martes, 13 de mayo de 2014
Es que la situación es muy violenta
No voy a decir que me alegro de la muerte por asesinato por arma de fuego de la polémica y amoral #CorruPPta y Presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco. Muerte a manos de otra militante del #PartidoPutrefacto. No puedo alegrarme. Es dura la muerte y más dura y fuerte la violenta con todo tipo de connotación que tenga. No puedo defender ninguna muerte política, ni tampoco pasional. Ni venganzas, ni escarnios, ni castigos. Pero no puedo dejar de pensar que el caldo de cultivo en #Españistan, caldo que han promovido tantos años de falsa democracia, bipartidismo del #PPSOE, nepotismos, #CorruPPcion, injusticias, catolicismo, oligarquías y crisis endémicas del sistema puede llegar a tal punto en el que acciones así sean consecuentes con el momento histórico, político, social y económico.
Isabel Carrasco es famosa por multiples razones. Y ninguna buena. No hay panegírco post morten que salve la calaña de despropósitos, chanchullos, inutilidad y falta de ética que tenía este personaje. Entre sus "hazañas" destacan acaparar 13 cargos al mismo tiempo con sus 13 sueldos integros. Cobrar más de 62.000€ en 2011 por dietas como Pta. de la Fundación de Caja España con sede en León, donde se reunían y donde ella tenía multitud de propiedades, y en una de ellas estaba empadroanda. Ha cargado parte del presupuesto de la Diputacion de León a un tratamiento de belleza, de dudoso resultado o de la consejería de Agricultura de Castilla y León con abrigos de visón que además recibía en forma de "regalos". Estaba imputada en un delito de faltas y amenazas a otro diputado con epítetos como "Este hijo de puta se va a enterar". Por usar las tarjetas de la Diputación en tiendas de lujo, o por generar comisiones en los distintos organismos (ay-untamientos, diputaciones, consejerias) sin ningun objetivo social o polítio más que el ecuménico de cobrar y cobrar.
Podíamos seguir varías líneas más pero queda claro el ejemplo de una política profesional, que no tiene, tenía, ningun tipo de vocación por el bien común de la sociedad y la ciudadanía a la que representaba y cuyo único fin en las instituciones, empezando por su partido, era la de acaparar más poder y ganar más y más dinero.
No se ha aclarado el móvil del asesinato, pero puedo aventurarme a que si vives como un mafioso, lo más normal es que mueras como un mafioso.
Y ahora, aquí, puedo decir que no me entristece la muerte de este persona. Creo honestamente que el mundo esta mejor sin ella, y que ojala desaparecieran todos y todas los que piensan como ella. Un mundo sin fascistas, ni ultraliberales. Un buen lugar para vivir. Pero aún así, vayamos a partir de un ideal.
Todos pensamos que esta mal y que en una sociedad equilibrada, justa y democratica deberia haber otros cauces. Pero el ideal, la utopía se rompe enseguida. De equilibrada, justa y democrata tiene muy poco #Españistan y llegados a este punto puede que se haya pasado la gota de la indignación y el cabreo masivo. Y no es culpa del pueblo deshauciado, hambriento y sin representación efectiva. Si constantemente generas gente en el estamento social más bajo, gente más desfavorecida y pobre, cada vez estarás consiguiendo que esas personas esten más desesperadas y tengan menos que perder. Y ahora ya es el momento de la lucha en las calles, de la acción directa, la protesta, haciendo la información mucho más accesible y simbólica que ayude a consolidar en el colectivo esos problemas. Y es posible que acabe violenta, sobretodo con la incursión de los cuerpos de opresión del estado.
Yo ya he ido a escraches y a huelgas, y a muchas manifestaciones. Siempre con un sentimiento pacífico, no violento. Pero la situación es muy violenta. Desde el comienzo de la estafa que llaman crisis, el número de suicidios en #Españistan ha pasado de 2 a 10, ¡¡al día!!. Los recortes en sanidad han traído una merma de casi 3 años en la esperanza de vida de las personas que pertenecen a la clase media y clase baja; y los recortes en educación una merma en la calidad de esas vidas brutal y a día de hoy todavía díficil de calcular, porque recortar en educación es recortar en futuro. Pero parece que no pasa nada. No hay que parar la continúa rueda de campañas electorales en las que estamos inmersos (y que alguien me discuta que lo que hacen #PPSOE no es un ejercicio inacabable de acusaciones del y tú más por cuatro votos para seguir perpertuando un modelo de estado franquista). No hay editoriales en los grandes medios ( siempre de derechas liberales) por los deshauciados que se queman a lo bonzo o se tiran por la ventana para abajo mientras los antidisturbios golpen la puerta con una orden firmada por un juez para mayor satisfacción de un banquero que se fuma nuestro dinero concedido en ayudas para la reestructuración de la banca.
Pero esto a nadie le importa. Ni siquiera a los medios de persuasión que ignorando los primeros hechos probados por la investigación policial (asesinada a manos de otras militantes del #PartidoPutrefacto) se han lanzado en una cacería por criminalizar toda protesta ya sean los escraches, o acciones reivindicativas en los bancos por parte de la PAH, las organizaciones ecologistas en el Algarrobico o las huelgas de Panrico y Coca-Cola. Además, han azuzado el fuego de una cruzada policial contra los tuits y comentarios en redes sociales de personas que se alegraban de la muerte de Isabel Carrasco o cuando menos que no nos importasen una mierda (como a servidor) en una suerte de escalada de criminalización del derecho de expresión, de quienes no tienen problemas ni inseguridades en llamar gentuza a periodistas de la parte contraria. Pero estos miembros que denigran al estiercol la profesión de periodista permanecen bien callados cuando los amenazados en las redes y sobretodo en las calles por sus juventudes fascistas y ultraliberales, son las personas de izquierdas.
Ayer mientras tiroteaban a una #CorruPPta en las cercanías de la isla italiana de Lampedusa se hundía una patera con más de 300 inmigrantes. Y esta mañana mientras se celebraban minutos de silencio en los ay-untamientos y plazas por la primera. Una mujer, deshauciada, se quemaba a lo bonzo frente a la sucursal del banco donde perdió su hogar, su dignidad.
Este es el mundo que quieren. Y contra ese mundo merece la pena luchar.
martes, 29 de abril de 2014
Creer en el ser humano
Lord Byron dijó que contra más conocía a los humanos, mejor le caía su perro. Y no me extraña. La lista de decepciones, fracasos, incoherencias, dudas, desilusiones, encontronazos, equívocos o frustraciones es extensa. Y esa lista se hace cada vez más grande contra más se interactúa con otras personas.
En los últimos meses me he metido en mil historias, intentando coger nuevos rumbos, tanto profesionales como reivindicativos, y aunque no me arrepiento de nada, porque de lo único que hay que arrepentirse es de quedarse en el sofá día tras día, llega un momento en el que la desazón y el desánimo te superan.
Pero esta apertura tiene su lado positivo, su recompensa. A veces, donde y cuando menos te lo esperas te llega una nueva sensación que hace que vuelvas a confiar en el ser humano, en la gente, las personas y que toda lucha, de todo motivo, loable y por el bien común, no debe dejarse, puesto que hay personas que la saben valorar, la apoyan, participan y la agradecen. A veces de alguien que no has visto, que ni siquiera comtemplabas conocerla o entender su existencia, te llegan esas fuerzas cuando más se necesitan. Dejas de lado todas las mierdas que contaminan en el día a día. La lista de problemas sin solución porque falta implicación. Porque la inmensa mayoría de la humanidad, yo mismo, se mueve por el egoísmo, alimentando un individualismo vacuo, que los hace a todos mezquinos, carentes de personalidad propia y de esa sensación de saber lo que realmente es la vida, y lo que cuesta llegar a tenerla plena. Pero siempre ha de guardarse esa ilusión de que se pueden hacer cosas para bien.
