libertad y contacto humano tan notable es un peso que aplasta mi ánimo.
Qué ganas tengo ya de llegar a Salamanca y pasar un par de días allí. No se si al final viajamos a Villanueva, si son allí fiesta o qué haremos, pero seguro que me ayudará a desconectar y estar mucho más tranquilo.
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