Tienes la certeza de que hay personas así, pero cuando no las ves con los propios ojos y las sientes en cada mirada, cada latir, cada sensación, lo que se apropia de uno es la desgana incluso la desesperación por no encontrar personas por las que luchar, en todos los ámbitos. Por sentir.
Y llega ese momento en el que la sensibilidad se pone a flor de piel activada por una bondad extrema. Vuelves a comprender, a recordar, que hay personas por las que levantarse cada mañana, lavarse la cara y pisar la calle con una sonrisa, pero también, con los puños cerrados, las convicciones seguras porque todos juntos podremos mantener esa sonrisa de la mañana, por la noche con la satisfacción de haber construido un mundo mejor.
Hay personas que reúnen la madurez, la inteligencia y la frescura suficientes como para que nunca se acaben. Y cuando se consigue tener a una así cerca, y puedes identificarla como un igual, sentir esa amistad y buen rollo, en unos objetivos tan honestos como el carpe diem (et carpe noctem) o la lucha diaria contra las injusticias, y la mayor de todas, que es sobrevivir al día a día, no se puede uno más cerca de la felicidad. Volver a recordar y sentir la bondad extrema es la mayor de las bellezas porque no hay luz que la ensombrezca, ni vejez que mañana la ensucie, puesto que lo único que le añadirá es sabiduría, que si bien no la hará más pura si aportará mayor funcionalidad. Y esta bondad y este buen rollo irradiado no desmerece de nada sino que todo lo hace trascendente. Se clava en la memoria, y por nada, por tanto escombro que caiga, no hay que dejar que desaparezca.
Casi siempre, nos encerramos en nosotros mismos. Nos dejamos cegar por lo que brilla y olvidamos que no hay más brillo que el de una mirada. Hay personas que merecen que sólo les pasen cosas buenas, y sin embargo, con nuestra desidia e indiferencia dejamos que el mal se extienda. Que las posibilidades de felicidad de cualqueira se vean subrogadas a nacer en un sitio o en otro, de una familia con unas posibilidades a otra con otras distintas. Dejamos que la libertad, quede por debajo de la rentabilidad y hacemos que escalar en la vida en busca de la felicidad sea cada vez más arriesgado por un terreno más escarpado, con una cuerda más roída y sin salvavidas posible.
Y no. No podemos permitirlo. Sólo por estas personas especiales no se puede cesar en el empeño. En esos momentos en los que se percibe esta sensación de bondad extrema y honestidad, la felicidad se lleva a una de sus máximas expresiones se comprende qué es lo realmente trascendente en la vida. En esta sociedad en la que se ha hecho realidad la paradoja de El Conde Endemoniado, de Italo Calvino, (recordad, aquel noble que fue partido en dos mitades por un cañonazo de los otomanos, y en el que una mitad adquiria una "personalidad" mala y ejercía acciones contra los demás que acaban por ser buenas; mientras que la otra parte, reconocida, como buena, llevaba dolor y sufrimiento a otras personas) vivimos sin necesidad, o al menos eso se cree, de ser una buena persona. Ni tan siquiera la sabemos reconocer. Y esa bondad no es la que postulan las fes religiosas sino de la ética, la moral, en considerar a todos y todas iguales, con mismos derechos, deberes, libertades, posibilidades y opciones de ascenso social y progreso en plenitud personal, física, psíquica y sentimental. Sino sobretodo en la dignidad y el conocimiento del ser humano.
He pasado un finde genial en el que he vuelto a recuperar ese brío. Conversando sobre lo banal y trivial hasta lo más intrínseco y trascendente. Poniendo palabras a los sinsabores cotidianos y vitales, así como a las frustracciones personales, profesionales y existenciales. La risa y la alegría han sido denomiandor común durante un tiempo de conocimiento que empieza por uno mismo, y acaba, dónde acaba, más allá de tus ojos. He ganado, he recuperado, sensaciones pasadas, que hacen llevar la vida a flor de piel. Y he cumplido un anhelo de una temporada a esta parte, como era conocerte. He ganado amistad, sin fecha de caducidad. Intensa, confiable, sincera, amable y divertida.
Cuando cae una lágrima que limpia el polvo añejo de un rostro,
no es una lágrima plena de alegría, pero tampoco tristeza extrema.
Si se siente como se abre pasó, no sólo deslizandose por la piel,
sino rompiendo las heridas, que son capaces de cicatrizar.
Grietas hechas con cada desilusión, con la falta de implicación,
Se curan con una certeza, de recuperar la parte racional.
Cuando en medio del mayor ruido ensordecedor, sientes el silencio,
es que se comprende la emoción, de compartir trascendencia.
Si en ese silencio, sólo puedes sonreír, aprender y asentir,
es que ya reconoces la bondad extrema.
lunes, 17 de marzo de 2014
Un amor tardío
La última camiseta de Brian 0'Driscoll con Irlanda, colgada minutos antes del Francia vs Irlanda, del VI Nations 2014
Sólo he llorado 3 veces por el deporte en mi vida. La primera por la UEFA del Atleti, la segunda por avenida el año pasado y la tercera este sábado por el VI Naciones y la victoria de Irlanda...
La tensión es máxima. Se nota su peso aplastando cada atomo de cada cuerpo y de la hierba mojada de sudor y esfuerzo tras 80 minutos de lucha. La materia oscura del universo se torna en presión y emoción entre las líneas de lateral, de ensayo y los palos. El orgullo herido de unos y el miedo, el pánico, al fallo de los otros, atenazan cada batiente y añaden el peso del mundo del rugby al oval.
Van 5 minutos conteniendo al rival en la 22 propia tras un encuentro plagado de nervios y errores que oscurece el tremendo e inapelable trabajo de las semanas previas. Nadie se puede equivocar, nadie puede ceder. Hay que morir en cada centímetro, placar y embestir, atacar y defender, retirarse y limpiar... todo para volver a empezar, así una y otra vez, mientras los segundos se desangran terriblemente rapido para unos y lastimosamente lento para otros.
Pero en ese instante surge un error, unas milesismas de segundo en que se llega tarde, y el rival lo aprovecha para limpiar e imprimir más velocidad. El error se encadena, en una sucesión de intentos tardíos de placaje y en una transición izquierda derecha fluida hasta el penúltimo hombre, donde Papé, en el quizas pase más sencillo de un ataque que va por su úndecima fase, comete avant, anulando el ensayo de Choulet. Un error por otro error.
Pero durante un minuto el fracaso lo impregna todo. El estadio es silencio pese a los gritos de miles de franceses, las miradas entre los que visten de verde sobre el cesped se nublan de lagrimas. No tienen respuestas, no tienen fuerzas. Hasta que la imagen del Instant Replay demuestra la infracción gala, todos nos lamentamos una vez más, otra ocasión en la que se escapa la victoria entre los dedos. Pero el árbitro confirma lo que la pantalla gigante ofrece a través de la repetición y vuelve la alegría y la fiereza al equipo verde. Habrá mele con introducción de los visitantes.
Pero El Gallo sigue crecido y su empuje abasalla a la línea del trébol, y durante 3 fases hacen contener la respiración, ya con el tiempo cumplido, hasta que la precipitación les hace llevar el oval al flanco más fuertemente protegido, donde la presión verde les cierra la salida y cometen infracción por retención.
Pita el árbitro, pierden el balón y el partido acaba. Irlanda gana en Francia. Irlanda gana el VI Naciones.
Todos estallamos de alegría. Los abrazos, felicitaciones, las sonrisas y lágrimas se entremezclan. Se completa un círculo. El curriculum perfecto. El adiós soñado.
Habían sido muchos años de derrotas y sin sabores aunque también de de victorias y alegrías como el Grand Slam de 2009 o las Triples Coronas que daban lustre al dominio de los clubes (Munster, Ulster y Leinster) en la máxima competición de clubes (la Heineken Cup).
Y ahora se culminaba el trabajo de todo el torneo, sumado sus semanas previas, sus descansos y partidos.
De la inauguración con Escocia en el Aviva donde los del cardo aguantaron con oficio durante 35 minutos hasta sucumbir bajo el peso de la delantera irlandesa. De ahí al final se amplió la ventaja, dando unos puntos que a la larga serían vitales para la resolución del torneo. Y una semana después el primer momento clave.
Con el nivel de los 6 equipos, cualquier partido entre irish, dragones, el 15 de la rosa o el 15 de gallo, le da el epíteto de trascendental y la visita de País de Gales al Aviva no iba a ser menos. Sobretodo teniendo en cuenta la pírrica victoria francesa sobre Inglaterra en la jornada inaugural, y los problemas que los propios galeses tuvieron para doblegar a Italia.
Y es que la selección roja no ha estado al nivel de los dos VI Naciones anteriores, y el partido frente a los irish men fue una prueba más de ello, donde la intensidad y el empuje de los locales sobrepaso en todo momento a la gran delantera galesa llevando el partido a un dominio continuo solo paliado por los arrebatos de Williams y las patadas de Halfpenny. Hasta que ya en la segunda parte con los cambios, bajo la intensidad un punto más en Gales, mientras que Irlanda continuaba a lo suyo para poder así añadir otro buen carro de puntos para el average total del torneo.
La tercera jornada traía el partido más sentimental en las islas. El Inglaterra vs. Irlanda en Twickenam no sólo llevaba a flor de piel los más antiguos y enraizados sentimientos de ambas naciones, sino que además era la muestra o no de la candidatura irlandesa a Grand Slam, dejando ya atrás a Inglaterra, lo que le daba al choque el apelativo de vital.
Y así resulto ser. Duro y muy intenso, sólo 10 minutos de despiste generalizado Irish daba una ventaja a los ingleses, mantenida al pie por Farrell y en los choques por un Mike Brown excelso (el zaguero de Harlequins ha sido elegido Mejor Jugador del Torneo), pero que siempre estuvo en el alambre, puesto que los verdes apretaron los dientes y gracias a su delantera, con el inestimable empuje de O'Connell y Toner empezaron a dominar todas las zonas de encuentro, siendo castigados por el puntal que supone Sexton y sus incursiones al intervalo. El partido era pura pelea y emoción y ambas defensas en varias ocasiones conseguían mantener el oval fuera de su zona de ensayo luchando frente al empuje del rival que convertían todo el partido en memorable.
Al final, Inglaterra sumaba la victoria aprovechando los nervios irlandeses ya comentados y algún que otro error impropio tanto al pie de Sexton, como a la mano de O'Driscoll, borrando la opción del Grand Slam (Francia que era la otra invicta antes de la disputa de la tercera, salía apabullada de su visita al Millenium, ante un Gales herido y que demostró quien era el campeón vigente).
Acabada la jornada teníamos ya La Cuchara de Madera asignada a Italia que había perdido ante Escocia (meritorio torneo el suyo) en Roma, y a Irlanda, Gales, Inglaterra y Francia empatados con un 2-1 ante dos semanas de descanso activo (con jornada de ligas domésticas por medio) antes de encarar la fase final del VI Naciones más emocionante, intenso, abierto y de calidad de los últimos años.
Así llegamos a la penúlitma jornada donde Irlanda, de la mano de su seleccionador, el neozelandes Joe Schdmit ex-del Leinster doble Campeón de Europa, ya había asimilado que el torneo iba a decidirse por el average de puntos, por lo que debían aprovechar la visita de la deprimida Italia para aumentar su casillero lo máximo posible. Así salió el 15 del trebol al Aviva para someter a la Azzurra desde el primer minuto y llevándoles a una defensa estoica de su zona de ensayo durante la primera parte, lo que motivo que Italia batiera así el record de placajes en una mitad, puesto que no disfrutaban del oval, aunque de la mano del genial Orquela pudieron sumar algunos puntos que les mantenían relativamente cerca. Pero Irlanda seguía empujando, desgastando y aplicando velocidad y dinamismo al ataque hasta que en la reanudación fueron cayendo los ensayos, incrementándose su ritmo con la inclusión "de la segunda unidad" comandada por los Madigan, Ross, Paddy Jackson o "el catalán" Jordi Murphy.
Irlanda había cumplido y ya sabía que llegaría al Stade de France con los deberes hechos. Ahora el turno corría para Francia, que por tercera vez en el torneo, al igual que contra Inglaterra y contra Italia, ganaba el partido, en este caso en Murrayfield frente a Escocia, en los últimos minutos, mostrando un nivel inferior a su rival una vez más (los del cardo merecieron mucho más) y gracias al ala Huget, su mejor jugador en este VI Naciones.
Así al día siguiente se cerraba La Triple Corona con el duelo en Twickenamm entre Inglaterra y Gales, que a la postre fue uno de los mejores partidos no sólo del torneo sino de los últimos años.
El orgullo del campeón, la revancha por la afrenta del último enfrentamiento entre ambos y las opciones de victoria tanto en el día de hoy como al final, se conjugaban para diseñar un auténtico partidazo de rugby del Siglo XXI lleno de intensidad, velocidad, acierto, emoción, lucha y entrega conformando un coctel para paladear por cualquier aficionado, desde el más experto hasta un neofito al que queramos atraer a este maravilloso deporte.
El duelo al pie entre los dos pateadores Owen Farrell por parte inglesa y Leigh Halfpenny por la galesa resumía todo lo acontecido, manteniendo en vilo a todo el planeta rugbístico y castigando los errores del rival. El choque de delanteras en melés y mauls era brutal y en ninguna acontecía un ganador claro. Las terceras líneas trabajaban a destajo y el dinamismo del juego era un regalo sólo equiparable a la emoción que se sentía. Estaba claro que un ensayo, sólo uno, iba a desnivelar la contienda dada la igual fortaleza, en ataque o defensa, y en todas las líneas que se plasmaban.
Y fue Inglaterra la que con la raza de Brown consiguió ensayar en una larga jugada que empezo el zaguero y que tras varias fases desnivelo al final Burrell aprovechando una apertura con el pie del otro medio TwelveTrees...
Pero no se rindieron los actuales campeones y aplicaron más intensidad para vivir sus mejores minutos en el partido y apurar sus opciones de torneo. Pero Inglaterra aguanto y el pie de Farrell certifico la victoria de los "Lancaster".
Y así se llegaba a una última jornada apasionante en la que Inglaterra trataria de ampliar su average de puntos frente a Italia, esperando una ayuda francesa y con el Gales vs Escocia disputado un día antes que deparó un palizón gales abusando de su rival al que al final se le hizo el torneo demasiado largo.
Ya en la mediodía de sábado sólo hubo un equipo en el Olímpico de Roma: Inglaterra que desde el primer minuto se hizo dueña de los metros importantes, ganó todas las disputas claramente y encontro en Farrell el acento anotador a todo el empuje que su delantera movía, frente a una Italia que parece haber dado un par de pasos atrás tras sus dos últimos grandes torneos, quizás por un conjunto demsiado veterano que no parece encontrar relevo natural a los Parisse, Castrogiovanni, Orquela, Campangaro o Ghiraldini.
Inglaterra había hecho sus deberes y tocaba mirar al Stade de France, a París, donde Irlanda iba a tratar despedir al gran Brian O'Driscoll con un VI Naciones a sumar al de 2009, frente a una Francia que ya no tenía nada que hacer en el torneo tras la paliza inglesa en Roma.
A dos días de San Patricio (17 de marzo) Irlanda sabía que dependía de si misma, pero necesitaba ganar en terreno maldito por segunda vez en 42 años. La primera en 2000 cuando un bisoño O'Driscoll fascino al planeta oval con 3 ensayos para terminar con la maldición verde en Francia y ayudando así a escribir el titular en el Independent de Dublin: In BOD WE Trust.
Liderazgo
El partido llevaba todo el peso del torneo más añejo y valorado del deporte, así como todo el sentimentalismo del adios de una leyenda. Irlanda debía ganar. Debía ganar a Francia, para sumar el VI Naciones. Y debía ganar para rendir homenaje con victoria a su más firme baluarte. A su "artista fajador". A Brian O'Driscoll.Seguro que el 13 había impregnado todo el espíritu de lucha y de equipo en la tradicional charla de capitanes de antes de salir a calentar. Pero tras el sonido de los himnos, La Marsellesa francesa, y el "Amhrán na bhFiann" (La Canción del Soldado) y el Ireland's Call por parte irlandesa, empañaban los ojos del centro de Leinster, y con ellos se nublaba el alma verde.
Y tras esto, no empezaba bien el partido para Irlanda. La supuesta superioridad en la delantera irish no aparecía y si por el contrario una primera francesa que llevaba a Irlanda a cometer los primeros errores, que se traducían en puntos convertidos por Machenaud. Además el oval no duraba en manos de irlandeses, que precipitados y con errores no podían salvar la presión francesa y tenían que seguir bregando en su 22 para no ceder más puntos. Era un 6-0 tras 10 minutos y parecía que el torneo se esfumaba. Entonces, tras el segundo golpe de Machenaud, la imagen se centra en O'Driscoll que en el habitual corrillo mientras se prepara el pateador rival, ha aleccionado a los suyos: "No somos nosotros los que estan jugando hoy aquí. Vamos a luchar por Irlanda".
Y hubo ese cambio de sentido del juego. La primera de Irlanda pasó a dominar, no claramente, pero si por lo menos para ganar touches y melés, y sobretodo para limpiar el juego ofensivo verde que consiguió enlazar fases y jugadas de carrera y pase para certificar dos ensayos: El primero tras combinación coral, con un Murray inspirado, de toda la segunda culminada por Sexton (que no consiguió convertir) y el segundo tras una contra que Trimble (gran torneo suyo) ensayaba, esta vez si, con conversión del medio apertura.
Fueron los mejores momentos de juego de Irlanda en el Stade de France, pero este juego y este torneo son tan grandes, que nunca se conjugaba el verbo derrotar. Francia imprimió más intensidad y consiguió ensayar a través de Dulin, y con los errores al pie (drop galo y golpe no convertido por Sexton) se llegaba con un abierto, igualado y emocionante 13-12 que daba el torneo a Inglaterra.
En la reanudación y tras el paso por vestuarios (no me puedo imaginar el llamamiento a la gloria y la épica soltado en esos 15 minutos en las entrañas del Stade de France, ¡y lo qué hubiera pagado por verlo y sentirlo!) la intensidad por ambos bandos se incremento, pero no pararon los errores por ninguna de las batientes. Ni en defensa, ni en ataque. Así Irlanda perdió hasta dos oportunidades de ensayar ya en la 22 (una por un error a la mano tras gran jugada, y otra por infracción) y Francia, también perdió otro balón en la 22 rival, que con una fantástica transición entre Trimble y O'Driscoll estuvo a punto de hacer ensayar a #InBODWeTrust como hace 15 años, pero al final fue Sexton el que conseguía sumar de 5 en 5.
Convertía y pasaba minutos después un golpe el apertura ex-Leinster y ahora en Racing Metro de Paris, y parecía poner un marcador, 13-22, que arrimaba el VI Naciones a la isla verde. Pero todavía quedaba mucho. Y Francia no se rindió.
Había errores a la mano por ambas partes, pero eso no fue impedimento para que el primera Szarzewsky ensayará con conversión de Machenaud para comprimir el marcador. La tensión y la disputa era máxima y nadie cedía. Pese a luchar contra imposibles. Y así tuvo que abandonar Sexton el terreno, con un collarín, por tratar de placar a Besteraud (aproximadamente 60 kilos más que el irlandes). Poco tiempo después, el sustituto de Machenaud, Doussain, fallaba un golpe de castigo sencillo y dejaba el marcador en un 20-22 tras una mele girada por la primera francesa.
Irlanda iba a afrontar los últimos 15 minutos sin sus dos medios, pero tanto Reddan como Madigan, suplieron a la perfección a Sexton y Murray, y durante 10 de esos minutos enlazaron una gran jugada de ataque que les llevo a la puerta del ensayo. Tras 6 fases en la 22 francesa, no pudieron convertir, ni los saltos a intervalo de los dos medios, ni la potencia de O'Connell, ni la fantasía de O'Driscoll, hasta que la perdida de balón se hizo inevitable, deparando un final no apto para cardíacos.
Así como al principio decíamos, Francia llevo el oval rápido a la 22 rival, ante unos irlandeses que sólo podían retirarse, ceder y reagruparse. Hasta la jugada resuelta por el Instant Replay con el avant de Papé sobre Chouly todos los que empujábamos por la causa verde contuvimos la respiración ante la aceleración del ritmo cardíaco.
Pero la tecnología se alió con el 15 del trebol, y la posterior mele y precipitación francesa llevaron a la conclusión del partido, y con él del VI Naciones 2014, con victoria de Irlanda.
Era el último partido del hombre record. Del mejor jugador irlandes de todos los tiempos. Del estandarte. Del artista fajador. Del líder. Con 141 caps a sus espaldas (132 con Irlanda y 9 con los British and Lions; Record absoluto) colgaba la verde Brian O'Driscoll. Acabado el partido, su último partido con Irlanda el centro más fiero, indómito e imprevisible que ha pisado un campo con Irlanda, enfilará el túnel de vestuario como suele hacer. Felicitando al árbitro por su actuación y agradeciendo a los rivales el esfuerzo y a sus compañeros la solidaridad. Porque como le gusta decir "por encima de cualquier cosa, yo soy un jugador de equipo". Sólo puedo decir: Muchas gracias, Brian O'Driscoll.
Un juego especial
El rugby es un juego especial. Dicen que el rugby es un deporte de bárbaros jugado por caballeros, que se diferencia del fútbol (deporte de caballeros jugado por truhanes) por el sentimiento de respeto. Hay respeto al rival. Al final del juego independientemente del resultado los dos equipos se aplauden y se homenajean formando pasillos. Y existe el Tercer Tiempo, donde las cervezas, los aperitivos y las risas, dejan atrás el barro, los agarres y placajes, con los comentarios de las jugadas o los partidos profesionales. O cualquier aspecto de la vida.Hay respeto al árbitro. No hay protestas. No hay aspavientos. Sólo el capitán con los brazos destensionados puede dirigirse al colegiado, y nunca con el tono de voz elevado. Este explica con el mismo tono la decisión y en los grandes partidos profesionales puede ayudarse del Instant Replay y el juez de video. Nadie finge una lesión, y este si es un deporte de contacto, puesto que significa defender o atacar la siguiente jugada con uno menos, ya que estan permitidas las entradas de las asistencias médicas sin parar el reloj.
Y hay respeto al juego. Aunque no te juegues una clasificación, aunque el partido este ya acabado y la victoria decidida, no se cede. En el rugby no. En cada segundo y en cada centímetro sobre la hierba se pelea y se disputa. Hay victoria y hay derrota. Pero por encima de todo hay respeto.
Es un deporte vivo, tremendamente agotador, pero extremadamente divertido, apasionante y que cuando te pica por primera vez ya no va a salir de tu sangre.
Y así me siento yo con él, con una relación especial, de diversión y trascendencia por haber entrado en mi vida, y también de cierto lamento, por no haber llegado a él antes, mucho antes. Haber empezado a jugarlo en su versión 15vs15 de aprendizaje y formación con esos 8 ó 9 años. Quién sabe cual hubiera sido mi historia entonces. Envidio ese sentimiento de respeto máximo al juego, al rival, a los compañeros. A árbitros y asistentes. A uno mismo como principio de algo que acaba en el todo, en el equipo.
Risas, abrazos y cervezas, después del rechinar de dientes, la máxima expresión del esfuerzo, los placajes, carreras y agarrones, la lucha continua por cada centímetro, cada pulgada. Las miradas de complicidad con compañeros y de agresividad y fiereza frente a los rivales. El respeto impregnándolo todo. El barro, la hierba, la sangre y el sudor. Victoria y derrota. Diversión y trascendencia. Todo esto es el rugby.
Image by Irish rugby
sábado, 18 de enero de 2014
Racismo latente
De un tiempo a esta parte
la alarma social instalada en el sentir de Salamanca no ha hecho más
que aumentar. Hace unos meses un inmigrante ilegal de origen africano
intentaba estrangular sin éxito a un recién nacido con los cordones
de su zapatilla. Afortunadamente los padres de la criatura y otros
viandantes evitaron el trágico final. A los pocos meses agredía a
dos mujeres por una avenida de la ciudad sin motivo aparente; una
semana después, aproximadamente, repetía agresión contra otro
ciudadano en la zona de la Estación de Autobuses. Estos han sido los
tres casos más sonados, aunque parece ser que ya habido más con
este sujeto como protagonista.
Tras esa última agresión
relatada en los medios de comunicación le siguió la publicación de
sus fotografías para que la ciudadanía lo reconociese. Y si para
que le atacará, como ha sucedido en los dos últimos días. Es de un
asco y una repugnancia extrema que esta persona, ilegal en estos
momentos, haya visto su intimidad violentada por los medios
periodísticos de propaganda, mientras que los saqueadores, los
raterillos del cobre, los asalta naves y chalets, los del continuo
menudeo de drogas (los que sois de fuera o no vivís la noche, no
sabéis de lo que habló, pero hay mucho Breaking Bad en Charrajevo),
se despachan con sus iniciales. Es muy preocupante que todavía hoy,
en el siglo XXI, la decisión arbitraria de ilegalidad, legalidad o
alegalidad de una persona pueda ser suficiente para violentar sus
derechos civiles y humanos, que nos guste o no, son los mismos que
todos.
Hasta la televisión
pública nacional ha dado pábulo a la noticia con un tono alarmista
y amarillo recalcitrante y cercano a la grima. Nada nuevo en la tv de
la derecha fascista y neoliberal que nos desgobierna.
Y no. No defiendo en
absoluto las acciones del "inmigrante perturbado" (como lo
llamaron en Españistan directo). Si a mi, o a alguno de los míos,
los hubiera atacado, hubiera respondido con la violencia, casi
seguro, y después alegado defensa propia o que me "enajene".
Lo haría con él y con cualquiera. Negro, hindú o blanco.
Senegalés, nigeriano, británico, gallego, aragonés,... de León o
Palencia. De Alba o de Montejo, o de Salamanca.
Y he aquí otra parte
reprochable en todo este asunto. Lo que atañe a la seguridad
ciudadana y la justicia. Por un lado tenemos unas fuerzas del orden
que no dudan en apalear las personas que intentan parar un deshaucio
o realizan una protesta vecinal. Linchan hasta la muerte a un
comerciante. Nos tratan a personas, que no tenemos ningún tipo de
antecedente por un acto criminal (protestar y ocupar las calles, las
plazas y los edificios abandonados no es un acto criminal, y si de
justicia social) como a auténticos desarrapados, sin ningún tipo de
cobertura legal. Lo hacen los perros de la policía con la
aquidescencia de sus amos, los gobiernos ultras, como el que tenemos
ahora en #Españistan cuya máxima preocupación es reprimir la voz
del pueblo que pide justicia a secas y justicia social. Menos
latrocinio, nepotismos y corrupciones, desde la casa real hasta el
último ay-untamiento perdido en un monte gallego o una aldea
andaluza. Pero sin embargo esas fuerzas del orden, que piden respeto
y valor a su trabajo, son claramente incapaces de controlar a este
individuo, propiciando así el estado de alarma, que desde sus
responsables políticos ni han querido o sido capaces calmar, ni
tampoco parece, buscar una solución. No me creo que una persona, por
el simple hecho de dar diferentes nacionalidades en sus declaraciones
a la policía no pueda ser puesto a disposición judicial y a la
evidente sanitaria y psíquica. Tampoco espero ninguna reacción en
forma de que alguien de la cara y asuma las responsabilidades que
bien se afana en cobran de sus sueldos.
Esa Justicia de esta
democracia de pacotilla que no tiene problemas en mantener en la
cárcel a un comunista como Amadeu Casellas, 38 años, sin que se
hablase de Doctrina Parot, ni viniera el tribunal de Estrasburgo a
reclamar Derechos Humanos, pero que sin embargo es incapaz de dar
solución a un problema de seguridad ciudadana, que ya en su primera
acción debería habérsele dado por finalizado. Cómo para
ilusionarse con que caigan las redes de corruptelas que se han tejido
durante 40 años de franquismo y demo-franquismo de nada para el
pueblo y sin el pueblo.
Y aquí no hablo de
deportaciones. Hablo de justicia. Hablo de una persona con evidentes
problemas psiquiátricos que en ningún momento debería estar en la
calle, y que como otros miles de personas se han quedado sin los más
mínimos derechos en cobertura sanitaria, algo que queridos amigos y
amigas salmantinos y españoles que han llegado hasta aquí, como
podéis comprobar nos atañe a todos. Porque lo cierto es que desde
que entro en vigor el decreto que retiro la tarjeta sanitaria a todas
estas personas se ha perdido el trabajo de control y monitoreo de
todas ellas, exponenciando problemas latentes de infecciones y
enfermedades, que por sus condiciones precarias de vida sufren, al
resto de la población o como en el caso del "senegalés de
Salamanca" dejando en la calle a una persona con evidentes
problemas mentales que es capaz de no sólo de alterar el orden
público, sino de poner la integridad física e incluso la vida de
los ciudadanos en peligro.
Este el sistema al que
parecemos abocados. Me parece propio de un Reino de Taifas del Siglo
XII el que una sola persona pueda poner en jaque y en solfa a toda
una ciudad que alardeo de lumbrera del orbe y que hoy en día se
autodefine en su web de turismo como "...una ciudad alegre,
universitaria y viva. Es la diversidad de gente: estudiantes,
turistas y los propios salmantinos, uno de sus principales atributos,
y son ellos los que otorgan a la ciudad un agradable ambiente, fresco
y joven..."
Y queda lo peor. Lo que
se filtra en los comentarios en los medios digitales de prensa o en
las conversaciones de barra de bar. Ese racismo vomitivo y lacerante,
que aprovecha la ineficacia de las administraciones para dar solución
a un problema grave, para justificar su enferma idea de mundo eso sí,
sin menospreciar, ni culpar a los encargados por Dios y Franco de
mantener la pureza de raza.
Esta tarde puede que vaya
por Salamanca, y puede que me encuentre con él. Y puede que intente
agredirme, o que lo consiga. O a mí, o a alguien a quien conozco y/o
quiero. Y me sentire atacado y responderé, pero a la vez me sentire
avergonzado de como este tema, por una parte ha demostrado la
incapacidad absoluta de fuerzas de seguridad y justicia para
solucionar los problemas de la gente, y además ha sacado los más
bajos instintos que en Salamanca se filtran por un racismo
preocupante, más propio de una sociedad fascista, intolerante y
educada en los valores de la pureza de raza y las doctrinas Monroe de
pacotilla que en valores de democracia, justicia social y derechos
humanos.
Para mi no son menos los
derechos humanos de este africano que los míos, o los de sus
víctimas, o los de vosotros que habéis llegado a leer hasta aquí.
Por eso mismo, mi preocupación, hastío e indignación por todo lo
que esta sucediendo.
miércoles, 20 de noviembre de 2013
Dark Tranquillity, intensidad y calidad
Siempre que me preguntan cual es mi
grupo preferido, la respuesta la tengo clara. Porque debajo de un
vasto conocimiento y gusto musical, que van desde la apreciación y
puesta en valor del jazz o la música clásica, hasta la auténtica
pasión y frikismo dilatado por el metal como género y prácticamente
todos sus de sub-géneros, siendo el Death Metal Melódico el
que más me representa, con el que más me identifico y el que desata
todas mis pasiones y enarbola más alto la bandera del metal en mi
cabeza y mi corazón.
Y dentro del estilo del lado más
sensible de la parte más brutal del metal, con todas sus bandas,
casi todas nórdicas, hay una que desde el primer día me
capturo. Llegaron desde Suecia, y se puede decir que son los
padres del género, los precursores del Death Metal Melódico,
y no sólo eso, sino también los que más lo perfeccionaron y
fijaron sus señas de identidad. Provenientes de la ciudad de
Gotemburgo, en mi mente y mi alma, identificar el sonido,
escuchar cualquiera de los grupazos que inundan mis gramolas
digitales, tarjetas de memoria y también estanterias de discos
originales, me remonta a ellos, me hace inequívocamente volver a
ellos. Y ese grupo es Dark Tranquillity.
Y por fin también pude cumplir uno de
sus anhelos que se clavan y no se ven saciados. Ni siquiera cuando se
prueba, puesto que demostrado esta, te enganchan mucho más hasta
volver a sentir, volver a anhelar, a deshacerse esperando que llegue,
ahora ya nuevamente, ese momento. Y después de 20 canciones, casi 2
horas no puedo dejar de sentir lo mismo. Energía, rabia y sentido en
la actuación. Una escenificación de manual de puro death metal,
sin entrar en que sea melódico o no, sólo sentimiento, rabia
contenida y desatada, sin cansancio. Sólamente intensidad.
Pero es que si ya fuera "sólo" por esa intensidad tan
exhaustiva valdría la pena, y sin embargo le añaden unas dosis de
talento instrumentalidad, profesionalidad y calidad musical, tanto en
la interpretación como en la composición, generando un coctel más
que sabroso y memorable. Una auténtica fiesta y amalgama de
sensaciones por concierto, con Dark Tranquillity como génesis,
cómplice, excusa, motivo, fin y leiv motiv.
Tras más de 10 años esperando para
verlos por primera vez no puedo más que seguir frotandome los ojos
ante la puesta en escena de los suecos. No es fácil encontrar
adjetivos para describir lo que sentí, y sentimos, todos los que
estábamos en la Sala
Arena de Madrid, el pasado martes 19 de noviembre de 2013. La
rabia, la actitud implicadora y festiva de los integrantes del grupo,
lo enchufado que estuvieron desde el primer momento con la única
intención de pasarselo bien y que nos lo pasáramos bien, de que
todos lo recordaramos y deseáramos volver a repetirlo. Y acabado,
dormido y recordado, no pudieron hacerlo mejor. Dark Tranquillity
ha visitado en este otoño de 2013 en España, presentando su disco
de estudio, Construct, que compone en mi opinión un giro en
la trayectoria estílistica de la banda. Con un sonido más oscuro
y gótico, dado por los teclados mucho más mimetizados con la
parte rítmica de la banda, en la que las guitarras se turnan para
aplicar intensidad y melodía y que toda la construcción musical y
escénica de la banda sea redonda, destacando distintos componentes y
sus características en el hilo tanto de las canciones, los discos,
como así de verlos en directo.
Y primeramente hay que destacar la
figura de Mikael Stanne, el impresionante vocalista de Dark
Tranquillity. A través de su voz gutural, sin duda una de las
tres mejores del micro cosmos del death (Angela Gossow y Joe
Duplantier en este podium) le posicionan como uno de los más grandes
cantantes del metal. Y todo ello porque a una técnica brillante y
amplia le auna una intensidad en la interpetación salvaje,
comiéndose el escenario y provocando el extasis en todo el público,
que alucina ante tal derroche de simpatía y metal desarrollada por
el sueco.
Aunque al final se notó cierto
cansancio en la calidad de la garganta de Stanne lo que no aminoró
en ningún momento fue la sintonía con el publico, regalando
sonrisas, miradas y poses, pequeños comentarios y disfrutando con
nosotros de su música, intensiad, calidad y energía.
Con un Anders Jivarp muy
profesional en el desarrollo de la bateria donde en ningún momento
quedo eclipsado ante sus compañeros sino que encontro su sonido,
quizás a veces tapando las cuerdas pero casi según mi percepción
sin fallar en ningún momento. Y también fue brillante la calidad al
teclado de un Martin Brändström oculto ante el derroche de
los tres "frontmans" de la banda, pero que como no
podía ser de otra manera aplicó esas melodías y entradas tan
características de Dark Tranquillity y que hacen reconocible
su sonido dentro del Death Metal Melódico.
Y por último no puedo dejar de hablar
y admirar la escenografía de la banda sueca durante la actuación.
El juego de cañones y haces de luz es de auténtico lujo y precisión
y constantemente generaban una atmósfera oscura que hacía resaltar
cada vez más la pantalla gigante que exponía dependiendo de cada
momento y cada canción mostrando espléndidas composiciones de
video-arte que iban desde mostrar la letra de la canción en cuestión
para que fuera coreada por el público a creacciones con imágenes de
naturaleza y otras creadas ex profeso bajo una gama de colores
intensa, cercana al fuego, y en el que el fundido a negro con su
logo, su DT en blanco cumplia los momentos culmen.
Aunque con ausencias el setlist fue
genial, contentando de sobra a los recién llegados influenciados por
el sonido de los últimos trabajos, como a los seguidores de siempre,
aunque aquí muchos echamos de menos (The Mudance and the magic,
Misery in Me, Lost to the Apathic o las más recientes
Iridium o mi canción favorita de ellos In My Absence).
Y lo mejor es que Dark Tranquillity lograron la misma
aceptación de todos con el desarrollo del concierto aunque alguno al
final se lamentaba voz en grito de las ausencias,, quizás provocadas
como decía antes, por cierto cansancio en la voz de Stanne,
que aún así, nos dió 2 horas brillantes y pletóricas.
Con una parte central de recorrido
absoluto por su discografía donde conto con la italiana Mariangela
Demurtas, la atractiva vocalista de los teloneros, Tristania,
góticos noruegos que pese a mostrar una buena actitud y dejarnos
varios de sus grandes temas, no acabaron de conectar como esperaba,
debido ello a que antes y después de la excisión en Sirenia
quedaban como una muy buena
banda, y aunque sonaron MercySide
o Evenfall
podrían haber sonado mejor y haberse lanzado con The
Ravens. Mariangela que posee un registro sorprendente no
desentono ni mucho menos con Stanne e incluso interpreto
maravillosamente UnDo Control en un duelo a lo The Beauty
and The Beast.
Sonaron genial la apertura con The
Science of Noise y una coreadísima White Noise/Black Silence,
para después continuar con temas de su último disco Construct, como
What only you know y The Science in Between, para así
ir desarrollando toda su discografía en el setlist, con momentos
álgidos con Monochromatic Stains, Indifferent Suns y
unas The Wonders at Your Feet y The Fatalist, que
fueron ampliamente coreadas y seguidos por el público consiguiendo
una comunidad entre músicos y asistentes sublime.
Y así fueron caldeando el ambiente con
unas grandes State of Trust, ThereIn y Final
Resistance, ya como bis esta última, a la que la siguió una
impresionante, y para mi la que mejor sonó, Misery`s Crown,
majestuosamente interpretada, intensa en su composición, arreglos
así como en la destreza de su desarrollo en vivo, y cuya letra (tan
aplicable al #Españistan de los Borbones), sólos y melodía
dejaron el pabellón de los suecos lo más arriba posible. Hubiera
sido un gran cierre pero nos dejaron con Uniformity, que no
bajo un ápice en intensidad y calidad.
Y es que, y una vez más, con una banda
nórdica de protagonista, esas dos palabras lo resumen todo. Desde
las ganas de verlos, el disfrute máximo de vivirlo, y el ya perpetuo
anhelo de repetirlo cuantas más veces y lo antes posible mejor. Dark
Tranquillity, intensidad y calidad.
- Ficha técnica:
Madrid, 19 noviembre 2013; Sala Arena
Hora de comienzo: 21:10; hora de final:
22:50
Teloneros: Tristania
Asistentes: 500 aprox.
- Músicos:
- Mikael Stanne: Voz
- Martin Henriksson: Guitarra rítmica
- Niklas Sundin: Guitarra eléctrica
- Anders Jivarp: Batería
- Martin Brändström: Teclados
Setlist:
1. The Science of Noise
2. White Noise/Black Silence
3. What Only You Know
4. The Fatalist
5. The Silence in Between
6. Zero Distance
7. A Bolt of Blazing Gold (* con
Mariangela Demurtas)
8. UnDo Control (* con Mariangela
Demurtas)
9. Monochromatic Stains
10. The Wonders at Your Feet
11. To a Bitter Halt
12. Indifferent Suns
13. Silence, and the Firmament Withdrew
14. Terminus (Where Death Is Most
Alive)
15. State of Trust
16. Endtime Hearts
17. ThereIn
18. Final Resistance
19. Misery's Crown
Encore:
20. Uniformity
- Calificaciones técnicas:
Set list: 8
Sonido: 6
Duración: 8
Interpretación: 8
Actitud: 9
Público: 8
Media: 7,8
domingo, 17 de noviembre de 2013
Un Grupazo: Amorphis
Los descubrí hace un par de años con
su antepenúltimo trabajo, Skyforger, y tras la primera escucha
online del disco, me quedaron claras dos cosas: Una, necesitaba
encontrar más sobre ellos, sus anteriores trabajos (hasta 8); y dos,
la imperiosa necesidad de verlos en directo lo antes posible. Y si la
primera de ellas la pude paliar en un par de horas, en las que empece
a empaparme de estos finlandeses hasta hoy mismo, la otra, no pudo
ser hasta el pasado sábado 16 de noviembre y en Madrid, cuando la
pude cumplir: Amorphis en directo.
Preparamos viaje relámpago a la
capital, mi hermanito y servidor, en el saxito atravesando una fría
tarde las nevadas Avila y Segovia y llegando a todo el centro de
Madrid por la A6 sin ningún tipo de problema.
Hicimos el tiempo hasta la hora de la
actuación paseando por Madrid, merendando y entrando en un pub en
Sol a ver el Irlanda vs Australia de los test match del November de
rugby (¡¡joder, cómo me gusta este deporte!!) y ya en ese momento
nos encaminamos a la Sala But a ver a los fineses.
No dejo de llamarnos la atención que
el control de acceso en la puerta a los que veníamos con la entrada
impresa de casa, bien por ticketmaster o por otra plataforma, no
hubiera un lector que escaneara el código de barras de la entrada y
así certificar la validez de la misma, sino que simplemente el
segurata rompía la esquina de mi folio impreso. Vamos si lo llego a
saber, la hubiera escaneado o compuesto desde photoshop y me hubiera
ahorrado unos eurillos, pero claro eso dejaría mi catadura moral,
qué decirte, a la altura de la de un cargo del #PartidoPutrefacto.
Pero entramos en la sala, pequeña y
obviamente no pensada para estos eventos, ya que querer montar un
concierto heavy sin tener en la barra un grupo de cerveza de barril a
presión es un sacrilegio. De hecho para tomar un litrito de cerveza,
o mini como lo llaman en Madrid, hubo que ir al ingenio. Y digo
litrito porque los dos tercios de Estrella Galicia derramados en el
vaso de litro de plástico sería para clamar el cielo por si sólo,
sino fuera porque por semejante tropelía al buen gusto y el espíritu
del metal me cobraron de 10€, lo cual hizó que me
encabronará un buen rato. Menos mal que el audio era bastante bueno
(la acústica de la sala era buena, y ya se sabe que estos grupos van
con técnicos de sonido que son auténticos magos) porque sino se
hubiera montado una buena. Y con razón.
Llegamos y estaba acabando su actuación
StarKill. Los americanos como teloneros dejaron constancia de su
death metal sin fisuras, cercano a Children of Bodom, y que si
progresan adecuadamente, pueden hacer que revivamos ese fugaz
encuentro como preludio para una gran noche con ellos de
protagonistas.
Con agilidad se cambió el telón de
fondo y la instrumentación de ambas bandas, mientras el público
terminaba de entrar conformando un bloque, en mi opinión, bastante
homogéneo en cuanto a edades (todo el mundo rondaba la treintena,
menos mi hermano, jeje, quizás fruto lo desonocido que puede llegar
a ser el grupo o del precio de la entrada) y algo más heterogéneo
en las pintas, que iban desde metaleros clásicos, a aquellos que nos
va más el death metal y también algunos rockers.
Con puntualidad norte europea, Amorphis
salía a escena con la premisa de presentar Circle, su undécimo
disco, que ha sido galordonado por Metal Hammer, y con razón, el
mejor disco del año. Y no especularon. Tras los acordes de la intro,
vitoreados por los asistentes que ya llevábamos un rato salivando,
descargaron "Shades of Gray" y de seguido "Narrow Path" primeros singles
de Circle, demostrando desde el primer momento que iba a ser una
noche gloriosa, con un sonido impecable, manteniéndose perfectamente
definido y que mantuvo la constante de poder separar en la audición
a cada componente con su instrumento en todo momento. Tras la
presentación y saludo a la parroquia madrileña y del resto de
#Españistan que allí estábamos, los dos siguientes cortes, "Sampo" y
"Silver Bride", de mi bautismo con ellos Skyforger ajustaron el sonido
para ganar contundencia sin dejar en ningún momento de poder
paladear cada acorde de cada miembro con una dulzura exquisita.
Fueron cuatro cortes, los primeros, cantados junto al frontman, Tomi
Joutsen que fue creciendo a cada tema en intensidad, demostrando ser,
como toda la banda, profesionales hasta el límite. Sus
espectaculares rastas (joder, ¡qué envidia!) danzaban al aire en
las partes duras de instrumentación, y cuando se ponía frente al
micro (curioso elemento escenográfico con el que nos deleitaron,
aunque ocultaba la expresividad de Tomi) descerrajaba un abanico
vucal sorprendente y brutalmente amplio, desde su voz "natural"
intensa y grave de por sí, pero que es capaz de desarrollar buenos
agudos, y sobretodo a las partes de voz gutural, cambiando de un
sentido a otro, sin ningún tipo de problema. Impresionante registros
los que Tomi Joutsen pone en funcionamiento, y que se pudieron
comprobar con el clasicazo "Against Windows" del primer disco Elegy
(1996) donde se podía encontrar unos Amorphis evolucionados
musicalmente desde un gothic metal de aquellos tiempos, al death
metal melódico que han desarrollado ya de 10 años para acá, con
increibles reminiscencias al metal progressive o incluso al folk,
pero que sonando con la variación bucal de Jountsen enriquecia el
tema de una manera brutal, dándole un matiz distinto y dejando uno
de los momentos de la noche.
Toda esa evolución la ha vivido Esa
Holopainen, el guitarra principal de la banda, maximo compositor y
miembro de Amorphis desde su fundación ininterrumpidamente y que con
la ayuda de Santeri Kallio a los teclados (el otro compositor) va
desarrollando toda la línea musical de la actuación, clavando todos
los punteos y todos los solos (estos con pocas variaciones con
respecto a lo mostrado en las grabaciones) y dejando, junto a la
inestimable ayuda de su equipo de sonido, la sensación de haber
vivido no sólo un concierto, sino una sesión de grabación, puesto
que todo el repertorio que nos ofrecieron, no puede dejar de decirlo,
sonó espléndido y memorable.
Volvieron a Circle momentáneamente con
“The Wanderer”, primer single del último disco
y que ha funcionando de manera notable, poniendo al disco como uno de
los mejores en todos los países, para después descargarnos temas de
su carrera como la delicadeza de "My Kantele", basada en la
mitología nórdica, e "Into Hiding" del Tales from the
Thousand Lakes, donde la escenografía viró a colocar a todos los
componentes en primera línea del escenario sobre unos monitores,
elevando el espectáculo visual considerablemente, pero lejos de la
verdadera clase magistral de death metal melódico y actuación en
vivo que estamos comtemplando.
Prácticamente sin parar fueron
desarrollando todo el setlist: "Nightbird's Song" (Circle)
donde sonaron los brutales gruñidos de Joutsen marcandonos el
camino, "The Smoke" (Eclipse), "Your I Need" (The
Beginning of Times), "Hopless Days" (Cirlce) y "Leaves
Scars" (Eclipse) todas redondas, intensas y sin fallo.
Y así, sin darnos tan siquiera cuenta
de ello, estábamos ya en los bises, tras más de una hora de
perfecto recorrido a su trayectoria y presentación de su último
albúm, yendo siempre a más, y ahora no iban a dejar un mal sabor de
boca: A su vuelta sonaron "Sky In Mine" temazo del
Skyforger que ya desde la sorpresa de su entrada a la guitarra de
Holopainen, coreada y colosal, dejaron en mi la sensación del mejor
tema de la actuación (y el nivel, vuelvo a repetir, era altísimo).
Con los corazones a todo trapo nos sumergieron en su lado más
progressive con “Black Winter Day”, que no bajo tampoco el nivel
en cuanto a calidad musical, aunque si es cierto que podían haber
metido un tema más "cañero" para ir in crescendo, y haber
provocado con su cierre una catarsis mayor.
Catarsis que no es en absoluto
exagerada, puesto que "House of Sleep" (Eclipse) sono
brutal como cierre, de nuevo hiper intensa, absolutamente descomunal,
demostrando que como buenos oriundos del Norte de Europa desplazan
una profesionalidad absoluta, y para nada
incompatible con la emoción que sienten, muestran y provocan en el
público.
Así fue como Amorphis se desenvolvió
en Madrid, el sábado 16 de noviembre. Fue sin duda, un concierto
corto, breve, pese a ser de una hora y media, pero fueron tan
intensos y demostraron una calidad y profesionalidad, tanto
instrumental, como escénica y de sintonía con el público que a
todos nos dejaron con ganas de más, y que sin duda, pese a cumplido
una deuda que tenía, no queda saldada porque tengo muchas ganas de
repetir y volver a vivir las geniales sensaciones que tuvimos con
ellos en directo, y que por el momento tengo que paliar con dosis de su recomendable discografía. Grandes Amorphis!!
SETLIST AMORPHIS
1. Shades of Gray
2. Narrow Path
3. Sampo
4. Silver Bride
5. Against Widows
6. The Wanderer
7. My Kantele
8. Into Hiding
9. Nightbird's Song
10. The Smoke
11. You I Need
12. Hopeless Days
13. Leaves Scar
14. Sky Is Mine
15. Black Winter Day
16. House of Sleep
AMORPHIS SON
Tomi Joutsen - Voz1. Shades of Gray
2. Narrow Path
3. Sampo
4. Silver Bride
5. Against Widows
6. The Wanderer
7. My Kantele
8. Into Hiding
9. Nightbird's Song
10. The Smoke
11. You I Need
12. Hopeless Days
13. Leaves Scar
14. Sky Is Mine
15. Black Winter Day
16. House of Sleep
AMORPHIS SON
Esa Holopainen - Guitarra
Tomi Koivusaari - Guitarra
Niclas Etelävuori - Bajo
Santeri Kallio - Teclados
Jan Rechberger - Batería
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Camareros: Necesarios, degradados y precarios. Una experiencia personal
Ahora que ya está aquí el veranito con su calor plomizo, pegajoso y hasta criminal, se llenan las terracitas para tomar unas...